«Yo no me voy a ir sin resolver esto», AMLO da ultimatum a Calica, en Quintana Roo

20 octubre, 2023

El Jefe del Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, señaló que la empresa Calica se burló y engaño al gobierno por que siguen extrayendo material rocoso de Playa del Carmen, cuando ya se habían comprometido a detener esta actividad. Foto: Archivo Cuartoscuro

Después de que la minera estadounidense presentara una queja ante el gobierno de Joe Biden, el presidente mexicano afirmó que, de no llegar a un acuerdo, se apropiarán del terreno para convertirlo en zona natural protegida y con fines ecoturísticos

Texto: Alejandro Ruiz

Foto: Archivo Cuartoscuro

CIUDAD DE MÉXICO. – El presidente López Obrador afirmó que el gobierno federal emitirá un decreto para revocar la concesión a la minera Calica, propiedad de la empresa estadounidense Vulcan Materials, para convertir el terreno en zona natural protegida.

El anuncio lo dio durante la conferencia matutina del 20 de octubre, donde el presidente afirmó que no concluiría su sexenio «sin resolver esto».

El motivo de la declaración presidencial llega después de que el gerente de Vulcan Materials, Tom Hills, presentara una queja ante el gobierno norteamericano por las negociaciones infructíferas tras el cierre de la mina hace un año. El motivo del cese de actividades de la mina fue por los daños ambientales que provocó al norte de Quintana Roo.

«Ese señor que escribe la carta habló conmigo. Vino aquí y dijimos: ‘Vamos a esperar un estudio sobre cómo utilizar esta zona ya impactada con propósitos turísticos’. (…) Entonces, hablo con él y resulta que se paran como un mes. Y yo traía la idea que estaban cumpliendo con su palabra, y de repente me entero que habían regresado a excavar y que se paraban nada más cuando yo iba para allá. (…) Entonces, todavía así les dijimos: ‘Miren lo que hacen. A ver si esto lo pueden hacer en Florida. ¿Por qué lo vienen a hacer aquí?’ Bueno, entonces, ¿qué les propusimos formalmente?: Les compramos el terreno, todo».

La negociación fallida

La oferta del gobierno federal fue comprar el terreno donde está la empresa por un precio de 6 mil millones de pesos. Esta cifra, recalcó el presidente, se estimó a partir de un evalúo que hizo el gobierno de México. La propuesta la envió con el embajador de México en los Estados Unidos, Esteban Moctezuma.

Sin embargo, Vulcan Materials no respondió a la oferta de compra. En vez de eso, envió una carta al embajador John Kerry para decir que se sentían amenazados por la «hostilidad» del gobierno mexicano.

“Una arrogancia, lo tuvieron sin respuesta como tres meses. Volvimos a insistir, y ahora dan a conocer de que están siendo amenazados”, reprochó el presidente.

Y después afirmó que no concluirá su sexenio «sin resolver esto, y la mejor forma de resolverlo es que se declare zona natural protegida todo y que se les pague de conformidad con la ley la indemnización correspondiente”.

“Si no hay respuesta de parte de ellos, si no quieren ayudar, esa va a ser la decisión, no vamos a esperar”, agregó.

La intención de la empresa, reafirmó el presidente, no es llegar a un acuerdo, sino esperar a que termine el actual sexenio para volver a operar.

Aunque públicamente se manejó que este acto sería una expropiación, en realidad se trata de una figura jurídica similar a la ocupación temporal. La misma que meses atrás el gobierno utilizó para revocar la concesión de tres tramos e tren a Ferrosur.

Por eso, la propuesta gubernamental es pagar 6 mil millones de pesos a la empresa por concepto de indemnización. Esto, en caso de que no se llegue a un acuerdo, y el gobierno mexicano tenga que emitir un decreto para iniciar con la ocupación del territorio.

Vulcan Materials posee una concesión otorgada por el gobierno de Carlos Salinas de Gortari (y ratificada por el de Ernesto Zedillo) para extraer cal en la zona norte de Quintana Roo. La concesión está vigente hasta 2037.

Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.