Con 81 votos a favor y 60 en contra, los trabajadores de la agencia estatal de noticias respaldaron la huelga instalada hace una semana por empleados despedidos. La dirección de acusó de fraude a la secretaría del Trabajo, que avaló los resultados
Texto y fotos: Arturo Contreras Camero
“¡Viva la huelga! ¡Ni un paso atrás!” Gritaron unas dos docenas de trabajadores afuera de la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo. Todos forman parte de los afiliados al Sindicato Único de Notimex, la agencia noticiosa de la federación que, desde que inició la dirección de Sanjuana Martínez, ha sido acusada de acoso laboral y despidos injustificados.
Esta es la primera victoria en lo que se espera sea una larga lucha por sus derechos laborales
La votación fue un emplazamiento hecho por la propia Martínez, quien buscaba terminar el paro laboral al que los empleados despedidos emplazaron hace una semana. Sin embargo, el resultados fue el contrario: con 81 votos a favor, y 60 en contra, de un padrón de 166 trabajadores, la huelga tuvo el respaldo que necesitaba para seguir.
De acuerdo con los trabajadores del sindicato, desde que llegó, la directora inició una limpieza de Notimex.
Al principio despidió a los mandos del antiguo sindicato, a quienes la mayoría de los trabajadores ubicaban como corruptos. El problema fue cuando continuó con el resto de los trabajadores sindicalizados.
“El problema es que después se siguió con los demás indiscriminadamente”, asegura una de las trabajadoras que reunieron este jueves en la oficina de la Profedet para votar.
Cuando Martínez tomó la dirección de la empresa, en ella trabajaban 360 personas. En los primeros meses, 261 fueron despedidos (en su mayoría mujeres), y reemplazados con 122 nuevos trabajadores. Lo que suma un total de 239 trabajadores activos.
En esta votación solo pudieron participar 166 de ellos, pues no se incluyó a directivos, trabajadores de confianza ni tampoco ni tampoco ninguno de los cerca de 70 trabajadores que fueron contratados después del emplazamiento a huelga, realizado el 28 de noviembre de 2019.
La trascendencia de la votación varía dependiendo de a quién se le pregunte. Algunos de los trabajadores que apoyan la huelga y están trabajando activamente (pese a las represalias en su contra) aseguran que la agencia es una ventana de México hacia el mundo.
Otros dicen que del control de ella depende qué tanto se replica la agenda informativa del gobierno en los medios, pues de los cables de la agencia se nutren muchos medios nacionales. En la misma línea, hay quienes dicen que debería ser el ejemplo de trato digno a los periodistas en un país donde la precariedad laboral es solo una parte del ambiente adverso que enfrentan los profesionales de la información.
Algunos más, miembros de otros sindicatos que apoyan la causa de Notimex creen que esta votación fue la prueba de fuego a la política laboral de este gobierno, misma que el año pasado, con algunas reformas a la Ley del Trabajo estrenó lineamientos, como el voto secreto para la elección de líderes sindicales.
El reloj marca menos 20 minutos para la hora de la votación. Afuera de las oficinas de la Profedet, Diego Origel, un joven trabajador de Notimex, espera la hora para pasar a la urna. Asegura que no está nervioso, pero no deja de golpear el suelo con la punta del pie, y sus manos se estrangulan una a la otra sin poder parar de moverse.
Alrededor, los gritos de ánimo de la huelga llenan el ambiente. Como Diego, la mayor parte de los trabajadores que apoyan la huelga llegaron antes de la hora designada al lugar. La mayoría están despedidos, pero no dejan de luchar por sus derechos. De pronto, los gritos y los ánimos enmudecen.
Caminando hacia la esquina unos treinta trabajadores se acercan. “Esos son los que siguen trabajando, los que no son sindicalizados”. Cuando un grupo pasa junto al otro, las miradas de unos evitan a las otras, como imanes que se repelen.
El silencio parece una helada hasta que alguien del lado del sindicato les grita: “¡Compañeros! El voto es libre y secreto!”.
Poco a poco, otros gritos se animan. “¡No les pueden condicionar el pago por el voto! ¡Rebélense compañeros!”
Por cómo llegaron, pareciera que alguien los organizó para traerlos a votar. Hace tres días una marcha de trabajadores en funciones pasó en frente del plantón con el que los sindicalizados mantienen cerradas las oficinas de la agencia. “Muchos estábamos porque nos obligaron, otros por necesidad económica”, asegura uno de ellos.
“Sabemos que siguen siendo acosados, que siguen viviendo una situación desfavorable. Es feo, porque este tipo de cosas te pone a tus amigos en contra, a tus compañeros de trabajo”, confiesa otra de las trabajadoras que aún labora pero apoya la huelga “A mí me dijeron que viniera a votar, pero en realidad vine porque es mi derecho.
Como ella, varios de los periodistas que trabajaron esta semana pese a la huelga, la apoyan, aunque en secreto; temen represalias que podrían hacerlos perder el trabajo.
Desde una esquina de la calle a la otra, unos se mirana a otros disimuladamente. Cada vez que pasa uno que otro, Diego Origel los saluda a la distancia. Mientras pasan, dice: “Ese es de ellos, pero está con nosotros”.
Origel empezó a trabajar en febrero del años pasado. Un mes antes de que llegara la nueva directora. “Llegué con mi mochila al hombro, tocando puertas, pidiendo una oportunidad para crecer”, asegura el joven que aún estudia su carrera universitaria.
“La plaza ya venía sindicalizada, y al principio no me quería meter en esos asuntos, pero pocos meses después de que llegué, empezaron a haber despidos. En noviembre me llamaron. Querían liquidarme a menos que cumpiera con una consigna: Afiliarme a su nuevo sindicato. Ahí lo decidí, yo no voy a ser parte de lo que está haciendo, y empecé con la lucha”, cuenta.
En la otra esquina, los trabajadores que no están sindicalizados hablan poco. No se echan porras entre ellos como los sindicalizados y casi no se mueven.
“La verdad es que a mí no me han tratado mal y no quiero perder mi trabajo”, cuenta en una entrevista anónima un día antes de la votación una de estas trabajadoras. “Yo me encuentro ya después de unos meses haciendo algo que me gusta y no quiero perderlo. No veo un beneficio que me dé a mí el unirme a ellos.
Durante el último año, Notimex ha sido tema de burlas y críticas en redes sociales, por publicar noticias con errores, falsas o que promueven la agenda personal de la directora. algunos de los trabajadores que fueron despedidos después de su llegada, opinan que no tiene un proyecto real de trabajo.
“Imagínate que de las primeras cosas que hizo fue despedir a los corresponsales internacionales y de los estados. ¿Así como puedes obtener información para una agencia? ¿Con boletines de internet?”, critica.
Del otro lado, quienes aún trabajan aseguran que han trabajado muy duro para sostener a la agencia, y reconocen que, pese a que las condiciones laborales no son las mejores, el trabajo que se produce, es de calidad, pese a las adversidades. “Es una situación muy grave. Yo lo veo así: como medio de comunicación tiene muchas negligencias en muchas áreas. Dentro de su sistema no de trabajo no se pueden poner de acuerdo, más aparte la huelga. Es una situación muy fea, casi hasta patética”, cuenta otra de las trabajadoras.
“Trabajar así es muy difícil. El ambiente era terrible, yo entré y los que me enseñarona trabajar ya no están. Me decían que no hablara con los que estaban antes, pero yo no podía apartarme de las personas que me estaban enseñando. Me decían no confíes en nadie, o no les hables, pero yo nunca les hice caso”, asegura.
Después de finalizada la votación, los trabajadores de la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet) se apresuran a la calle. “En 10 minutos sabremos el resultado del conteo”. Una a una, van vaciando la urna de papeletas. Los trabajadores del sindicato miran desde la calle, a través de una ventana con estampas y tintes que dificulta la vista.
“Ahí está poniendo los ‘sí’. Ah no mira, ese es un ‘no’. Híjole, se ve apretado”, se escucha entre los cuerpos asomados a la ventana. A los pocos minutos, un mensaje de teléfono da la noticia: “81 a favor, ganamos compañeros”, grita Adriana Urrea.
Como respuesta, Erick Muñiz, director de la sección internacional de la agenda, y allegado a la directora, se planta frente a las cámaras y los asistentes y asegura: “Esta votación aún no es definitoria, pues según la ley del trabajo, la votación debe ser mayor a un 60 por ciento, por lo que esperamos el pronunciamiento de las autoridades”.
Casi inmediatamente después, el abogado del sindicato, José Rodríguez lo desmiente. “Este proceso democrático demostró la voluntad de los trabajadores. El que diga que no –dice en referencia a Erick Muñiz– deberían mandarlo de regreso a la escuela, a que estudie la ley”.
Antes, la agencia misma publicó una nota titulada: “Orquestan fraude para favorecer huelga en SutNotimex”. en la que acusó a la Secretaría del Trabaoj y la Junta de Conciliación de «ejecutar un fraude»:
“La alianza de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, con la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje y el Sindicato Único de Trabajadores de Notimex, ejecutaron un fraude durante la votación que decidiría si continuaba o no la huelga, al permitir que se cometieran una serie de ilegalidades en las oficinas de la misma Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo”.
Cuatro horas después, la secretaría del trabajo, María Luisa Alcalde publicó un mensaje en Twitter respaldando el resultado a favor de la huelga.
“Teníamos todo en contra, compañeros”, dice líder sindical después de la votación frente a un grupo de trabajadores en el campamento que mantienen en las oficinas de la agencia, entre dos tiendas de campaña y una mesa llena de papeles y carteles.
“Hasta la confianza entre nosotros nos la pusieron en contra. Soportamos fríos y desvelos, y sin ustedes, no habría sido posible este resultado. Muchos enfrentaron amenzas y aún así asistieron a votar. Pero esto no quiere decir que ya ganamos, No debemos bajar la guardia, pero con esto, estamos orillando a la directora a que se vaya”.
En el fondo los fritos opacan su discurso “¡Fuera Sanjuana! ¡Fuera Sanjuana!”, gritan.
Periodista en constante búsqueda de la mejor manera de contar cada historia y así dar un servicio a la ciudadanía. Analizo bases de datos y hago gráficas; narro vivencias que dan sentido a nuestra realidad.
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