6 abril, 2021
Claudia Uruchurtu Cruz es probable víctima de desaparición forzada. Los hechos y los antecedentes vinculan a la presidenta municipal de Asunción de Nochixtlán, Oaxaca, quien busca reelegirse. Claudia documentó irregularidades de la administración así como problemas de tierra en la localidad
Texto: Lydiette Carrión
Foto: Especial
CIUDAD DE MÉXICO.- A Claudia se la llevarían en una camioneta roja del Ayuntamiento. Eso dicen, aunque hasta ahora no hay pruebas contundentes. Dicen que hay fotos, pero por miedo las han guardado. Si fue en una camioneta roja u en otro vehículo no hay certeza, pero de lo que sí hay es que antes de desaparecer, a Claudia la siguió un hombre todo aquel día, el pasado 26 de marzo de 2021, mientras el pueblo de Nochixtlán de Asunción protestaba contra la presidenta municipal, Lizbeth Victoria Huerta.
En cada fotografía recabada se ve al hombre detrás de Claudia, quien durante meses documentó presuntos desvíos de recursos, fraudes e interpuso denuncias contra Lizbeth Victoria Huerta. Claudia, de 48 años, llevaba meses sin salir de su casa debido a la pandemia. El viernes 26 de marzo salió a la protesta frente al palacio municipal de Nochixtlán.
Aquel viernes, un grupo de opositores y empresarios unieron fuerzas contra Victoria Huerta. Los primeros reclamaban un adeudo de medio millón de pesos en material “fiado” al ayuntamiento para obras. Entre ellos, los que reclamaban pago, estaba un hombre llamado Alfonso Avendaño. Los segundos acusaban a la presidenta de malversación de fondos públicos, y también la señalaban por desviar recursos a campañas políticas.
Pero llegó la policía, que gaseó y golpeó a los manifestantes. Entre los más golpeados y detenidos estuvo Alfonso Avendaño, a quien las autoridades detuvieron y negaron atención médica.
Por todo ello, esa misma noche la gente se concentró primero en el Palacio Municipal. Era la primera vez en mucho tiempo que Claudia salía. Se cuidaba mucho del coronavirus, porque cuida a su madre, quien ya tiene una avanzada edad. Claudia salió para tratar de mantener las cosas en paz aquella noche: decía a la gente que se mantuviera en calma.
Hay quien dice que esa noche hubo policías vestidos de civil. Lo que sí es real es que golpearon gente.
Luego, Claudia se dirigió al hospital. Fue en ese momento de caos, de gente yendo al hospital, cuando la mujer desapareció. Así lo explica su hermana, Sara Uruchurtu, en entrevista telefónica desde Reino Unido, donde ella radica.
“Se adelantó al hospital sola. Nadie sabe por qué”. Ahí fue cuando la privaron de su libertad.
La siguieron todo el día, y esperaron a que estuviera sola.
Hay testigos. Incluso hubo un video que captó el momento. Incluso un joven lo subió a su página de Facebook, pero ahora el video ha desaparecido. Hay fotos, que muchos han clamado haber visto, y personas que piden el anonimato se han comunicado con la familia de Claudia. No dan sus nombres, explican, por temor a represalias. Ellos hablan de que el hombre que aparece en las fotografías siempre atrás de Claudia está vinculado al palacio municipal. Pero también hay videos en los que alguien grita: “se están llevando a una muchacha”. Otros aseguran haber visto cuando la levantaron.
Todo este grupo de voces diversas coincide: eran ya las once de la noche. Una mujer con las características de Claudia fue metida a la fuerza en un auto de color rojo, posiblemente una RAM 700 o una pickup de batea. Esto en la esquina de Calle 2 de abril y Melchor Ocampo de Asunción de Nochixtlán.
No fue la única. Horas antes, la abogada de Alfonso Avendaño también fue interceptada cuando llegaba a su casa. Trataron de secuestrarla. Pero la mujer logró gritar y grabarlos con el celular, lo que desalentó a los criminales.
A Lizbeth Victoria Huerta se le relaciona con la diputada federal por el Partido del Trabajo Margarita García, y con el senador por Morena Salomón Jara. Pero la joven llegó a la presidencia municipal por carambola, una en la que también sale el nombre de Claudia Uruchurtu.
La historia la cuenta Sara Uruchurtu.
En 2016, Nochixtlán fue sede de la peor represión de aquel año. Profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) realizaban un bloqueo a la carretera y autoridades federales, estatales y municipales reprimieron con un saldo de al menos 6 muertos y más de un centenar de heridos.
Desde entonces, la administración de Nochixtlán cae un poco en un autogobierno poco regulado.
Y poco después de eso Claudia se mudó a Nochixtlán de Asunción junto con su madre, que es oriunda de este pueblo y extrañaba su tierra.
“En algún momento mi madre decidió volver a su pueblo. Mi hermana Claudia vino con ella. Cuando mi hermana llega al pueblo se da cuenta de los problemas que hay. Mi familia tiene algunos terrenos, y cuando Claudia quiere organizar la situación de la tierra, se da cuenta de los problemas agrarios, la forma en que algunos comuneros administran y las extorsiones”. Registra en suma, una serie de anomalías.
“Entonces empezó a pelear por todo esto. Empieza a decir que no puede ser que se dejen extorsionar, son pueblos extremadamente pobres y la gente tiene mucho miedo”, explica Sara Uruchurtu. “Ella acumula información y la saca a la luz. Esto incomoda a mucha gente”.
Sara agrega:
“Mi hermana siempre ha sido una rebelde. Ella no tolera injusticias. Es algo que le sale de adentro. Es algo que no puede dejar pasar por alto, ella se mantiene ahí”.
Por todo ello, Claudia fue ganando notoriedad en Asunción de Nochixtlán. Fue entonces que una diputada federal por el Partido del Trabajo, Margarita García, la contactó y le ofreció la candidatura a la presidencia municipal.
“Mi hermana se empezó a relacionar con grupos locales, feministas, etcétera, y esta mujer, Margarita, la contacta y le pregunta si no se ofrece como candidata próxima al municipio”.
Pero Claudia declinó la oferta y Margarita García ofreció la candidatura a Lizbeth Victoria Huerta, una joven perredista cercana a los Bejarano. Sin embargo, cuando llegó a la presidencia municipal, se acercó políticamente a Morena de Oaxaca, en particular al grupo del senador Salomón Jara. Este político es uno de los más poderosos de Oaxaca; oriundo de la Sierra Norte, algunos lo relacionan con grupos de poder muy agresivos.
Fue así como llegó Lizbeth Victoria a la presidencia. Actualmente está por reelegirse. Sin embargo, durante estos años, ha acumulado denuncias y sentencias en su contra.
En abril de 2020, Victoria Huerta tenía denuncias en su contra ante la Comisión de Quejas y Denuncia o Procedimiento Contencioso Electoral del Instituto Electoral de Oaxaca (IEEPCO). Esto, por haber hecho propaganda personalizada con uso de recursos públicos. Las denuncias fueron interpuestas por Jesús Ángel Avendaño Rodríguez, Elizabeth Mejía López y Guadalupe Maldonado Castro, entre otros. El IEEPCO dio parte al Órgano Superior de Fiscalización del Estado de Oaxaca y también al Congreso de Oaxaca.
Efraín Solano Alinarez es líder de la organización Unidad, Identidad y Raíces de Oaxaca (Unir). Él narra cómo Claudia Uruchutu estaba inmersa en las denuncias contra Victoria Huerta, ya que platicó con ella hace un año y medio aproximadamente.
Sin embargo, las denuncias y los movimientos en los que ha estado involucrada Claudia Uruchurtu no son sólo sobre el caso de la presidenta municipal. Actualmente sus hermanas, que han llegado desde Reino Unido, ponen en orden los papeles que Claudia acumuló en aras de la defensa del territorio y la justicia en Asunción de Nochixtlán.
El hallazgo de un cuerpo que ahora está desaparecido
El pasado martes 30 de marzo, testigos encontraron un cuerpo en la comunidad de Los Cántaros, aunque cuando llegaron los policías ministeriales de la Agencia Estatal de Investigaciones al lugar no encontraron nada. Sólo hallaron una llave y un poco de sangre.
El día jueves 1 de abril, los agentes ministeriales se presentaron en el domicilio de Claudia para preguntar si la llave que encontraron, precisamente en el paraje de Los Cantaros, pertenecía a Claudia, lo que resultó positivo.
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