Manifestantes se enfrentan con piedras, botellas y escudos artesanales a los organismos de seguridad, mientras les disparan bombas lacrimógenas y perdigones. Altamira. Caracas. 1o de Mayo 2019
Por Ronald E. Peña, Francisco Touceiro y Luis Miguel Cáceres / El Pitazo
La madrugada del 30 de abril, el líder opositor Juan Guaidó, rodeado de algunos militares, llamó a la población y los militares a unirse a la “Operación Libertad” contra el gobierno de Nicolás Maduro. También reapareció Leopoldo López, liberado unas horas antes.
Guaidó es reconocido como presidente por medio centenar de gobiernos en el mundo. Estados Unidos y los países que conforman el Grupo Lima volvieron a exigir que Maduro permita nuevas alecciones.
Pero Maduro fue respaldado por
miles de venezolanos que salieron a las calles al día siguiente. Y el 2 de
mayo, 4 mil militares le reiteraron su lealtad.
El llamado a las Fuerzas militares no prosperó. López terminó refugiado en las Embajadas de Chile y España, y 25 soldados en la de Brasil.
La
lucha política volvió a acrecentarse: manifestaciones callejeras, represión
selectiva, huelgas anunciadas.
Decenas de miles de opositores
que salieron a las calles de varias ciudades. Guaidó apareció como orador en
dos plazas de Caracas. Hubo enfrentamientos con las fuerzas antimotines en
Caracas. Una joven murió de un balazo en la cabeza y hubo más de 50 heridos.
De acuerdo con lo documentado por la agencia Inter Press Service, el saldo durante la semana es de cuatro muertos y 130 heridos, según el Observatorio de Conflictividad Social. El Foro Penal contabilizó 168 detenidos.
El general Vladimir Padrino, ministro de Defensa, calificó la acción como un “golpe de Estado insignificante”, y Guaidó reconoció que no tuvo el apoyo militar suficiente. Pero anunció que la Operación Libertad continúa que seguirán en las calles.
El llamado de Guaidó es mantener la presencia en las calles. Mientras Maduro dice que no le temblará la mano, por lo que las secuelas de violencia podrían aumentar.
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