3 agosto, 2024
Isaurí y Kleiver abandonaron Venezuela hace 4 meses, y dejaron a su hijo de 9 meses de edad, al cuidado de sus padres, con la confianza de volver algún día, sin embargo, con los resultados de las elecciones, el retorno se ve muy lejano
Texto y fotos: Diana Manzo / Istmo Press
OAXACA. – Desde el crucero vehicular de esta ciudad Istmeña, en donde trabajan en un restaurante ambulante de comida venezolana,Rachel, Isairú, Kleiver y Roberth hablan de sus sentimientos encontrados, de la rabia y la desesperanza que significa para ellos el triunfo y la reelección de Nicolás Maduro.
“Queremos un Venezuela libre, la esperanza de volver a nuestro país murió el 28 de julio” dicen estos cuatro jóvenes entre 19 y 25 años de edad, que abandonaron su país por las pésimas condiciones de salud, empleo y educación.
Dicen que en el gobierno de Maduro la lucha ha sido por acaparar el territorio y repartirse las riquezas para unos cuantos. Aseguran que, tras la muerte del expresidente, Hugo Chávez, las fábricas, y los recursos naturales han sido devastados y vendidos.
“Las fábricas están cerradas, los recursos naturales expropiados, vendidos, y enriquecidos, mientras que nosotros tuvimos que migrar, dejarlo todo y huir por una mejor vida”.
Isaurí y Kleiver abandonaron Venezuela hace 4 meses, y dejaron a su hijo de 9 meses de edad, al cuidado de sus padres, con la confianza de volver algún día, sin embargo, con los resultados de las elecciones, el retorno se ve muy lejano.
“Salimos de Venezuela por un mejor futuro, allá tenía dos trabajos, en la mañana, era albañil y en la tarde, atendía un restaurante, y aún así nada alcanzaba y por eso decidimos migrar”..
Rachel, de 25 años de edad y con 7 meses de embarazo, lamentó que la falta de acceso a la salud haya sido una de sus razones para abandonar Venezuela.
“Allá todo lo pagas tú, si requieres un servicio médico, es alto , todo se ha desmantelado, el que Maduro haya gobernado y siga queriendo, Venezuela se hundirá más, es muy triste y da impotencia lo que estamos viviendo”, expresó.
Roberth tuvo que emplearse en la venta de comida venezolana para obtener unos cuantos pesos, y poder seguir su camino.
“Acá nos dieron empleo y preparamos la comida con sabores de nuestra tierra, que son pollo asado, carne, frijol, arroz, ensalada de col, plátano y todo lo vendemos a 60 pesos, al día vendemos unos 100 platillos”, dijo.
De 28 años de edad, el venezolano contó que es la segunda vez que cruza territorio mexicano, tras permanecer 60 días recluido en Texas.
Los cuatro venezolanos recalcaron que seguirán resistiendo en busca del sueño americano, y ahora con la reelección de Maduro, es muy seguro, que la migración crecerá aún más.
Esta nota se publicó originalmente en ISTMO PRESS que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Puedes consultarla aquí
Reportera en Unión Hidalgo, Oaxaca.
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