La Comisión Nacional del Agua presentó su propuesta técnica sobre la presa el Zapotillo en Temacapulín, Jalisco. El proyecto, de acuerdo con los pobladores y su asesor técnico, mantiene en riesgo de inundación a los poblados

Texto: Jade Ramírez / Perimetral

Fotos: Presidencia y Especial

El director de la Comisión Nacional del Agua, Germán Martínez Arroyo, presentó en Temacapulín, Jalisco, la propuesta técnica por la que el presidente López Obrador pidió confianza a los pueblos afectados de la presa El Zapotillo el pasado 14 de agosto. El funcionario, sin embargo, llegó sin mayores novedades y los pobladores temen por los riesgos que de inundación si la cortina de la presa se mantiene a 80 metros de altura.

En días pasados, Perimetral presentó la propuesta técnica del ingeniero José Antonio Gómez Reyna de la Universidad de Guadalajara, donde explicó cómo debía operarse la presa sobre el río Verde para garantizar no inundar territorio. 

José Antonio Gómez Reyna es asesor de las comunidades y experto en presas. Aunque este ingeniero mencionó que estaba en pláticas con la Conagua para encontrar coincidencias, si se considera lo expuesto ante la comunidad este sábado 21 de agosto, se está hablando de dos propuestas distintas. 

Sin novedades ni alternativas que aseguren protección a poblados

La presa Zapotillo es una cortina de concreto con un canal de desvío que en principio funcionaría para derivar agua al acueducto Zapotillo-León.

El proyecto ejecutivo a 80 metros de altura incluye la afectación de más de 3 mil hectáreas y por la altura a nivel del mar en que se encuentran las poblaciones Temacapulin, Acasico y Palmarejo, las tres se inundarán y corren riesgo constante de que cuando ésta se encuentre a su máximo nivel de llenado (1, 630 m), el agua los sepulte gradualmente. Un mal manejo de compuertas causaría un desastre repentino.

La expectativa era que la Comisión Nacional del Agua después del compromiso del presidente de no inundación presentaría algo novedoso, en realidad presentó lo mismo sobre la operación del megaproyecto desde que se dio a conocer, totalmente en sentido contrario a los apuntes técnicos del asesor de las comunidades.

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El equipo que expuso gráficas e imágenes ante la comunidad señaló que se cuidaría manejar un menor llenado del embalse y operar con compuertas con base en “un sistema automático para que las compuertas se abran cuando lleguen a un nivel máximo» y con ello regular no provocar la inundación.

Es decir, todo lo contrario a lo sugerido por Gómez Reyna:

“Los vertederos físicos son aquellos que se llaman de excedencia, se derrama el agua físicamente no con control automático. En Guadalajara pasa que nos dicen que tienen bombas de cárcamos que se están operando, pero resulta que cuando hay una lluvia o no hay energía eléctrica, o se robaron los cables o el operador no la operó, entonces hay que ver siempre por una seguridad a través de un elemento físico natural”.

En el discurso expuesto se sigue afirmando que puede haber inundación.

El titular de la Comisión Nacional del Agua dijo que para asegurar en otros gobiernos mantengan la altura de la cortina a 80 metros como lo indica la Suprema Corte de Justicia de la Nación «se dejarán documentos». Sin embargo, siempre habrá la oportunidad de aprobar otro decreto de repartición y disposición de aguas que promueva elevar la altura de la cortina a 105 metros.

No desaparece el miedo

El director de la Conagua Germán Arturo Martínez es el primer titular de la dependencia que se atrevió a ir a un evento frente a los pueblos afectados por la presa El Zapotillo. No lo hicieron ninguno de sus antecesores: José Luis Luege Tamargo, David Korenfeld, Roberto Ramírez y Blanca Jiménez Cisneros. 

Este sábado participaron los dos oradores Gabriel Espinoza, vocero del Comité Salvemos Temaca, Acasico y Palmarejo, y Luis Villegas, comisario de Acasico.

Los discursos no cambiaron de sentido, ambos volvieron a expresar un rotundo rechazo a la inundación y a favor de la defensa del territorio. Más allá de los actos protocolarios, en el ambiente cotidiano, cuando ya se van los turistas y activistas, entre las y los habitantes del pueblo persiste el miedo y temor a que la operación de la presa Zapotillo sea un fracaso y los pueblos vivan, permanentemente, en riesgo de desaparecer.

Esta nota fue realizada por PERIMETRAL, integrante de la alianza de medios de la Red de Periodistas de A Pie. Aquí puedes consultar la original.