Presupuesto ambiental: el doble para infraestructura hídrica, escasez para lo demás

12 septiembre, 2022

El presupuesto ambiental duplica los fondos destinados a presas, tuberías y acueductos. Serían buenas noticias ante la durísima crisis hídrica, pero el problema es que esos recursos están destinados casi en su totalidad a a la construcción de infraestructura gris y no a una gestión integral del agua con una visión de largo plazo

Twitter: @eugneiofv

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público presentó el Proyecto de presupuesto de egresos de la Federación, que en materia ambiental duplica los fondos destinados a presas, tuberías y acueductos y recorta en casi 6 por ciento los fondos para el resto de las dependencias del sector. Se reproduce con ello la lógica de combatir la crisis hídrica con parches de concreto y acero, en vez de buscar transformar el campo y apoyar a las ciudades para que en ambos entornos se use menos agua y se la use mejor.

El aumento del presupuesto que manejará Conagua es de casi un 80 por ciento y llevaría los fondos a cargo de esa entidad a casi setenta mil millones de pesos. Eso, en principio, serían buenas noticias en un momento en que el país atraviesa una durísima crisis hídrica. El problema es que ese presupuesto está destinado casi en su totalidad no a una gestión integral del agua con una visión de largo plazo, sino a la construcción de infraestructura gris. Por ejemplo, no se destina apenas presupuesto a innovación y el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, que se dedica precisamente a eso, sufrirá un nuevo recorte de sus fondos. En cambio, aumentan los fondos para drenajes, acueductos y represas.

Cabe anotar, además, que éste no es el momento en que más dinero ha tenido Conagua en lo que va de este siglo. En términos reales su presupuesto es todavía 10 por ciento menor al que tenía la Comisión en 2014 y 2015. 

El resto del sector ambiental, mientras tanto, seguirá sufriendo los recortes que tanto daño le han hecho. El presupuesto del ramo, si se excluye a Conagua, equivale en este proyecto de presupuesto a la mitad de lo que tenía en 2002 y sufre un recorte de casi 6 por ciento respecto del 2022, para quedar en algo menos de cinco mil millones de pesos. 

Algunas dependencias adscritas a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) sí registran ligeros aumentos en su presupuesto. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), por ejemplo, disfrutaría de un aumento de 2.5 por ciento. Esto la sigue dejando muy por debajo de lo que necesitaría, pero al menos no se le recortó nada. Lo mismo ocurre con la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos (ANSEA), que ve su presupuesto crecer 0.75 por ciento en términos reales. 

El caso de esta última dependencia debería ser especialmente preocupante para quienes vivimos en las ciudades. La ANSEA es la encargada de supervisar, entre otras cosas, a las gasolineras, que son una de las principales fuentes de contaminación por ozono que han provocado las contingencias del último par de años en la Ciudad de México. Con los recursos asignados esa dependencia simplemente no puede hacer casi nada al respecto. 

Las dependencias encargadas de la conservación y el uso de la biodiversidad están en una situación similar. La Comisión Nacional Forestal y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas mantienen más o menos su presupuesto. La primera tendrá algo más de 2 500 millones de pesos —33 por ciento menos de lo que tenía al inicio de esta administración— y la segunda algo menos de 900 millones de pesos —menos de la mitad de lo que tenía al principio de esta administración—. 

En resumidas cuentas, el proyecto de presupuesto que se discutirá en la Cámara indica que esta administración sigue viviendo en el régimen climático anterior y piensa que con tecnología y sin inversiones de verdad en campos y bosques se arreglará la crisis hídrica. Muestra también que la lucha contra la impunidad no es una prioridad. Ojalá entiendan pronto que la pobreza franciscana es tan mala para el planeta como los despilfarros neoliberales. 

Consultor ambiental en el Centro de Especialistas y Gestión Ambiental.