Urgen a pensar nuevas formas de distribución para cine comunitario

24 agosto, 2022

El equipo de producción de la película ¿Qué les pasó a las abejas? publicó un comunicado en el que plantea su respaldo al Colectivo de Comunidades Mayas de los Chenes y urge a que se piensen en nuevas formas de distribución, vinculadas a las comunidades

Texto: Redacción Pie de Página

Fotos: Archivo Robin Canul

CIUDAD DE MÉXICO.- En días pasados se generó una controversia por la distribución de la película ¿Qué les pasó a las abejas? nominada al Ariel en la categoría de mejor largometraje documental  Ariel, que relata la lucha del Colectivo de Comunidades Mayas de los Chenes en contra de los megaproyectos en sus territorios.

El Colectivo denunció de manera pública “la apropiación indebida de su proceso de lucha con la película ¿Qué les pasó a las abejas? y señaló a la  productora Abejas Cine por no informar los acuerdos comerciales de manera clara.

Leer más

En respuesta la casa productora señaló que la película, dirigida por Adriana Otero y Robin Canul, se hizo con fondos públicos, sujetos a compromisos y contratos de producción con tiempos y procesos de acuerdo con los recursos obtenidos y los compromisos adquiridos. Agregó que espera la resolución del Instituto Mexicano de Cinematografía, coproductora de la película.

Este martes el equipo de producción de la película publicó un comunicado en el que plantea su respaldo al Colectivo de Comunidades Mayas de los Chenes y urge a que se piensen en nuevas formas de distribución, vinculadas a las comunidades.

“Lamentamos lo ocurrido dado que este proyecto nos demandó esfuerzo y creatividad. Además de que para cada unx de nosotrxs la película representa una muestra irrefutable de compromiso personal con las causas socioambientales. Creemos necesario y urgente generar nuevas formas de distribución y, en simultáneo, promover acuerdos transparentes y justos en todos los procesos que conllevan la realización de documentales como “¿Qué les pasó a las abejas? También consideramos importante que toda vez que un realizador o equipo de producción se relacione con pueblos originarios o afrodescendientes para hacerse con información valiosa sobre procesos comunitarios, luchas sociales y saberes, se replantee lo relacionado con aspectos como los derechos de autor, la propiedad intelectual y el derecho colectivo. De forma tal que se generen complementos y, a partir del acuerdo entre ambos actores, se generen campañas de impacto social realmente efectivas”.

Aquí se puede leer el comunicado completo:

Mérida, Yucatán A 22 de agosto de 2022 

Postura del equipo de producción del documental ¿Qué les pasó a las abejas? ante el pronunciamiento del Colectivo maya de los Chenes y la empresa productora Abejas Cine 

A la opinión pública
Colectivo de Comunidades Mayas de los Chenes
Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas 

Por este medio los aquí firmantes, todxs integrantes del equipo de producción que dio origen al documental “¿Qué les pasó a las abejas?”, suscribimos nuestra adhesión, acompañamiento y total solidaridad con respecto al pronunciamiento emitido el 13 de agosto de 2022 por el Colectivo de Comunidades Mayas de los Chenes en reclamo y deslinde de la empresa productora Abejas Cine. 

Reiteramos que la película “¿Qué les pasó a las abejas?” es un documento importante y cuyo valor versa no en la parte económica sino en su aportación a los procesos comunitarios. Resulta relevante para que personas de otras latitudes conozcan, entiendan, empaticen y hagan extensiva su apoyo y solidaridad para con las familias de Hopelchén y otras zonas de la Península de Yucatán que, por estos tiempos, atraviesan problemas similares asociados a la imposición de los denominados “modelos de desarrollo”. 

Precisamente, el propósito por el cual nos comprometimos con el proyecto fue para dar visibilidad y divulgar la problemática socioambiental que padecen las comunidades ante el avance de la agroindustria. Sostenemos nuestra premisa de que la película debe servir como herramienta de cambio social. Por otra parte, agradecemos la empatía y solidaridad expresadas tanto por las instituciones públicas como por todas las personas que aportaron para la realización del documental. Se logró el objetivo de generar una película con alto sentido de humanidad. 

Exponemos, además, nuestro descontento ante la imposibilidad de que las comunidades mayas del municipio de Hopelchén, Campeche, puedan divulgar el documental de forma abierta y en los tiempos y las formas culturalmente pertinentes que estas consideren convenientes. Vale recordar que no todas las personas tienen el privilegio de acceder a servicios de Internet o, en todo caso, disponen de cuentas de correo electrónico para suscribirse a plataformas pagas o de acceso libre. Creemos que es importante romper las brechas de desigualdad en el acceso a la información. 

Asimismo, queremos remarcar que nosotros no incidimos, no fuimos invitados, ni teníamos –tampoco tenemos en la actualidad– la capacidad legal de participar en las decisiones de distribución que la empresa Abejas Cine tomó para difundir la película. Si bien es importante realizar gestiones en todo lo relacionado con la distribución, consideramos que tales acciones deben llevarse a cabo a través de consensos y acuerdos que favorezcan los procesos comunitarios. Y que vayan más allá del aspecto económico. 

Lamentamos lo ocurrido dado que este proyecto nos demandó esfuerzo y creatividad. Además de que para cada unx de nosotrxs la película representa una muestra irrefutable de compromiso personal con las causas socioambientales. Creemos necesario y urgente generar nuevas formas de distribución y, en simultáneo, promover acuerdos transparentes y justos en todos los procesos que conllevan la realización de documentales como “¿Qué les pasó a las abejas?” 

También consideramos importante que toda vez que un realizador o equipo de producción se relacione con pueblos originarios o afrodescendientes para hacerse con información valiosa sobre procesos comunitarios, luchas sociales y saberes, se replantee lo relacionado con aspectos como los derechos de autor, la propiedad intelectual y el derecho colectivo. De forma tal que se generen complementos y, a partir del acuerdo entre ambos actores, se generen campañas de impacto social realmente efectivas. 

Así como reconocemos el esfuerzo de las instituciones públicas por destinar fondos a la creación y la promoción de la cinematografía en México, también señalamos que es necesario respetar todas las manifestaciones de cine. Incluidas aquellas que no necesariamente congenian con el circuito comercial y cuyo objeto es exponer problemáticas que nada tienen que ver con el entretenimiento industrial en pantalla. 

Proponemos a IMCINE, como así también a aquellas instituciones gubernamentales que brindan estímulos económicos para la creación cinematográfica en México, que implementen en sus metodologías el “Manual de buenas prácticas para cine”. A esto recomendamos añadir mecanismos de transparencia presupuestal con alcance a todxs lxs participantes de un documental. 

Aclaramos que esta discusión versa sobre temas éticos cuya discusión viene estando pendiente desde hace décadas. No tenemos interés en afectar la imagen o la reputación de ninguna persona en particular. Nuestra voluntad nace de la necesidad y urgencia de abordar este tipo de discusiones tanto en las esferas de las instituciones públicas como entre realizadores de México y América Latina y la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas. 

Consideramos relevante e ineludible: 

  • ●  Permitir que las comunidades del municipio de Hopelchén, en el estado de Campeche, puedan divulgar el documental de forma abierta y en los tiempos y las formas culturalmente adecuadas que estas consideren convenientes. 
  • ●  Que IMCINE y otras instituciones o dependencias ligadas a la producción cinematográfica incorporen el “Manual de buenas prácticas para cine” en sus convocatorias. Y sus preceptos formen parte de los contratos que se lleven a cabo. 
  • ●  Al momento de realizar una película o documental, que se tome en cuenta la importancia de los derechos colectivos. Y se alcancen consensos en aspectos como el derecho de autor y la divulgación. 

Atentamente: 

Robin Canul Suárez (co-director y fotógrafo) Maricarmen Sordo Aguilar (directora de fotografía) Jairo Román Mukul (editor)
Patricio Eleisegui (investigador y periodista) 

Anexo 

Manual de buenas prácticas: 

1. Dejar copia de todo el material grabado. 

2. Entregar y exhibir copias de la película en la comunidad. 

3. Hacer copropietarios de la película a los personajes principales y/o comunidades. 

4. Celebrar la autoría individual y/o colectiva de las personas y comunidades indígenas y afromexicanos que participen en ella. 

5. Promover el acceso a la cultura cinematográfica desde una perspectiva indígena o afromexicana. 

6. Transparentar el presupuesto con las y los integrantes de la producción e implicados. 

Relacionadas:

Portal periodístico independiente, conformado por una red de periodistas nacionales e internacionales expertos en temas sociales y de derechos humanos.