Una mujer con dermatitis atípica podría ser la “paciente uno” en Italia

11 enero, 2021

Un estudio realizado por la Universidad Estatal de Milán revela que el SARS-CoV-2 ya estaba presente en Italia desde noviembre de 2019, en una mujer que presentó reacciones en la piel. Este daño se identifica entre el 5 y 10 por ciento de pacientes con covid

Texto:  Cynthia Rodríguez

Foto: Organización Mundial de la Salud

MILÁN.- Una mujer de 25 años originaria de la ciudad de Milán podría ser la primera persona contagiada por  covid-19 en Italia, ya que a través de una biopsia que se le realizó cuando sufría por una dermatitis aguda desde noviembre del 2019 la colocaría como la primer paciente con la enfermedad, antes de Mattia Mestri, el “paciente uno” de Codogno y del niño de cuatro años con síntomas de sarampión, cuya prueba fue realizada un mes después.

Este último estudio, coordinado por la Universidad Estatal de Milán y publicado en el British Journal of Dermatology, se dio a conocer ayer donde a esta mujer se le practicó una biopsia de piel el 10 de noviembre de 2019 por una dermatosis atípica, un mes antes que al niño de cuatro años cuya presencia del virus había sido documentada con una prueba realizada en diciembre de 2019.

Un grupo de médicos investigó biopsias de piel del otoño antes del estallido de la pandemia, encontrando covid en un paciente joven que tenía (aparentemente) solo una erupción roja en los brazos. Los trastornos de la piel están presentes en aproximadamente el 5 o 10 por ciento de los pacientes con una infección por covid-19. 

Un grupo de patólogos coordinado por Raffaele Gianotti, investigador de la universidad milanesa, con el apoyo de los laboratorios del Instituto Europeo de Oncología y del Centro de Diagnóstico Italiano, revisó una decena de biopsias cutáneas de dermatosis atípicas observadas en los últimos meses de 2019 que no tenían un diagnóstico preciso. 

“Buscamos en el pasado porque en nuestros trabajos ya publicados en revistas internacionales se ha demostrado que hay, en esta pandemia, casos en los que el único signo de infección por covid-19 es el de una patología de la piel”, explicó Gianotti. “Me preguntaba si podríamos haber encontrado evidencia de la presencia de SARS-CoV-2 en la piel de pacientes con solo enfermedades de la piel antes del inicio de la fase epidémica oficialmente reconocida”. 

La biopsia de una mujer joven que data de noviembre, tres meses antes del caso Codogno, mostró la presencia de secuencias genéticas de ARN del virus, huellas dactilares covid-19 en el tejido cutáneo. 

Giovanni Fellegara, jefe del laboratorio de anatomía patológica del Centro Italiano de Diagnóstico, indicó que a través de las investigaciones inmunohistoquímicas realizadas en el laboratorio fue posible demostrar la presencia de antígenos virales en las glándulas sudoríparas. 

Este hecho fue posteriormente confirmado por el hallazgo en las mismas estructuras de secuencias de genes de ARN viral identificadas con la técnica RNA-FISH por el Instituto Europeo de Oncología. 

“También demostramos la presencia de secuencias virales del SARS-CoV-2 en seis pacientes en 2020 que solo padecían dermatosis pero sin síntomas sistémicos de infección por COVID-19”, añade Massimo Barberis, director de la unidad clínica de diagnóstico histopatológico y molecular de dicho instituto.

La joven, contactada retrospectivamente, dijo que no tenía otros síntomas y que esas lesiones desaparecieron a los cinco meses.

A partir de una prueba serológica realizada en junio de 2020, se encontraron los anticuerpos en la sangre. «Según los datos de la literatura mundial, esta es la evidencia más antigua de la presencia del virus SARS-CoV-2 en un ser humano», escribe la Universidad Estatal de Milán, que ya había reconocido el primer hisopo positivo a principios de diciembre, realizado en un niño de cuatro años por sospecha de sarampión.

Reacciones en la piel, síntoma

La nueva investigación comprueba que no sólo fiebre, tos y pérdida del gusto y el olfato son los únicos síntomas de covid. Entre las manifestaciones menos frecuentes también se han reportado reacciones en la piel, que muchas veces no son graves y retroceden espontáneamente. 

Las enfermedades de la piel están presentes en el 5-10% de los pacientes con infección por covid-19 e incluso en algunas ocasiones son el único síntoma de la enfermedad. 

A través de la biopsia de la paciente de 25 años que sufría de urticaria en los brazos, se ha descubierto que el virus ya circulaba en Milán en noviembre de 2019, mucho antes de la identificación del «paciente 1» de Codogno, Mattia Maestri, el 20 de febrero de 2020. 

La biopsia de la joven, que data del 10 de noviembre de 2019, mostró la presencia de secuencias de genes de ARN del virus SARS-CoV-2, identificadas mediante dos técnicas diferentes sobre tejido cutáneo: inmunohistoquímica y ARN-FISH. 

«Metafóricamente, encontramos ‘huellas digitales’ de covid-19 en el tejido de la piel», comentan los investigadores. 

El resultado fue confirmado por el hallazgo en la misma secuencia genética de estructuras del ARN viral identificado con la técnica RNA-FISH realizada en el Instituto Europeo de Oncología.

Con el mismo tipo de análisis, también se encontró la huella dactilar del virus en la biopsia de un hombre realizada en enero de 2020. “Es una persona muy anciana, pero ya no hemos podido rastrearlo. Lo que surge es que SARS-CoV-2, al igual que otros virus, solo puede causar lesiones cutáneas sin otros síntomas sistémicos”, explicaron los investigadores. 

La confirmación de ello, añade Massimo Barberis, director de la Unidad de Diagnóstico Histopatológico y Molecular del Ieo, radica en haber detectado en plena pandemia la presencia de secuencias virales de SarsCoV2 también en seis pacientes en 2020, que padecían solo dermatosis pero sin síntomas sistémicos de covid-19.

Este nuevo estudio se suma a los de los últimos meses que habían detectado la presencia del coronavirus en las aguas residuales del norte de Italia en diciembre de 2019, el del Instituto Nacional del Cáncer de Milán que había encontrado anticuerpos contra el virus en pacientes de un cribado para el cáncer de pulmón entre septiembre de 2019 y marzo de 2020, y el del niño milanés que dio positivo en una prueba realizada a principios de diciembre de 2019. 

El niño fue acompañado a la sala de emergencias de Milán el 30 de noviembre con síntomas respiratorios y vómitos, que se prolongaron durante mas que una semana. Al día siguiente, aparecieron manchas en la piel similares a las del sarampión, pero en realidad el pequeño padecía otra enfermedad. Posteriormente con investigaciones adicionales se identificó el coronavirus en ese niño.

Los primeros indicios

Fue un estudio italiano, publicado en marzo en la Revista de la Academia Europea de Dermatología y Venereología por Sebastiano Recalcati, dermatólogo del hospital Alessandro Manzoni de Lecco, que por primera vez llamó la atención de comunidad científica en el ámbito de la dermatología. 

Siguieron otras investigaciones, pero lo que surgió es que en aproximadamente el 20 por ciento de los pacientes con covid, aparecen erupciones cutáneas similares a la varicela, urticaria o vesículas, por lo tanto muy similares a las de otras manifestaciones virales. 

Las manifestaciones cutáneas son más frecuentes en el tronco, pero pueden extenderse por todo el cuerpo, a menudo sin mucha picazón y en algunos casos están relacionadas con la gravedad de la enfermedad. 

Luego están las lesiones rojas y violáceas en particular en las extremidades de los dedos de los pies y las manos, similares a los sabañones provocados por un frío excesivo, que se presenta principalmente en niños y adolescentes, en su mayoría completamente asintomáticos.

Los informes de estos casos inusuales comenzaron en Lombardía, pero luego llegaron de todo el mundo, sin embargo, aún no se ha demostrado una cierta correlación con SARS-CoV-2. La duración media de las lesiones cutáneas es de 9 días y en la gran mayoría de los casos no son graves. De hecho, suelen tener una resolución espontánea y no es necesario prescribir medicinas.

Cynthia Rodríguez

Periodista mexicana radicada en Italia, donde ha sido corresponsal para varios medios. Autora del libro Contacto en Italia. El pacto entre Los Zetas y la 'Ndrangheta, sobre los lazos entre uno de los grupos criminales más antiguos del mundo y uno de los cárteles emergentes más temidos de toda la historia en México. Tiene una maestría en Migración por la Universidad de la Sapienza y otra sobre Combate a la criminalidad organizada y la Corrupción por la Universidad de Pisa.