25 noviembre, 2022
Una faena llamada el camino hacia la libertad consigue que, después de ocho años, los 7 presos mazatecos de Eloxochitlán logren entablar dialogo con el próximo gobierno oaxaqueño, Salomón Jara. Sin embargo, la justicia aún parece estar lejos.
Texto y fotografías: Elizabeth Díaz y Karen Melo / Sueña Dignidad
ELOXOCHITLÁN, OAXACA. – Una bocina se escucha desde el plantón el plantón de mujeres mazatecas en resistencia por la libertad de los presos y desplazados de Eloxochitlán de Flores Magón. Corean el pase de lista para abordar los autobuses que llevaran a más de 100 personas a la Faena Internacionalista por la Libertad, un ejercicio impulsado por las familias de los presos para conmemorar los 100 años de la muerte del ideólogo anarquista Ricardo Flores Magón, ocurrida el 21 de noviembre de 1922 en la cárcel de Leavenworth, en Kansas, Estados Unidos de América. Se dirigen a la tierra del anarquista: a Eloxochitlán de Flores Magón.
Claudia, integrante de la Asamblea General de los Pedregales de Coyoacán, y Sara, hija del preso político Jaime Betanzos se aseguran de que aborden las últimas personas para emprender el viaje. Han sido largas semanas de planificación para llevar a acabo la Faena. Y también han recibido el apoyo de distintas colectividades del país y el mundo que han enviado insumos, materiales, donado obra y trabajo físico para lograr organizarla.
Antes de partir un sonido interrumpe el ruido de la ciudad, es Eusebia Zepeda, la profesora rural, ex desplazada y esposa del preso Jaime Betanzos, quien grita en mazateco:
¡Kata bijondi’ni, xangié ra kiyá ndayá ko rá kingio! / ¡Kata bijiondi´ni, kata bijiondi´ni!
(¡Libertad para los presos y desplazados! / ¡Libertad, libertad!)
En los autobuses se puede escuchar su replica en castellano una y otra vez. Avanzamos hacia Eloxochitlán.
Cae la noche del 19 de noviembre, y en la entrada del pueblo de Eloxochitlán se encuentra una rotonda con la figura de Ricardo. A su lado la comunidad ha montado un templete que tiene como fondo una manta alusiva a la Faena. También hay una carpa sostenida por ramas gruesas de bambú fresco.
Argelia, hija del preso Jaime Betanzos toma el micrófono para invitar a las personas de la comunidad a unirse a una ceremonia prehispánica encabezada por el grupo de Mujeres Rebeldes Punk´s en lucha por la humanidad. Al centro de la rotonda semillas, flores, verduras y frutas rodean la figura del anarquista. Quienes encabezan el acto explican a los asistentes que realizaran una “invocación libertaria”. Le pedirán a la madre tierra la pronta libertad para la comunidad.
La mañana del día siguiente nos recibe con las montañas repletas de nubes. Las casas abrieron sus puertas a voluntarios y asistentes que vinieron de distintos lugares del país y del mundo. Llleagon a Eloxochitán a dar talleres, conversatorios y una mercadita de diversos productos. También vinieron proyectar documentales, presentar libros, y otras actividades encaminadas a mostar la slidaridad por la lucha para liberar a los 7 presos políticos. A través de las montañas sierreñas nos alcanza la oscuridad. En el templete se encuentra Grupo Kandela amenizando. Al micrófono, uno de sus integrante nos invita a bailar por la libertad al son de embrujo de cumbia. Estudiantes, defensores, periodistas, niños, familias, anarquistas, punks y luchadores sociales muestran sus mejores pasos para terminar las canciones con un grito de justicia.
Uno de los objetivos de la Faena es exigir la libertad de los siete presos políticos de Eloxochitlán: Herminio Monfil, Isaías Gallardo, Jaime Betanzos, Omar Morales, Alfredo Bolaños y Francisco Durán. Ellos llevan ocho años en la cárcel sin recibir sentencia. Se encuentran recluidos en los Centros Penitenciarios de Cuicatlán, Tanivet y Villa de Etla, a cientos de kilómetros de su tierra natal.
La culminación de la Faena había llegado, el día 21 del onceavo mes marcaba los 100 años de la muerte de Ricardo Flores Magón. La mañana comenzó con un desayuno para invitarnos a la rotonda donde se congregaron personas de diferentes barrios de la comunidad. Todas se reunieron para acompañar la ceremonia de cierre de la jornada, donde las familias de los presos y desplazados fueron parte central del acto. En ella expresaron su descontento por la situación en la que llevan sumergidos ocho años. Después, los asistentes pidieron el cese de la persecución de los presos políticos del mundo y sus familias. Después de la ceremonia, cientos de habitantes del municipio se unieron para acompañar una manifestación encabezada por las familias de los presos y desplazados políticos de Eloxochitlán. Las familias no avanzaron solas, pues con ellas también marcharon familiares del preso político Fidencio Aldama; el Comité por la Libertad de Karla y Magda; el Comité por la libertad de Kenia Hernández; madres de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa; y la Caravana Mexiquense por la Dignidad, Justicia, Libertad y Vida.
La movilización contó con la participación de más de 300 personas integrantes de diversos colectivos y organizaciones, así como población de la comunidad, del país e internacional que reiteraron su apoyo hacia las familias de los presos políticos. Durante el trayecto un grupo de personas llevaron un féretro con la imagen de Ricardo, que acompaño a la comunidad para exgir la libertad inmediata de los presos políticos.
El acto concluyó con una ceremonia frente al Palacio Municipal, donde se anuncio una alianza para la libertad de los presos de varias luchas sociales del país. También se conformóel colectivo Tji´nde-najin Kjoabijnanií-najin (Tenemos derecho a la libertad), integrado por los siete presos de Eloxochitlán, quienes anunciaron el inicio de una huelga de hambre hasta que se abriera una mesa de dialogo con el Ingeniero Salomón Jara Cruz, próximo gobernador del estado de Oaxaca. Además dieron a conocer su unión con la Coordinadora Internacional de Solidaridad y presos politicos y revolucionarios del mundo.
El trayecto hacia la capital oaxaqueña comenzó en la madrugada, dirigiéndose a exigir la mesa de negociación con Salomón Jara. Partimos más de 15 personas en una suburban. Los familiares de presos y desplazados abordaron con la convicción de seguir avanzado por la libertad. El camino fue muy complicado, pues se encontraban quienes en 50 años no habían salido de su hogar por la economía, obligaciones, y diversas razones, por lo que el viaje les represento un gran reto.
Al medio día del 23 de noviembre, al llegar a la Casa de Transición del Gobernador electo, nos encontramos con una puerta cerrada. La misma que días antes había estado abierta, comentaron lugareños, para atender las peticiones de la ciudadanía.
Ante esto las familias cerraron la calle Manuel Sabino Crespo, una vialidad muy transitada de la capital oaxaqueña. Sostenían la misma manta que adornó la Faena. Sus manos cansadas comenzaron a tocar con fuerza la puerta, e invitaron a que algún funcionario les recibiera y estuviera abierto al diálogo.
Minutos después se acercó una funcionaria identificada como Nancy Villegas, quien dijo ser enviada y parte del equipo de Salomón Jara. Posteriormente se acercó José Ángel San Juan, quien enlazó una llamada con el próximo Secretario de Gobierno, Jesús Romero. Tras la llamada, se fijó una cita para el mismo día, a las 5 de la tarde, con un punto de encuentro por definir.
Las mujeres mazatecas se reunieron con Jesús Romero durante un par de horas. Las familias lo tienen claro, y lo expresan, después de ocho años no requieren un equipo jurídico especializado. Argelia Betanzos lo dice firme:
“Se requiere con urgencia un personal con voluntad política que sea capaz de entablar comunicaciones con el Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca, que hace varios años tuvo la voluntad de admitir la inocencia de nuestros compañeros presos, tuvo la voluntad de hacer un estudio, de escrudiñar los expedientes que como resultado tuvieron 20 autos de libertad que están firmes. Ha sido inaudito que el tribunal se haya desentendido”.
Finalmente llegaron a dos acuerdos. El primero, la mesa de trabajo quedó formalmente instalada y compuesta por familiares de los presos, gente de la Secretaria General de Gobierno y algunas áreasjurídicas del gobernador. Se acordó que en una próxima reunión se sabrá quienes serán los interlocutores por parte del equipo de Salomón Jara.
El segundo acuerdo es que se acepto que la defensa de los presos ahora pertenece al Instituto Público de la Defensoría Federal, específicamente de la delegación Oaxaca. SE estableció que a mediados de diciembre habrá dos momentos, uno con el personal de gobernación, y otro para entablar pláticas concretas con el Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca .
La postura que clarifica el próximo Secretario de Gobierno no es la de liberar a los presos, pues desconoce los detalles del asunto y los elementos en concreto que puedan advertir a las injusticias de las que los presos han sido objeto. Sin embargo, aceptó que requiere profundizar, reconocer el caso y que existe una actitud de apertura. El secretario promete que su gobierno no será autoritario, ni impondrá prejuicios en el abordaje del caso.
Las familias rememoran que, a ocho años de lo ocurrido, la comunidad tiene el derecho de hacer una demostración histórica y social para hacer notar que la versión con la que se les acusa es falsa. Según su experiencia, y el contexto en el que se ha desarrollado su caso, lo que impedido la libertad de los presos han los bajo gobiernos autoritarios que han reprimido cualquier oposición a sus posturas.
Antes de concluir la reunión e ir a descansar, una de las familiares pide un minuto de silencio para Genaro Vargas Terán. Él, como cientos más, fue perseguido y desplazado de su comunidad por los mismos cargos que han asediado a más de 15 familias de la comunidad. Murió el pasado 10 de agosto, a causa de una caída desde un árbol de más de 10 metros que le provocó fractura de columna. No pudo recibir atención médica, ni un tratamiento adecuado por miedo a ser ingresado a prisión. Además, no contaba con recursos económicos. La mesa ha traído esperanza y su memoria al caminar tantos años de lucha. Pero la justicia sigue ausente para los presos de Eloxochitlán.
Es 24 de noviembre, estamos afuera del CERESO Varonil de Tanivet, a lado de la puerta de entrada para la prisión. La fila está conformada en su mayoría por mujeres que cargan bolsas transparentes con comida, refrescos y pan.
Han pasado ocho años desde el encarcelamiento de Alfredo Bolaños Pacheco, Herminio Mónfil Avendaño y Omar Hugo Morales, y cuatro años del de Isaías Gallardo. Las visitas en estos años han sido limitadas; hoy entrará Alicia, esposa de Alfredo, y por primera vez los dos padres de Isaías, quienes no lo han visto desde noviembre del 2014, cuando fueron acusados de asesinar a un habitante de la comunidad.
Ese día, la asamblea comunitaria de Eloxochitlán pasó uno de sus momentos más oscuros. Durante una elección de representantes, dos grupos antagónicos se enfrentaron en la plaza principal del pueblo. Uno de los grupos era encabezado por Manuel Zepeda Cortés, padre de la diputada morenista Elisa Zepeda. El otro era encabezado por Jaime Betanzos, ahora preso político.
Tras el encuentro de ambos grupos el caos reventó la elección. Existen múltiples versiones de lo que pasó ese día, pero algo es cierto: el hijo de Manuel fue asesinado. Lo que no se sabe es quién lo hizo, pero aún así las autoridades de justicia decidieron culpar a 7 personas, quienes hasta la fecha no han recibido sentencia alguna.
El estatus jurídico de Isaías Gallardo Alvarez y Omar Hugo Morales Alvarez está en calidad de urgencia, pues esperan a que se les dicte sentencia a su caso con expediente 55/2014, donde se les acusó del homicidio de Gustavo Estrada Andrade, y esperan la resolución de su sentencia sobre el mismo delito.
El caminar ha sido largo, y lleno de laberintos jurídicos que parecen insorteables para las familias mazatecas. Por ejemplo, en el caso de Jaime Betanzos Fuentes, Herminio Monfil Avenadaño y Fernando Gavito Martínez actualmente se está resolviendo un amparo en revisión que estudia si es legal el hecho de que el tribunal haya revocado la libertad que ellos ganaron en marzo de 2019 contra el cargo de homicidio. Los demás presos tienen pendientes el cierre de sus casos, pero la justicia ha prolongado su resolución.
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