Aunque una de los testigos identifica a un agente de la policía municipal como partícipe en el grupo que acompañaba a “El Chueco” previo al asesinato de un joven y de los sacerdotes jesuitas en Cerocahui durante mediados del 2022, las autoridades no han investigado ese aspecto
Texto Patricia Mayorga / Raíchali
Foto: Raúl F. Pérez Lira
Un policía municipal de Urique participó con el grupo delictivo liderado por José Noriel Portillo Gil, El Chueco, en las agresiones contra los hermanos besibolistas Berrelleza Rábago, el 20 de junio de 2022, horas antes de los homicidios de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales (padre Gallo) y Joaquín Mora Salazar.
La declaración de una mujer, que consta en la carpeta de investigación 17-2022-210, reveló que el 20 de junio del 2022 a las 3 de mañana, llegaron dos hombres armados a su casa en Cerocachui. La testigo se encontraba en la casa con Paúl Osvaldo Berrelleza Rábago, a quien los hombres armados le gritaron que saliera, él les prende la luz y abre la puerta, para dar paso al ingreso de los 2 hombres a la vivienda.
El testimonio de la mujer identificó a uno de ellos como Carlos Cantú y al otro como un agente municipal de la localidad de Cerocahui, municipio de Urique. Ambos le exigieron esa noche a Paúl Osvaldo que les dijera dónde estaba su hermano Jesús Armando Berrelleza Rábago, quien tenía en ese entonces 26 años.
Sin embargo la Fiscalía General del Estado no ha investigado ni ha detenido a ningún agente municipal de Urique por esa causa, de acuerdo con el área de comunicación social de la dependencia.
A Paúl Osvaldo lo interrogaron los sujetos sobre su parentesco con Jesús Armando Berrelleza. El joven les respondió que desconocía dónde estaba su hermano y les cuestionó para qué lo buscaban.
“Carlos Cantú le dijo que Jesús Armando le había gritado cosas que no le parecían al jefe, refiriéndose a José Noriel Portillo Gil, alias El Chueco”, agrega el testimonio.
Respecto de ese tema, las autoridades de justicia han dado a conocer anteriormente que los hermanos Berrelleza, Paúl Osvaldo y Jesús Armando, jugaron beisbol el fin de semana anterior y su equipo le ganó al equipo patrocinado por Noriel Portillo. Esa situación hizo enojar a quien era líder criminal en la región y presuntamente tomó venganza contra ellos.
Los dos hombres que llegaron a intimidar a Paúl Ovaldo Berrelleza la madrugada del 20 de junio, le ordenaron que le dijera a su hermano que acudiera a la comandancia de la policía seccional para solucionar “el problema”. Luego se retiraron de la casa de la familia.
A las 6 de la mañana, tres horas después de ese mismo día, llegó una camioneta pick up al domicilio de Paúl Osvaldo. La mujer que dio testimonio declaró que ella se asomó, vio que descendió Noriel Portillo del vehículo color gris de cabina y medio.
El líder criminal llevaba un arma larga y con él se bajó otro hombre a quien no identificó, pero también iba armado. Paúl Osvaldo salió de su casa, El Chueco lo sometió y lo hincó a un costado del domicilio. Noriel Portillo caminó hacia atrás de la casa en busca de “algo” y disparó. Quienes estaban presentes sólo escucharon las detonaciones.
El otro hombre que vigilaba a Paúl, quien permanecía hincado, le aseguró “que ya se había cargado la chingada a su hermano Jesús Armando”, agrega el testimonio. Luego le dijo a otro integrante del grupo delictivo, que se encontraba adentro de la pick up en la que llegaron, que bajara a otra mujer que llevaban privada de la libertad. La testigo reconoció a esa otra mujer como su concuña, esposa de Jesús Armando.
Cuando acercaron a la mujer privada de la libertad hacia Paúl y la testigo, uno de los hombres armados le dio una cachetada y le exigió que les dijera dónde se encontraba Jesús Armando, pero ella respondió que no sabía porque se había salido de su casa desde temprano y no había regresado.
Noriel Portillo le preguntó a Paúl Berreleza dónde se encontraba Jesús Armando, le parecía ilógico que no supiera su paradero porque era su hermano. El Chueco hizo a un lado a las dos mujeres, a la declarante y a la esposa de Jesús Armando, al mismo tiempo que disparó con un rifle contra el pecho de Paúl Osvaldo.
Posteriormente, El Chueco hincó a las dos mujeres. La mujer testigo pidió que no le hiciera nada a un niño pequeño que estaba con ellas. Noriel Portillo le ordenó que se levantara porque les haría nada y que sacaran las pertenencias de valor del domicilio porque quemaría la casa con el cuerpo de Paúl Osvaldo Berrelleza.
La mujer alcanzó a sacar algunas cosas y se dirigió a otro domicilio a unos 30 metros. Su concuña continuaba arrodillada. Posteriormente llegó otra mujer llorando hasta donde se encontraba la mujer que testificó. Les dijo que El Chueco había ingresado a su domicilio y que cateó su casa. Desde donde se encontraban, alcanzaron a ver el humo que salía desde la casa de Paúl, abundó en su declaración, momento en el que desconocía aún el paradero de Paúl y de su concuña.
José Noriel Portillo se encontraba muy tomado y bajo los efectos de una droga, vestía un chaleco balístico color gris, una playera roja y un pantalón de mezclilla azul claro, estableció la mujer en su testimonio.
La mujer declaró también que ella conocía a Portillo Gil porque es líder criminal de esa región serrana y la mayor parte del tiempo que él circulaba por Cerocahui, trababan de no salir porque él se comportaba muy violento.
El 21 de junio se dio a conocer la desaparición de los dos hermanos y que a las mujeres las dejaron ir con los niños. Días después, la testigo presentó su declaración.
El 8 de julio de 2022, dieciocho días después del ataque, la Fiscalía General del Estado y la 42 Zona Militar, dieron a conocer la localización de los dos hermanos Berrelleza Rábago: a Paúl Osvaldo lo encontraron sin vida y Jesús Armando estaba a salvo. Actualmente vive como testigo protegido fuera de su tierra.
En un operativo a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Guardia Nacional, Secretaría de Seguridad Pública del Estado y la FGE, encontraron a Jesús Armando “en un punto de la región serrana de la entidad” y fue integrado al programa de protección a testigos protegidos bajo el resguardo de la FGE, según los comunicados de prensa.
Con otro testimonio anónimo, localizaron el cuerpo de Paúl Osvaldo Berrelleza, quien tenía 22 años, en el cerro Colorado del ejido de Cerocahui. Sus restos fueron trasladados a las instalaciones Servicio Médico Forense (Semefo) para la práctica de los dictámenes periciales correspondientes.
José Noriel Portillo Gil fue asesinado en Choix, Sinaloa, el 18 de marzo de 2023 por un grupo delictivo contrario. Su homicidio fue anunciado el 22 de marzo por las autoridades, mientras que la Compañía de Jesús, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otras instancias, han advertido que el abatimiento de El Chueco no representa justicia, ya que el grupo delictivo continúa operando y los múltiples delitos que han cometido continúan impunes.
En el segundo aniversario luctuoso de los jesuitas, del guía de turistas Pedro Eliodoro Palma Gutiérrez y de Paúl Osvaldo Berrelleza, el sacerdote jesuita Javier El Pato Ávila Aguirre sostuvo que el grupo delictivo que lideró El Chueco, perteneciente al cartel de Sinaloa, continúa operando en la región.
En el documental Yawimé. Las huellas de Javier y Joaquín, presentado en el marco de la conmemoración del segundo aniversario en Cerocahui, Javier Ávila declaró:
“Alguien dijo ‘ya se desarticuló la banda’, yo me reí y me sigo riendo de esa declaración, no se han desarticulado los grupos armados de la tarahumara, a excepción de Cerocahui, circulan libremente, siguen operando, cometiendo atrocidades como el robo del bosque, robo de tierras, generando desplazamientos, la gente abandona sus casas por miedo o porque los presionan para que las abandonen y ellos posesionarse de sus tierras y de su bosque, eso no quiere decir que ya hay justicia en la tarahumara”.
El documental fue producido por Jesuitas de la Tarahumara, Fundación Loyola y Fundación Sertull.
El padre Pato Ávila aseveró que no espera que haya reparación del daño para los familiares de los sacerdotes sacrificados y reclamó que las autoridades no ven por la familia Paúl Berreleza, cuya vivienda quemaron y no se ha reparado el daño.
La Fiscalía General de la República (FGE) informó que desde el 20 de junio de 2022 han detenido a 22 personas relacionadas con el grupo delictivo de José Noriel Portillo. La última detención fue la de Carlos C.R, exlugarteniente de El Chueco. Su aprehensión fue en la ciudad de Chihuahua el 14 de junio de 2024 y está relacionada con la desaparición de Paúl Berrelleza.
Asimismo, el mismo día de los asesinatos las autoridades trasladaron a 31 personas fuera del municipio por ser víctimas indirectas, entre ellas 13 menores de edad.
El 11 de agosto de 2022 detuvieron a GIlberto P.V apodado El Shakira, en un campamento localizado en una brecha entre Tubares, municipio de Urique, y Choix, en el estado de Sonora. Le aseguraron 2 mil pastillas de fentanilo y un arma con casquillos útiles.
Otra detenciones que estarían relacionadas con el caso de Paúl Osvaldo Berrelleza son las de José Pablo M. Q alias El Barbas y Alfredo Evaristo A.L alias El Chispas, procesados por inhumación clandestina, desaparición de personas y delincuencia organizada.
El 7 de julio aprehendieron a El Barbas y el 10 de julio a El Chispas, este último también fue procesado por el delito Contra la Seguridad de la Comunidad en El Churo, municipio de Urique. El 13 de julio ambos fueron vinculados a proceso.
La FGE detalló que esas y otras detenciones son el resultados del Operativo Conjunto desplegado en coordinación con Sedena, Guardia Nacional, Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, así como Seguridad Pública Estatal.
La dependencia estatal también destaca entre los detenidos a Fernando N, El Cuervo, en Témoris, municipio de Guazapares, por el homicidio del activista Cruz Soto Caraveo. El detenido fue identificado como operador cercano de Noriel Portillo. A él le decomisaron un arma de fuego, un vehículo con reporte de robo y equipos de radiocomunicación.
El 30 de julio de 2022 arrestaron en Bahuichivo, del mismo municipio de Urique, a Paciano P. V, primo de El Chueco, a sus 34 años. Presuntamente él estaba encargado de la distribución y venta de droga en la región. También fueron capturados ese día, Otón P. M, de 60 años de edad y Noel Antonio D. L, de 39.
El 28 de junio de ese mismo año aprehendieron a: Elio David P.G, detenido n Bahuichivo; 28: José Obel M. D; a Oscar Manuel D. M y a Everardo P. M.
El de agosto, también de 2022, fue arrestado Daniel Guadalupe C. A, en Mesa de Arturo, Urique; el 6 de octubre, también en Bahuichivo, detuvieron a José Martín S. W, de 25 años.
Entre las acciones que destaca la FGE, se encuentra el cateo del rancho El Rodeo, presuntamente propiedad de El Chueco en Cerocahui.
Hasta ahora, no hay más detenciones por los homicidios de los sacerdotes jesuitas ni de Pedro Palma. Y aún faltan más implicados en el asesinato de Paúl Berrelleza, el incendio de su vivienda, las agresiones contra su familia y la de su hermano Jesús Armando.
En la Conferencia Mañanera del 24 de junio, el presidente Andrés Manuel López Obrador, sostuvo que la situación de violencia se ha “derechizado” en el país y citó como ejemplo el caso de los jesuitas asesinados en Cerocahui. ” Se nos vinieron con todo”.
“¿Y saben qué ofrecían las autoridades locales? Que saliera el Ejército, porque si salía el Ejército se iban a encontrar los cuerpos. Y dijimos: ‘No, no se va a salir el Ejército’. Y por donde ya se había pasado buscando, de repente aparecen los cuerpos porque había un acuerdo entre delincuencia y la autoridad local. Y se hace una ceremonia contra el gobierno federal y mi instrucción es que no se salga el Ejército, y no salió el Ejército”, agregó el mandatario federal.
Refirió también el homicidio de Noriel Portillo, El Chueco. “Y viene un pronunciamiento: ‘No queríamos que lo ajusticiaran —como si nosotros lo hubiésemos ajusticiado—, queríamos justicia’.
“Y pregunten en Creel y en toda la región cómo este señor, el finado, que asesinó a los sacerdotes. Bueno, al grado que uno de los sacerdotes lo identificó y lo conocía, porque vivía con toda tranquilidad en la zona, era hasta promotor de un equipo de béisbol. ¿Y eso cómo se da? Pues sólo con la complicidad con las autoridades”, reiteró.
López Obrador consideró que es muy injusto hacer un juicio contra el gobierno federal a la ligera.
El pueblo de Cerocahui continúa en espera de justicia, a pesar de que han recuperado una tranquilidad y paz aparente.
Esta nota fue publicada originalmente en RAÍCHALI, que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes ver la publicación original.
Corresponsal de la revista semanal Proceso.
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