11 enero, 2025
Donald Trump amenaza con endurecer su política antimigratoria. Ante esto, organizaciones de migrantes en los Estados Unidos ya se preparan para enfrentar una realidad que, advierten, es «racista y xenófoba» ¿Lo lograrán?
Texto: Kau Sirenio
Foto: Duilio Rodríguez / Archivo Pie de Página
CIUDAD DE MÉXICO. – Con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, los viejos temores de endurecer la política migratoria han alertado a activistas y organizaciones defensoras de los derechos humanos.
La intensificación de la política migratoria ha alertado a activistas y organizaciones defensoras de los derechos humanos.
El temor no es menor, pues durante su campaña, Trump prometió repetidamente reforzar el muro fronterizo con México, deportar a millones de inmigrantes indocumentados y adoptar políticas más estrictas para frenar la inmigración ilegal.
Su posición es clara, como lo expresó en uno de sus rallys de campaña, al afirmar: «El único buen inmigrante es un inmigrante que no cruza ilegalmente la frontera. Y el resto, simplemente, debe ser deportado. No hay nada que debatir».
Ante este panorama, Maru Mora, activista por los derechos de los migrantes en Estados Unidos, advirtió que la política migratoria anunciada por el presidente electo atenta contra la dignidad humana de los migrantes en ese país. Además, señaló: «Tenemos que prepararnos ante la inminente expulsión de nuestros connacionales».
En entrevista telefónica con Pie de Página, Maru Mora advirtió que la criminalización, xenofobia y racismo contra los migrantes en Estados Unidos se recrudecerán. Ante esto, explicó que los migrantes ya están tomando medidas:
«Comenzamos a trabajar con los migrantes de nuestra organización para asegurarnos de que tengan sus documentos listos, como una carta poder sobre sus bienes, en caso de que sean detenidos y deportados, tal como lo ha señalado el presidente electo».
Las acciones que están preparando los migrantes no son menores, pues Mora sostiene que el número de personas puestas en proceso de deportación ha aumentado, incluso bajo el gobierno de los demócratas. «Estamos viendo a personas que cruzan la frontera pidiendo asilo y de inmediato las detienen», señaló.
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Por esto, ella ofrece talleres dirigidos a los inmigrantes para detener y visibilizar los abusos que ocurren en los centros de detención y la anunciada deportación:
«Nos cansamos de ver el abuso y la negociación que ocurría sobre los inmigrantes en cada intento de reforma migratoria. Estas reformas solo buscan garantizar cuerpos desechables, que trabajen sin derechos y luego sean expulsados del país», expresó.
En la conversación, la activista mencionó que este tipo de acciones no solo se dirigen contra los inmigrantes, sino también contra las organizaciones que los apoyan en la resistencia contra las deportaciones.
Maru Mora es fundadora de la organización comunitaria La Resistencia, que defiende los derechos de los migrantes en el estado de Washington. Actualmente, su trabajo se enfoca en crear una red de apoyo y asesoría frente a una posible deportación masiva anunciada por el republicano Donald Trump.
«Lo que estamos viviendo es una muestra del fortalecimiento de las políticas antimigratorias del Departamento de Seguridad Nacional, que, con las órdenes ejecutivas del presidente Trump, tendrá las herramientas para hacer lo que quiera», indicó.
Mora conoce esta realidad de cerca, ya que ella misma fue víctima de persecución cuando enfrentó un proceso de deportación debido a su activismo contra los centros de detención en Estados Unidos. En 2018, afirmó que la persecución contra los inmigrantes responde al racismo que se ha intensificado en ese país.
La protesta más prolongada en la que estuvo involucrada ocurrió el 15 de febrero de 2014, cuando ella y otros activistas bloquearon las calles frente al centro de detención de Tacoma, al sur de Seattle. Este centro alberga a más de mil 500 inmigrantes y recibe personas de Alaska, Montana, Oregón, Idaho, California y de la frontera sur, además de transferir continuamente a sus internos entre el centro de detención y las cárceles estatales cercanas.
La situación, aunque ya es adversa, podría empeorar con el regreso de los republicanos al poder: «Han prometido que irán contra todos los inmigrantes. Sus órdenes ejecutivas fueron interpretadas por el Departamento de Seguridad Nacional, y a partir de ahí, le dicen a la migra: ‘Esto es lo que tienes que hacer'».
«No es una sorpresa que haya regresado. Varias organizaciones sospechábamos que lo haría, pero no tan abruptamente. Pensábamos que habría un reto legal a los resultados de las elecciones. Es importante señalar que no hay un análisis en México sobre estos hechos. La mayoría de la gente votó por Trump; de hecho, muchos no votaron o lo hicieron por un tercer partido en protesta contra los demócratas y su alineamiento con la derecha», cuestiona Maru Mora.
Además, asegura que los demócratas siempre han tenido una tendencia derechista, y que, en algún momento, fueron centralistas. Sin embargo, en estas elecciones quedaron completamente alineados a la derecha:
«Esa fue la campaña de Harris contra los inmigrantes y contra Palestina. Por eso, tantos millones de personas decidieron no votar por los demócratas y optaron por un tercer partido, ya que no querían votar ni por demócratas ni por republicanos», explica.
PAra Mora, la derechización de sus posturas impactó negativamente en la campaña del Partido Demócrata y, paradójicamente, permitió el ascenso de la ultradecha.
«Esto tuvo un impacto en los resultados para los demócratas», cuestionó la activista, aunque el retorno de Trump, añade, también tiene otros factores que muchas veces están fuera de los análisis políticos:
«Hubo una inversión enorme por parte de multimillonarios, tanto de Estados Unidos como de fuera del país. Estas elecciones fueron completamente compradas y manipuladas por la oligarquía internacional, y esto se refleja en la integración del gabinete, pues la mayoría son millonarios o multimillonarios».
Ante esto, Maru Mora sostiene que la única izquierda existente en ese país es la que surge desde las bases, en las comunidades que siguen organizándose para defenderse y sobrevivir.
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Ante esto, concluye:
«Eso es lo que siempre hemos hecho, sobre todo los inmigrantes. Los grupos de inmigrantes son la única izquierda organizada que hay, pero es un grupo de base. A nivel nacional no existe una organización ni una respuesta clara. Son muchos los grupos preparados con una estrategia clara frente a la política regresiva de Trump y sus amenazas. Aquí no hay una izquierda; no la ha habido por mucho tiempo».
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