18 diciembre, 2020
El nuevo confinamiento en la capital y el Estado de México aplica desde hoy hasta enero. Autoridades admiten que la estrategia en el Valle de México no está conteniendo la epidemia y el personal de salud está exhausto. Médicos del IMSS piden a la población que ayude: «Estamos agotados»
Texto: Arturo Contreras Camero
Foto: Gobierno de la Ciudad de México
Actualización 18 de diciembre
Después de seis meses de mantener el Semáforo naranja, la capital del país cedió sus defensas ante el coronavirus y a partir de este sábado 19 de diciembre, la Ciudad de México y el Estado de México entrarán al semáforo rojo de alerta epidemiológica por covid-19.
Autoridades de ambos gobiernos hicieron el anuncio en una conferencia conjunta con el gobierno federal. La medida llega después de semanas en las que ambos gobiernos emitían alertas y estados de emergencia ante el aumento de las hospitalizaciones en la capital, que ya pel 80 por ciento de su capacidad hospitalaria.
El subsecretario de prevención y promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, anunció una nueva batería de actividades esenciales diferente a la lista que se había publicado a inicios de año, cuando inició la Jornada Nacional de Sana Distancia, dos meses durante los que la población mexicana se confinó en sus hogares.
Desde hace un mes la capacidad de los hospitales en ambas entidades para atender a personas enfermas de covid-19 tiene una tendencia a la alza que no ha logrado detener ni el aumento de pruebas ni la estrategia de atención comunitaria del Gobierno de la Ciudad.
“La Zona Metropolitana del Valle de México que se compone de la Ciudad de México y los diversos municipios conurbados albergan a casi una cuarta parte de la población en México. Además es la zona económica y social con la mayor movilidad desde otros estados vecinos”, explicó López-Gatell.
Estas condiciones, dijo, «favorecieron una inercia en la propagación epidémica, misma que, por su mecanismo de transmisión, tarda en limitarse una vez que se adoptan ciertas medidas de mitigación».
Durante esta nueva fase de alerta epidemiológica en semáforo rojo diversas actividades económicas deberán permanecer cerradas desde hoy y hasta el 3 o incluso el 10 de enero de 2021.
Estos son las nuevas actividades esenciales:
Hasta este jueves 17 de diciembre, la ocupación hospitalaria en la Ciudad y en el Estado de México se encontraba en una alarmante saturación de 80 y 75 por ciento. Al respecto la jefa de Gobierno de la Ciudad, Claudia Sheinbuam, aseguró que gracias al apoyo del gobierno federal, de la Secretaría de la Defensa, la Secretaría de Salud y del Instituto Mexicano del Seguro Social la capacidad hospitalaria seguirá aumentando para no llegar a una completa saturación.
La semana pasada, durante la conferencia de prensa vespertina, el subsecretario López-Gatell anunció la llegada de más de 100 especialistas médicos de otros estados del país para reforzar las líneas de profesionales de la salud de los hospitales en el Valle de México, cuyas fuerzas empiezan a menguar después de 10 meses de atender la pandemia, así como la reactivación de la reconversión hospitalaria.
Más tarde, durante la conferencia diaria sobre covid-19, el subsecretario Hugo López Gatell abundó: “Las poblaciones densas y grandes tienen este fenómeno y tardan más en lograrse los resultados de control epidémico”.
De seguirse el nuevo confinamiento de manera satisfactoria, las autoridades sanitarias esperan que para el 3 de enero de 2021 la estrategia de mitigación de caso empiece a reflejarse; sin embargo, no descartan prolongar el periodo de confinamiento, programado hasta el 10 de enero, en caso de ser necesario.
López-Gatell explicó que la estrategia de mitigación de casos consiste en dos partes, la primera es detener los contagios mediante limitar la movilidad social para que haya menos casos de contagio por día y por tanto, menos personas hospitalizadas. Mientras que la segunda es ampliar la capacidad hospitalaria.
Desde febrero, en el Valle de México inició un proceso de reconversión de camas y áreas de hospitales para atender covid-19. Para mayo, punto en el que los contagios llegaron a su primer pico en la capital del país, se contaban con 8 mil 200 camas. La meta para estas semana es aumentar esa capacidad a 9 mil 600 camas.
“Hay algunos factores limitantes –señaló el subsecretario–,. Hoy ya no son los ventiladores porque en su momento adquirimos los ventiladores o se fabricaron en México con la ayuda del Conacyt. Hoy el factor limitante es el personal. En número y desde luego en cansancio”.
Para enfrentar el agotamiento del personal médico, la semana pasada la Secretaría de Salud anunció una estrategia en la que se trasladarían trabajadores de la salud de estados con menor demanda hospitalaria a la capital del país para aliviar la necesidad de médicos frescos y para que quienes actualmente atienden los hospitales puedan descansar.
La tarde anterior, María Luisa Soriano Rodríguez, directora del hospital general de zona no. 71 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Chalco, Estado de México, y Javier Michel García Acosta, director del centro de atención temporal covid-19 instalado en el Autódromo hermanos Rodríguez, pidieron solidaridad a la población.
“Mis compañeros salieron a atender una enfermedad desconocida y mortal, fuese la que fuese su especialidad. Estando en la primera línea de batalla, muchos hemos enfermado, nos hemos recuperado y hemos regresado a la atención, otros no han tenido esa suerte, han perdido esa batalla, pero seguimos los que estamos ahí, al frente” contó la doctora Soriano.
“Sin embargo, si la ciudadanía no nos ayuda, tanto los centros de convalecencia como los hospitales estamos saturados y no vamos a tener en su momento para dónde movernos. Por la labor, por la salud, por la vida de mis compañeros y compañeras que nos mantenemos en la línea de batalla, yo vengo a hacer un llamado a la ciudadanía para que nos quedemos en casa. No es el momento de reuniones, no es el momento de convivencias, es el momento de poder apoyarnos también a nosotros”, dijo la doctora que dirige un hospital híbrido (atiende pacientes covid y no covid).
Por su parte, García Acosta explicó que en octubre pensaban que se podía cerrar el espacio habilitado por el autódromo, porque «así lo marcaba la tendencia de la epidemia». Pero esto cambió a partir de que la gente comenzó a realizar reuniones sociales.
«El personal de salud que está en la primera línea de batalla también es humano, también es papá, también es mamá, también es hermano, también es hijo, pertenece a una familia de la que ha estado alejado!, dijo el médico.
«Hemos aprendido a controlar el miedo, a canalizarlo hacia cosas positivas y de atención, porque sí da miedo estar frente a un virus que es desconocido, que llegó de manera repentina, de manera súbita y que nos sabíamos al inicio cómo tratarlo. Vencimos este miedo, lo canalizamos para atender a esos pacientes, pero el personal médico, el personal de enfermería, trabajo social, asistentes médicos, clínicas de atención al derechohabiente, todo el personal administrativo, todos, todos, todos, que estamos en la línea de batalla estamos ahí, vamos a continuar, pero sí estamos cansados, mentalmente y físicamente».
«El sector salud aquí está, seguimos de pie, vamos a estar para ustedes, pero sí les pedimos esa corresponsabilidad», insistió.
Periodista en constante búsqueda de la mejor manera de contar cada historia y así dar un servicio a la ciudadanía. Analizo bases de datos y hago gráficas; narro vivencias que dan sentido a nuestra realidad.
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