Human Rights Watch denuncia que los centroamericanos deportados desde Estados Unidos corren peligro de muerte en sus países de origen. La organización reporta al menos un centenar de asesinatos en los últimos años
Texto: José Ignacio De Alba
Foto: Cuartoscuro
Al menos 138 migrantes deportados de Estados Unidos a El Salvador fueron asesinados desde el 2013. Así lo informa la organización Human Rights Watch. Otros 70 ciudadanos centroamericanos recibieron golpizas, agresiones sexuales o tortura.
La organización con sede en Nueva York, Estados Unidos, denuncia que los perpetradores de la violencia contra los deportados son pandillas, parejas sentimentales y fuerzas de seguridad como la policía y el ejército.
“Hay un número estremecedor de salvadoreños que son blanco de homicidio, violación sexual y otras formas de violencia después de ser deportados. Al tiempo que el gobierno de EEUU limita el acceso de estas personas al asilo y hace caso omiso de los resultados letales que provocan sus débiles políticas”, señaló Alison Parker, directora adjunta del Programa sobre EEUU de Human Rights Watch (HRW).
La organización asegura que el derecho internacional prohíbe la devolución de personas a lugares donde su vida corra peligro.
Desde julio de 2019 el gobierno de Donald Trump comenzó a enviar a los solicitantes de asilo a ciudades fronterizas, bajo el programa Protocolo de Protección a Migrantes (MPP por sus siglas en inglés). Las familias deben esperar varios meses a que una corte atienda su caso.
La organización Human Watch Right alertó en un reporte que “las devoluciones a México son una amenaza contra los derechos y la seguridad”.
“Durante un año, el programa ‘Permanencia en México’ del gobierno de Trump ha privado a los solicitantes de asilo de los derechos fundamentales del debido proceso y los ha puesto en peligro en las ciudades fronterizas mexicanas”, dijo Thomas Rachko, Jr., oficial interino de incidencia del Programa de Estados Unidos de Human Rights Watch. “Este programa es el pilar de los esfuerzos del gobierno para desmantelar el derecho a solicitar asilo en EE.UU., y sus consecuencias han sido terribles”.
Sólo el año pasado Estados Unidos recibió 59 mil solicitudes de asilo. Entre ellos, el gobierno estadounidense envió a 16 mil niños a ciudades fronterizas de México, donde el crimen organizado tiene un control sobre las aduanas y las policías. HRW tiene un registro de 816 casos de secuestro, robo y otras agresiones a los solicitantes de refugio.
HWR asegura que además de la violencia los migrantes se enfrentan a diversos problemas para solicitar el asilo, como la poca accesibilidad a un abogado. La organización reporta que sólo el 4 por ciento de la gente que pide asilo cuenta con asesoría legal.
Se estima que cada año aproximadamente medio millón de personas personas huyen de la violencia extrema y la pobreza en El Salvador, Honduras y Guatemala y se dirigen al norte a través de México en busca de seguridad.
Cronista interesado en la historia y autor de la columna Cartohistoria que se publica en Pie de Página, medio del que es reportero fundador. Desde 2014 ha recorrido el país para contar historias de desigualdad, despojo y sobre víctimas de la violencia derivada del conflicto armado interno. Integrante de los equipos ganadores del Premio Nacional Rostros de la Discriminación (2016); Premio Gabriel García Márquez (2017); y el Premio Nacional de Periodismo (2019).
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