El juicio contra el padre Aristeo representa una oportunidad para hacer justicia, asegura Alberto Athié, sacerdote que renunció a su ministerio para pugnar por las víctimas de la pederastia dentro de la Iglesia católica
Texto: Rocío Gallegos / La Verdad
Foto: La Verdad
CIUDAD JUÁREZ.- Alberto Manuel Athié Gallo fue sacerdote católico por 20 años, pero en el 2003 renunció irrevocablemente a su ministerio cuando, dice, se dio cuenta que la Iglesia se opone a buscar la justicia de las víctimas abusadas sexualmente por clérigos.
“La iglesia ha tendido más a proteger a los abusadores y a su imagen que proteger a los niños”, afirma tajante en entrevista con La Verdad durante su visita a esta frontera, para comparecer como testigo experto en el juicio contra el sacerdote Aristeo Baca, acusado de violación y abuso sexual de una niña de su feligresía.
Considera que el juicio contra el párroco en la ciudad representa una oportunidad de justicia para la víctima, pero también abre una puerta de esperanza para otras personas que han denunciado la pederastia clerical en el país. Aunque advierte que en el caso de párroco de la Diócesis local aún se debe esperar el veredicto del tribunal.
Athié Gallo inició su cruzada contra los abusos sexuales dentro de la iglesia católica hace más de 25 años, cuando una víctima del fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel Degollado, le contó su historia.
Narra que después de 6 años de buscar justicia para ese caso al interior de la Institución, se dio cuenta que era imposible porque se da prioridad a la preservación de su imagen y al prestigio de sus autoridades, protegiendo a los abusadores más que a los derechos de las víctimas.
“Cuando viví eso yo dije: ‘¿qué paso aquí?’ ¿qué nos pasó aquí…? yo lo asumí en plural y como parte de qué nos pasó en el camino que lo que más nos ha importado es protegernos, que proteger a los niños y a las niñas”, expone el activista y representante ciudadano de víctimas sobrevivientes de abuso sexual ante el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas.
Sostiene que esa situación es una contradicción brutal con el evangelio, porque pone en cuestionamiento no solo el seguimiento a las enseñanzas de Jesús, sino el papel de la Iglesia.
– ¿Cuál es el papel de la Iglesia?
– Hacer que el evangelio se vuelva una luz para un camino, no solo interno, también social. Yo sí creo que el evangelio tiene una dimensión constitutivamente social y debe ser algo que ilumine las vidas de las sociedades, en este caso de las niñas y los niños. Hay una frase muy fuerte de Jesús refiriéndose los niños que dice: no se conviertan en piedra de tropiezo porque más les vale amarrase una rueda de molino al cuello y arrojarse al mar, que lastimar a un pequeño.
“Esa frase es impactante”, agrega el hombre de 65 años al referirse a un pasaje citado en el libro de Lucas, en la biblia, sobre Jesús con sus discípulos.
Asegura que cuando él trató de decir algo respecto a niños y niñas que habían sido tocados, abusados por un superior, como en el caso Maciel, todos en la Iglesia se le echaron encima.
“¿Dónde estuvo mi error?, en haber dicho: oigan no se puede hacer esto en la iglesia”, se cuestiona y responde. “Así como tratamos de luchar contra dictaduras y monstruos de lo que pasa afuera, pues tratemos de revisar lo que pasa adentro y me dijeron no, de eso no se puede hablar”.
Para que se callara, asegura que el cardenal Norberto Rivera Carrera le ofreció hacerlo obispo. “A eso yo dije no”.
Esa circunstancia terminó por alejarlo de la institución en la que sirvió como sacerdote en la arquidiócesis de México, donde trabajó por las comunidades marginadas.
Sobre el juicio contra Aristeo Baca, párroco de la parroquia Santa María de la Montaña, detenido el 9 de febrero del 2019 y cuyo juicio inició el pasado 25 de enero, Athié Gallo dice que representa una oportunidad para mostrar que no puede haber ni personas ni instituciones por encima de las leyes.
“Es ir un paso adelante en materia de justicia”, afirma el activista que fue llamado por la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género (FEM) como testigo experto en el juicio contra el sacerdote en Juárez.
En la entrevista, que concedió en una sala del hotel donde estuvo durante su estancia en la ciudad, el hombre de barba y pelo cano advierte que detrás de la pederastia clerical en el país también hay encubrimiento de la justicia civil.
Además de la Iglesia, la autoridad civil debe actuar, dice, “eso es lo que quisiera que pasara”.
“La impartición de justicia no es solo al interior de la iglesia”, añade. “Cuando la autoridad civil hace su papel, contribuye a la verdad, fortalece los procesos de la justicia y por lo tanto a las víctimas que están implicadas, aclara mejor las cosas y ayuda que esa verdad fortalezca el estado de derecho”.
En el caso particular del juicio contra Aristeo, explica, “se trata de fortalecer el estado de derecho, de que las leyes estén rigiendo a todos y a las instituciones y, por lo tanto, caminar y reivindicar derechos de los niños y las niñas”.
Athié Gallo asegura que no conoce al párroco, ni a la víctima ni a su familia. Precisa que vino como invitado al juicio, para poner a consideración de los jueces una especie de expertise –conocimiento de un experto– sobre los casos de pederastia en México.
Fue para exponer el contexto de tema, una actividad que la Suprema Corte de Justicia de Nación considera necesaria para que los jueces tomen conocimiento pleno de las circunstancias en lo que pueden darse cierto tipo de delitos, explica.
El activista comenta que los sacerdotes pederastas en general son personas cercanas al ambiente familiar de las víctimas, pero también tiene otras coincidencias como la magnitud de sus obras sociales o bienes que hacen por la iglesia, como aportaciones de escuelas, universidades, de dinero, de vocaciones, entre otras cosas, como lo hizo Maciel.
– Ante eso ¿Qué hace la Iglesia, el Papa?
El papa dice para no hacer. Si es verdad que en el discurso dentro de la Iglesia se ha ampliado la condena, la escusa, la petición del perdón y la amenaza, pero en los hechos se mantiene igual y siguen operando igual, entonces que quiere decir, que debemos analizar los dichos y los hechos. En los hechos podemos darnos cuenta de que siguen protegiendo a los agresores, despreciando a las víctimas, desde el tiempo en el que decidieron cuidar la imagen por encima de todo.
– Hace unos 2 años el Papa anunció la abolición del secreto pontificio para casos de pederastia, ¿Qué ha pasado desde entonces, se ha visto un cambio?
– Lo que ha pasado es que se ha visibilizado (la pederastia), hay un reconocimiento de que es un problema mundial, eso ya es un paso, pero cómo enfrentar eso, él dice es un problema mundial, de todo el mundo, nosotros lo padecemos también, lo que hagan otros nos sirve a todos, vamos a ver que hacemos nosotros. En vez de que la Iglesia sea una especie de vanguardia en el trato de los niños y niñas, en la forma prevenir daños a ellos, la iglesia es parte de ese mal en el mundo.
Athié Gallo dice que por sus hallazgos y experiencia no duda en comparar a la pederastia con el holocausto, porque decenas de miles de víctimas inocentes en el mundo han sido sacrificadas para salvaguardar la imagen de la Iglesia y el prestigio de sus representantes.
Aún falta muchísimo por hacer en materia de derechos de niñas, niños y adolescentes, advierte.
Este Trabajo fue realizado por LA VERDAD. Lo reproducimos con su autorización como parte de una alianza de medios. Aquí puedes consultar la publicación original.
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