Un acercamiento al grupo de los Contemporáneos, especialmente a Salvador Novo, a través de su libro de viajes Return Ticket, publicado por primera vez en 1928 y reeditado por la UNAM en 2018
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“El hogar, para no hablar del hotel, lo formamos nosotros en cualquier parte, con libros, lámparas, sábanas y platos”
Salvador Novo.
Esta frase la extraje de Return Ticket, el primero y el más exitoso libro de viajes escrito por Salvador Novo. Apareció por primera vez en 1928 por la editorial Cvltvra. A Novo se le dio escribir libros en torno a sus viajes, como Jalisco-Michoacán (Secretaría de Cultura de Jalisco, 1933), Continente vacío: viaje a Sudamérica (Espasa-Calpe, 1935) y Este y otros viajes (Stylo, 1951).
En palabras del autor, cuenta a Emmanuel Carballo, que sus libros de viaje valen más “por la frescura juvenil con que los emprendí que por lo que revelen o informen de lo visto en ellos.”
El tan celebrado libro comienza con la siguiente oración: “Tengo veintitrés años y no conozco el mar. He pasado toda mi vida en tres o cuatro ciudades sin importancia”, y ya desde la primera página —como es tan común entre los Contemporáneos—, Novo deja asomar su bibliomanía, su pasión hacia los libros, en especial hacia la literatura de culto, como se ve en el siguiente pasaje: “Confieso que tengo más libros que tiempo que dedicar a su lectura, por rápidamente que lea. Pero acaso algún día… y además ¿qué otra cosa podría hacer? Los ejemplares numerados, las ediciones agotadas, las encuadernaciones costosas, son para mí un angustioso placer, más duradero que los juegos de azar”. Se antoja leerlo, ¿no?
La UNAM en 2004 reeditó este libro con introducción de Fernando Curiel, mismo que en 2018 fue incluido en su cada vez más vasta colección Relato Licenciado Vidriera, para el disfrute de los lectores.
Return Ticket es un libro de completa transparencia, Novo dejar ver rasgos de su personalidad esteta, engreída y urgida por publicar un libro digno de su regocijo. En los renglones él mismo lo deja entrever.
Pero también es un libro de memorias, en donde el autor voltea hacia su pasado para rememorar los infernales recreos de su infancia, el trato del que era víctima por parte de niños bruscos y salvajes; describe, brevemente, los atuendos de su madre cuando iban al teatro, la manía de ésta por borrar las fechas de las antiguas fotografías familiares y adelantarlas en el tiempo por dos o tres años, pero haciéndolo a conciencia, sin resucitar en las fotos a quienes ya habían fenecido. Por cierto, aquella acuciosa madre —recuerdo ahora, dice en La estatua de sal— calzaba a su hijo con zapatos de tamaño menor al de los cada vez más grandes pies del infante Novo.
Siguiendo sobre la línea del atuendo, el cronista recuerda en Return Ticket cómo usaba una curiosa boina impuesta por sus padres, mientras rememora la pueril apariencia de los marineros con sombreros que en México no tienen símil. Recordemos que Novo tiene una interesante inclinación, por no decir fascinación, hacia los marineros —y choferes y jovencitos y soldados y…
Una crítica importante a la academia hay en este libro: “Ha muerto el Teatro Crítico Universal. Cada uno de estos alumnos será doctor en un solo aspecto de un solo problema y citará en la bibliografía de su tesis todos los autores que por orden alfabético encuentra en el cajoncito de su especialidad.”
Xavier Villaurrutia y Salvador Novo no sólo fueron los dos más reconocidos y prolíficos escritores del grupo de los Contemporáneos, también los más versátiles en cuanto a géneros literarios y los más íntimos amigos del mismo grupo. Incluso llegó a decir Villaurrutia que “Éramos inseparables, un poco fatalmente, como los dióscuros”, lo afirma en un precioso texto, en el último tomo de su ensayo “Seis personajes”.
Y como en toda íntima amistad, hay fuerzas que surgen de la misma y que se impregnan, como el aroma, entre amigos, en este caso, en forma de influencias intelectuales y creativas.
Identifico una bellísima que, en cuestión estética y de arreglo personal, se evidencian en textos de ambos, y tienen que ver con el horror al bello facial.
En la novela corta —o cuento largo— de Villaurrutia, Dama de corazones (Ediciones de Ulises, 1928), narra: “Vuelvo a la media sombra del cuarto y me asomo al espejo del tocador. Su luz me traiciona un poco, alargándome. Ya nos acostumbramos los dos a vernos. Repaso con el dorso de la mano, distraído, las mejillas erizadas de pequeñas puntas. Tendré que rasurarme. El agua fría reanima, aleja de las preocupaciones, del lugar. La navaja en la mano, frente al espejo, brota la misma melodía traviesa que acompaña siempre la faena, entre la jabonadura y el resbalar de la gillette por el cuello.”
Mientras que Novo, en su Return Ticket, publicado exactamente el mismo año que Dama de corazones, traza, con detalles de instructivo poético, la metodología de su rasurar: “Fue así como hace muchos años descubrí con terror mi pubertad, en un triángulo negro que se posaba sobre mi cuerpo como un murciélago y que traté en vano de borrar. Ahora me rasuro la cara, trazando largos cometas de la barba hacia el cuello, primero el lado derecho, con la eyer-ready, y luego hacia arriba y desde los oídos, con dirección a la nariz, para escuchar el sordo mutilar de los pelos endurecidos, que se quedan en la máquina, desorientados y dispersos pero finamente más pequeños que los que naufragan en las toallas de las peluquerías.” Nótense el naufragio como referencia marítima, algo que sucede a lo largo del libro, dada la pasión desmedida de Novo por el mar —¿o por los marineros?
Pero esta similitud, no en cuestiones de vello facial pero sí de prosa y contenido lírico, también aparece en las novelas de Gilberto Owen y Jaime Torres Bodet, de quien escribí el año pasado.
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Évolet Aceves escribe poesía, cuento, novela, ensayo, crónica y entrevistas a personajes del mundo cultural. Además de escritora, es psicóloga, periodista cultural y fotógrafa. Estudió en México y Polonia. Autora de Tapizado corazón de orquídeas negras (Tusquets, 2023), forma parte de la antología Monstrua (UNAM, 2022). Desde 2022 escribe su columna Jardín de Espejos en Pie de Página. Ha colaborado en revistas, semanarios y suplementos culturales, como: Pie de Página, Nexos, Replicante, La Lengua de Sor Juana, Praxis, El Cultural (La Razón), Este País, entre otros. Fue galardonada en el Certamen de ensayo Jesús Reyes Heroles (Universidad Veracruzana y Revista Praxis, 2021). Ha realizado dos exposiciones fotográficas individuales. Trabajó en Capgemini, Amazon y Microsoft. Actualmente estudia un posgrado en la Universidad de Nuevo México (Albuquerque, Estados Unidos), donde radica. Esteta y transfeminista.
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