Las y los estudiantes inscritos desde la primera generación de la reapertura de la Normal Rural del Mexe, Hidalgo, tomaron las instalaciones para exigir clases presenciales y el cumplimiento de la SEP en formalizar la escuela, pues hasta ahora toman clases con maestros solidarios
Twitter: @Dal_air
María es estudiante de la primera generación desde la reapertura en 2021 de la Escuela Normal Rural Luis Villarreal del Mexe, Hidalgo, en el municipio de Francisco I. Madero. Es de un pueblo indígena de Hidalgo. Hija de campesinos. Quiere estudiar por el aprendizaje de ser maestra que apoye su comunidad o pueblo que lo requiera.
Participó en la toma del Casco de la Hacienda donde se encuentra la Normal Rural el 25 de agosto. Hace dos horas de camino desde su casa a la escuela. Quiere hacer valer su derecho a la educación y asegura que no se van a mover hasta que se reabra la normal en su totalidad.
“Estamos exigiendo, que ya tengamos un espacio para clases, que ya tengamos una plantilla docente, que ya tengamos administrativos para que se pueda estar trabajando, aprendiendo y resolviendo lo educativo”.
María cuenta que aún no saben sus calificaciones del segundo semestre. Toman clases con maestros solidarios y entre estudiantes emprendieron la toma. De manera autónoma, ya cursan el tercer semestre aunque la SEP les dijo que iniciarían en octubre. Con los profesores realizan actividades de aprendizaje, culturales, deportivas, faenas círculos de estudio y reconocimiento del lugar o de la tierra.
La escuela pasó de ser La Central Campesina de El Mexe desde 1926, Regional Campesina a partir de 1932, a ser Normal Rural desde 1940. Se construyó en los terrenos de la antigua Hacienda de San Antonio. Como el lugar estaba lleno de arañas capulinas, era conocido en lengua ñañú como ra mexe (la araña) o nura mexe (donde hay arañas). El 6 de julio de 2008 fue cerrada con Miguel Angel Osorio Chong como gobernador.
María, de 20 años, ve que el Mexe resurgió de las cenizas, como ave fénix. Aunque todavía no es la escuela que requieren como personas que buscan ser docentes en sus propios pueblos. Ella y cientos de jóvenes más hicieron el trámite de ingreso en la delegación federal de la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo.
“Todo el proceso se hizo de manera presencial para sacar nuestra ficha, nos registramos en una plataforma, eso fue lo único virtual. Una vez ya registrada solicitaban documentos. Que acta de nacimiento, tu constancia de estudios, certificado de secundaria y una constancia de de escasos recursos, por lo mismo que perteneceríamos a una normal rural”, asegura María.
El ingreso fue en octubre del 2021. Entonces les dijeron que su tercer semestre, de 2022 a 2023, sería presencial. Sin embargo, se establecieron clases virtuales también, cuenta María. Eso movió a las y los estudiantes a organizarse. Primero plantearon una protesta con toma simbólica, estando ahí decidieron sí tomar la parte del casco, donde ahora toman clases y viven.
Ingresaron 100 alumnos a la primera generación; 40 de ellos se dieron de baja por el esquema virtual, el cual no podían sostener, cuenta María. Así mismo, para la toma decidieron hacer un campamento y recordar la importancia del internado para estudiantes, pues la mayoría viene de zonas rurales. Incluyendo la nueva generación que entra, en la cual admitieron 120 estudiantes.
“No todos los compañeros tienen los materiales necesarios para conectarse con sus clases algunos a lo mejor tienen teléfono pero en donde viven no hay, no hay señal, no hay servicio de Internet o tienen a lo mejor para un plan. Tomar todas las clases completas de la semana tendría que ser sumamente caro el Internet. Cuando dijeron que de nuevo sería virtual, mejor decidieron desertar”, describe María.
Exigen como estudiantes a la Direccion General de Educación Superior para el Magisterio que fije los puestos directivos, formalizas a los docentes que son los solidarios, iniciar a la par de todas las normales rurales y no en octubre, que delimiten cuanto antes los espacios que le corresponden a la Normal, la cual convive con otras dos escuelas, el Tecnológico Francisco I. Madero y la Universidad Benito Juarez.
El compromiso era entregar la documentación en marzo para formalizar la escuela. Después de que tomaron las instalaciones y pasillos del Mexe, la Sep les envió el documento que delimita los espacios entre escuelas. Sin embargo, hasta la fecha no tiene clave de registro, de acuerdo con testimonios de alumnas y profesores solidarios que se encuentran en el Mexe.
Los mismos docentes egresados tienen un papel muy importante como maestros solidarios (..) Distintos maestros solidarios que están apoyando son de Michoacán, Oaxaca, Puebla Aguascalientes”, cuenta María, quien asegura que han aprendido, pero quieren aprender más y la virtualidad no se los permite. También profesores egresados de la Normal Rural del Mexe se han solidarizado con los alumnos.
Armando Azpetia es normalista rural egresado del Mexe, se sumó a la convocatoria que hicieron las y los estudiantes y acudió a dar clases solidarias a los alumnos de la normal reabierta. Para el, lo que hicieron los jóvenes es una resistencia pedagógica:
“Se trata de una toma pacífica, en un campamento pedagógico que más que una manifestación o un acto de toma violenta, es una resistencia pedagógica. Se están tomando clases ahí, de forma autorregulada, ellos mismos lo hacen en tanto la secretaría educación pública, los tiene esperando a que los llame a mesas de trabajo”.
“Pues los alumnos ya después de tanto tiempo decidieron tomar posesión de la escuela y este autorregular sus clases en tanto les nombra los docentes. Es muy importante, pues no hay pasos concretos de la SEP. ellos ya están en las aulas, desde los pasillos de la escuela que es una vieja hacienda con pasillos muy largos”.
El profesor Azpetia explica que en 2020, la Secretaría de Educación Pública no les nombró maestros, ni directivos ni administrativos, ni tampoco les entregó la escuela. Las clases se mantuvieron virtuales y fue así que los alumnos consiguieron algunos maestros a través de un equipo académico que ha venido funcionando con ellos.
Recuerda que AMLO se comprometió a reabrir el Mexe desde su campaña presidencial y aún no se reabre por completo.
Menciona que el profesor Gregorio Vera Ramírez ha funcionado como coordinador desde 2020. Para la toma, los y las estudiantes organizaron un programa de actividades académicas en las que ellos mismos están tomando clases y exigiendo a la vez su derecho a la educación.
Él ve que las demandas fundamentales de los estudiantes son que se inicien clases presenciales de forma inmediata y se reinstale el internado, además de que se emita a un acuerdo entre la Universidad Politécnica de Francisco I. Madero (UPFIM), la Universidad del Bienestar Benito Juárez y la Normal Rural para que se delimiten los espacios.
“Es una gran irresponsabilidad de la Secretaría de Educación Pública generar una escuela así. Autorizaron oficialmente matrícula sin presentar a la planta docente”, comenta el profesor.
Ya han habido otras tomas, de un lado, una añeja experiencia organizativa de los normalistas rurales, nuevamente puesta en marcha el 5 de enero con la toma de El Mexe para exigir la destitución de su director y solicitar 200 becas. Del otro, un largo proceso de participación social alrededor de la lucha por la satisfacción de las necesidades comunitarias y la democracia municipal.
El profesor Azpetia pide recordar la vocación de estas escuelas, como la alfabetización, el desarrollo cultural de los pueblos indígenas, los pueblos marginados rurales. Destinadas para el estudio de los de los alumnos más pobres del país, más de las comunidades más marginadas.
Esta Normal Rural renace luchando.
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