22 julio, 2023
El subsecretario de Salud participó en un foro con vecinos de Iztacalco, para explicar por qué, desde su perspectiva, es necesaria la recuperación de lo público en las estrategias de salud. Al final de su exposición fue cuestionado por el desabasto en medicamentos psiquiátricos. Esta es la crónica de lo que ocurrió
Texto y foto: Kau Sirenio
CIUDAD DE MÉXICO.- Hugo López Gatell entró a el auditorio del Faro Cultural y Recreativo de Iztacalco entre aplausos y gritos de los asistentes, que lo esperaban desde las 4 de la tarde. La plática con el titular de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de Salud estaba programada a las 5, pero la lluvia retrasó todo. En dos ocasiones, los organizadores anunciaron que el invitado se quedó varado en el tráfico, pero los colonos de la Agrícola Oriental no querían a perder la oportunidad de escucharlo.
No era un acto propiamente político, aunque al final sí lo fue. El subsecretario fue invitado para hablar de la Recuperación de lo público en Salud y Bienestar, como base fundamental para el desarrollo de la sociedad. “El agua, el trasporte, el parque y la alimentación son los bienes públicos que necesitamos recuperar”, dijo.
Ante el auditorio abarrotado, el subsecretario centró su conversación en el desmantelamiento del sistema de salud, del sistema educativo y de las empresas paraestatales. El ingrediente extra a la charla fue la presentación de las alcaldías que tienen menos tiendas de conveniencia.
Luego, también se refirió a los reclamos que hubo en redes sociales porque decidió ir a la reunión vecinal y no a la Cámara de Diputados.
«Le sacamos más provecho escuchando al pueblo que plantea sus problemáticas, en lugar de escuchar a grupos de intereses económicos que sólo responden a las empresas que promueve la comida chatarra», dijo López Gatell, ante un público que lo aplaudía.
El diálogo con colonos de la Agrícola Oriental, Iztacalco, parecía un salón de clases, donde los oyentes escucharon con atención la explicación del funcionario sobre los problemas en el sistema de salud.
”No perdamos de vista que este mecanismo de privatización de lo público estuvo de la mano con actos de corrupción (…) Las personas corruptas siempre han estado en la puerta giratoria de las empresas y partidos políticos de oposición. Los vemos en el servicio público y luego regresan a las empresas, así se la pasan todo el tiempo porque su propósito es acabar con lo poco que nos queda”.
El proceso de privatización de lo público como el sistema de salud, educación, cultura y servicios sociales fue la renuncia de la soberanía”.
López Gatell
El funcionario fue hilando poco a poco de lo que ha pasado con el Sistema de Salud, desde el gobierno de Carlos Salinas hasta el de Enrique Peña Nieto: «Rastreen a los funcionarios de los gobiernos anteriores y verán en que espacios se encuentran. La mayoría en universidades privadas, servicios de salud privada, empresas farmacéuticas y mineras”.
Detalló la reforma de la ley General de Salud que se expidió en el primer sexenio de neoliberalismo, cuando Guillermo Soberón fue secretario de Salud. Con la legislación de salud que se promulgó en 1984, explicó, inició una progresiva privatización en dos mecanismos.
Uno fue el desmantelamiento de las estructuras, “reduciendo presupuesto, reduciendo servicios públicos, subcontratando afuera los servicios especiales, como el de limpieza en los hospitales, en los centros de salud, le siguieron con la ropería, laboratorios y rayos X”.
Otro mecanismo fue orientar a las personas, en el pueblo el rechazo a lo público. La nueva narrativa se centró en señalar: “Qué feo IMSS, porque hay que hacer fila, ahí te van a tratar mal, ahí te van a matar, vete mejor con el doctor perengano que ya puso una clínica”.
La campaña de desprecio a lo público fue difundido en los medios corporativos. “Sin embargo, nadie investigó las causas que había de fondo, el por qué se estaba deteriorando, porque lo estaban privatizando y le estaba reduciendo presupuesto”.
López Gatell dedicó buena parte de su exposición a las políticas de salud del gobierno de Vicente Fox:
Cuando se inventó el régimen del seguro popular en el gobierno de Fox, con Julio Frenk en Salud, la privatización se sumó a todos los servicios de salud. El pobre ISSSTE es una de las instituciones más devastadas, ahora es casi un cascarón. Está el edificio que dice ISSSTE y las manitas y la familia en medio, pero dentro no hay nada. Lo que está ahí le pertenece a las empresas privadas y vuelve a cruzarse con la corrupción”.
Además, dijo, al sustituir los servicios en los hospitales, empezaron a fomentar el outsourcing, “elegante eufemismo para decir la precarización laboral y la traición a la base trabajadora y sus organizaciones”.
Luego señaló a los dueños de las empresas que proveen al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), como Manlo Fabio Beltrones, Miguel Osorio Chong, José Narro Robles, así como el ex secretario de Salud, Julio Frenk.
En la propuesta de solución planteó la necesidad de recuperar el agua, porque de ahí depende la salud y la economía de la población más desprotegido. Pidió a los asambleístas que se organicen en sus colonias, barrios y alcaldía para cambiar la narrativa y puedan recuperar a parte del agua, el transporte, parques y alimentación.
La tercera parte de la Ciudad de México no tiene agua, y todo porque unos cuantos lo acapararon para convertirlo en mercancía, ahora nos cuesta una botella de agua hasta 25 pesos, de por sí no tenemos dinero y compramos el agua, en lugar salir de la pobreza nos vamos a precarizar más”, recomendó.
Cuando terminó su intervención, el moderador, Juan Estrella, abrió un espacio para que los asambleístas hicieran preguntas y respuestas. Un grupo de personas que se presentaron como médicos naturistas extendieron sus mantas con leyenda como: “Fuera OMS” o “Covid-19 es una farsa”.
También el colectivo de Familiares de afectados por el desabasto de medicamentos psiquiátricos extendió una lona gigante en la que denunciaba la escasez de medicamentos en los hospitales. Uno de ellos reclamó al funcionario federal el desabasto de medicinas y acusó a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) de pactar con la farmacéutica Psicofarma del desabasto.
El subsecretario respondió que respeta el reclamo, pero que es necesario explicar lo que realmente ha pasado.
“Porque la historia es fotocopiada con dos narrativas diferentes- dijo-. El caso de medicinas para el cáncer los producía un laboratorio que se llama Pisa que producía 11 medicamentos. Era un monopolio de la mano de los funcionarios de gobiernos anteriores de alto nivel. Fueron cómplices de que Pisa se volviera un monopolio. Lo que hizo Pisa fue esconder la medicina como represalia que le impuso Cofepris porque encontró que tenían malas prácticas. Tenían maquinaria antigua que ya no permitía tener la seguridad de los medicamentos, así que escondieron el medicamento para que le quitaran la sanción”.
En el caso de Psicofarma, la historia es similar:
“La empresa Psicofarma es parte de un consorcio mexicano de una familia. Fue contratada -porque es la única que produce estos medicamentos- durante 2019, 2020, y en 2021 empezó a fallar. Firmaba un contrato pero no entregaba la medicinas, no cumplía, todo esto está documentado y en una denuncia ante la contraloría de la federación. Entró Cofepris a inspeccionar y se encontraron anormalidades y fallas en la calidad de medicamentos. Porque en la misma línea de producción pasaban otros medicamentos. Además no cumplían la norma de trazabilidad, daban explicación que tal cantidad de tabletas o ampolleta iba a ser la producción pero luego no lo entregaban. Esta anomalía llevó a Cofepris a sancionarlo y ¿qué hicieron? escondieron los medicamentos. Ojo con eso, porque dice ahí que Cofepris y Psicofarma se pusieron de acuerdo para el desabasto. No. Esa es la narrativa que les quieren vender, pero la historia es otra”.
La argumentación de López Gatell hizo que el colectivo doblara su lona y se retirara, mientras que los asambleístas pedían que siguiera la ronda de preguntas y respuesta. La protesta, que no duró más de 15 minutos, fue replicada en distintos medios de comunicación que no estuvieron en el evento. Sin embargo, después de la aclaración, todos los que protestaban se retiraron y algunos, incluso, se tomaron fotos con el subsecretario de Salud.
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
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