Desde inicios de mayo, vecinos de la unidad habitacional Villa Olímpica han peleado una cruzada para que las oficinas de Grupo Salinas respeten la jornada de Sana Distancia. Los vecinos colocaron mantas, y desconocidos las tiran, ya sea por medio de la fuerza, amenazas, e incluso bombas molotov.
Texto: Lydiette Carrión
Foto y video: Cortesía vecinos Villa Olímpica
CIUDAD DE MÉXICO.- La unidad Villa Olímpica alberga a unos 4 mil habitantes. Las tres torres de grupo Salinas, cuya entrada está al lado, cuentan con unos 3 mil trabajadores.
Desde el pasado 6 de mayo, los vecinos y residentes de la unidad habitacional Villa Olímpica iniciaron una cruzada contra grupo Salinas, ya que, denuncian, las oficinas del corporativo nunca pararon.
Así que los vecinos decidieron pagar de su propio dinero la impresión de unas enormes mantas, con la leyenda:
Ricardo Salinas Pliego: tu ambición pone en riesgo la salud de tus trabajadores y la de todos los mexicanos. Te exigimos cumplas con las medidas sanitarias y suspendas actividades”.
Primero pensaron en colocarla sobre alguno de los puentes peatonales que atraviesa Insurgentes, pero sabían que sería muy fácil que la tiraran. Así que finalmente la colgaron a la entrada de la unidad. Ese mismo 6 de mayo se apersonaron abogados para exigir el retiro. Pero al ser propiedad privada, no pudieron cumplir su objetivo.
Pero durante la noche, personal en un camión de trabajo de la alcaldía Tlalpan, escoltadas por dos patrullas, la retiraron. Al día siguiente, 7 de mayo, los vecinos fueron a la alcaldía y exigieron la devolución de la manta. Ahí, los servidores públicos aseguraron no saber nada pero que “investigarían”. Hasta la fecha no hay nada más.
Los vecinos se enojaron y mandaron imprimir tres mantas más y colgaron una, de nuevo, a la entrada. “Otra vez vinieron los abogados de Elektra a intentar hablar con el administrador. Pero acá no se le dejó pasar, y listo”, narra Mariano, uno de los vecinos que ha dado seguimiento al caso.
Grupo Salinas se defendió e interpuso una queja. El día 8 de mayo, un agente del ministerio público entregó un apercibimiento de la Fiscalía Desconcentrada de Investigación en Tlalpan, emitido por la Unidad de Investigación Uno. Grupo Salinas los acusaba por “amenazas”.
No paró ahí. Unas noche después, alrededor de la medianoche, dos tipos embozados llegaron con cuerdas atadas a piedras. Las aventaron y derribaron la manta. “La tiraron pero no lograron llevársela”, porque tuvieron que correr.
Los vecinos la colgaron de nuevo. Para la noche del jueves 14 de mayo, desconocidos embozados de nuevo fueron. En este caso arrojaron bombas molotov e incendiaron la lona.
Desde que grupo Salinas llegó a la zona hubo problemas. Las torres fueron construidas en un terreno que tenía vestigios prehispánicos. A finales de los años ochenta e inicios de los noventa, cuando construían el proyecto, los vecinos de Villa Olímpica protestaron. Tomaron fotografías de los vestigios; hicieron plantones y repartieron volantes. Todo fue en vano. En ese entonces hasta amenazas recibieron. Los vestigios fueron destruidos, y las torres, construidas.
Hasta el día de hoy, las oficinas siguen operando, acusan los vecinos.
Lydiette Carrión Soy periodista. Si no lo fuera,me gustaría recorrer bosques reales e imaginarios. Me interesan las historias que cambian a quien las vive y a quien las lee. Autora de “La fosa de agua” (debate 2018).
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