El 11 de noviembre grupos de autodefensas y policías agredieron una ambulancia de Médicos Sin Fronteras en Haití. La policía haitiana recibe frecuentemente capacitaciones por parte de la policía mexicana
Por Lydiette Carrión / X: @lydicar
En medio de las marejadas internacionales pasó un poco desapercibida una historia reciente en Puerto Príncipe, Haití. Una en la que México tiene un poquito qué ver. La organización Médicos sin Fronteras suele prestar servicios de salud en lugares con grandes niveles de inseguridad o de crisis humanitarias, entre guerras, catástrofes, etcétera. El pasado 11 de noviembre grupos de autodefensas y policías agredieron una ambulancia de la orgaización.
La ambulancia trasladaba a tres jóvenes con heridas de bala y se dirigía a un hospital de la organización, localizado en el barrio de Drouillard en Puerto Príncipe, uno de los lugares con más violencia por la guerra entre pandillas que sufre el pequeño país.
Cuando la ambulancia se encontraba a unos cien metros del hospital la policía la detuvo. Luego obligó al personal sanitario a trasladar a los heridos a un hospital público, el Hôpital La Paix. Pero cuando llegaban a su destino, policías e integrantes de un grupo de personas embozadas rodearon la ambulancia, cortaron los neumáticos y lanzaron gases lacrimógenos al personal de MSF que se encontraba dentro del vehículo.
Luego sacaron a los heridos y los llevaron a unos pasos, ahí en el propio estacionamiento del hospital, mataron a dos de los tres heridos.
A partir de aquella fecha, explica Diana Manilla, jefa de la misión en Haití, MSF se vio obligado a suspender sus actividades por 22 días, casi un mes. En entrevista explica los costos que esto ha tenido entre la población haitiana.
“Actualmente el país (Haití) está atravesando una crisis desde diferentes ángulos, Médicos sin Fronteras, como actor que interviene en los servicios de salud, podemos ver que los servicios de salud no sirven desde hace años. Ni en el sector público ni en el privado. Esto es por varias razones, esto en parte porque el personal no quiere ir a ciertas partes de la ciudad porque no se garantiza su seguridad».
Por esta razón, el perfil de personas que no tienen acceso a la salud son muy diversos, explica. No se trata sólo de atender heridos de balas, sino a muchos tipos de pacientes
“Para dar una idea en el 2023, tuvimos más de 23 mil lesionados, caídas, accidentes de tráfico, tenemos una clínica especializada para los servicios de sald fisica y salud mental, para sobrevivientes de violencia sexual. Hay meses que vemos hasta 400 personas que son sobrevivientes de violencia sexual. Los servicios de las clínicas móviles, en un año dieron más de 7000 consultas de planificación familiar y más de servicios prenatales”.
En una sociedad que sufre de manera extrema los efectos de una suerte de guerra intestina, la presencia de algunas organizaciones humanitarias son en ocasiones lo único que hace la diferencia. Este tipo de organizaciones se basa en los principios del derecho internacional humanitario, que advierte que los servicios (médicos, en este caso) son proporcionados a toda la población, sin importar y sin indagar si determinado paciente es un policía o pertenece a determinada pandilla u organización de autodefensa.
“Nosotros no preguntamos si los pacientes pertenecen a una pandilla o no, nosotros damos servicios solo basados en una cuestión médica”.
Diana insiste en la importancia de que esto continúe así, lo cual es además una base del derecho internacional humanitario y los servicios médicos.
“Médicos Sin Fronteras trabaja en lugares de alta inseguridad, Haití no es una excepción. Regularmente trabajamos en otros lugares donde otras organizaciones no necesariamente lo están haciendo, por las condiciones de seguridad. Por eso, hacemos de la negociación y la aceptación de nuestro acceso una prioridad. Lo que hacemos es asegurarnos de que la protección de los equipos se garantice, por medio de la aceptación de la población”, explica.
Para ello, debe quedar claro, por medio del comportamiento de MSF que no favorecen ni trabajan para ningún grupo: ni para las autoridades, ni las autodefensas ni las pandillas. Su imparcialidad debe estar garantizada. De otro modo, los trabajadores sanitarios se ponen en riesgo, así como a sus pacientes.
Por ello, sus principios son los de proporcionar servicios de salud sin distinción y no favorecer ni trabajar para ningún grupo.
Es decir, garantizar la neutralidad (las negritas y la interpretación son mías).
En contraparte, “pedimos que se respete la misión médica, el personal médico y que se permita dar servicios de salud de urgencia a toda la población”.
Ahora bien, ¿qué tiene que ver México en todo esto?
En el incidente de noviembre estuvieron involucrados grupos no identificados y fueron estos grupos que ejecutaron a los pacientes, pero los médicos también sufrieron agresiones por parte de policías.
“(MSF tiene) más de 30 años en Haití y es la primera vez que nos enfrentamos a esta situación en la que la policía misma es la que agrede a nuestros pacientes y nuestro personal”, explica Diana.
Y la policía haitiana recibe frecuentemente capacitaciones por parte de la policía mexicana.
“México es un país que está involucrado en ciertos tipos de capacitaciones para la policía nacional haitiana desde hace varios años. “México es uno de los diferentes gobiernos que se implican en este sentido” . Así que pide que la policía mexicana también se capacite e incluya en sus capacitaciones la importancia del respeto al trabajo humanitario.
“Que se incluya en el día a día dar servicios de manera imparcial y neutral”.
A inicios de diciembre MSF retomó actividades en Haití de forma parcial. Continúa sin hacer transferencias en ambulancia a su hospital en Drouillard, localizado en este barrio tan complejo.
“Están todos muy contentos de retomar actividades, pero también aprecian mucho que estamos limitando las referencia en ambulancia. Y el personal hasta la semana pasada tenia muchísimo miedo”.
Por otra parte, tanto las autoridades como la población reconoce la gran necesidad de que opere la clínica para sobrevivientes de violencia sexual. “Hay una línea telefónica y muchas llamadas eran para confirmar que ya habían empezado a dar servicio”.
Además, MSF se prepara también para hacer una intervención y dar acceso al agua potable a un grupo de personas desplazadas. Compañeros de Diana “estuvieron en el campo de personas desplazadas discutiendo con personas que viven ahí que en su mayoría son mujeres con niños, si utilizan las regaderas que existen, si son seguras. Si se pueden cerrar por dentro, cuál es el nivel de acceso para estos servicios básicos”.
En fin, derecho al agua, a un baño sin sufrir alguna violencia, salud perinatal. Cosas que muchos podemos dar por sentado, actualmente la población en muchas colonias regiones de Haití no tiene acceso.
Otro proyecto que está apenas está abriendo otra vez es un hospital materno. “Está cerrado desde febrero de este año por el alto nivel de violencia por las pandillas y este es el hospital más grande para salud sexual y reproductiva”. El hecho de que estuviera cerrado tanto tiempo, y nosotros estamos rehabilitando y reconstruyendo
Lydiette Carrión Soy periodista. Si no lo fuera,me gustaría recorrer bosques reales e imaginarios. Me interesan las historias que cambian a quien las vive y a quien las lee. Autora de “La fosa de agua” (debate 2018).
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