A un mes de que Paseo de la Reforma estrenó el monumento a Amajac, ¿qué opina la gente al respecto? ¿En realidad todas las mujeres se sienten representadas o sólo fue una lucha innecesaria para intentar imponer a unas sobre las otras?
Texto y fotos: Isabel Briseño
CIUDAD DE MÉXICO.- Paseo de la Reforma es una de las avenidas más cautivadoras y emblemáticas de la Ciudad de México.
A lo largo de sus más de 10 kilómetros nos maravillamos con sus edificios, restaurantes, museos y monumentos, cuya variedad representa el pasar de los años y gran parte de la memoria colectiva.
A un costado de la Glorieta de las Mujeres que Luchan el gobierno capitalino decidió colocar el monumento de la joven de Amajac que fue develado el 23 de julio.
Con la retirada de la efige a Colón erigida en 1877, el reemplazo encendió las pasiones entre los grupos de mujeres que alzan la voz en contra de la discriminación racial y sexual.
Pero ¿Qué piensa la gente de los monumentos? ¿Qué importancia tienen éstos para las personas? ¿En realidad son tan importantes? ¿Qué opinión tienen las trabajadoras, empleadas, vendedoras y turistas que conviven diariamente con ambos monumentos?
Patricia, que fuma un cigarro casi frente a la Glorieta de las Mujeres que Luchan, dice tajantemente que ninguna de las dos esculturas le gusta ni la representa.
Ya desvirtuaron las mujeres lo que es el sentido de la lucha, sus constantes manifestaciones en donde causan destrozos, se escudan tras un derecho de expresión pero no respetan el derecho de las demás personas de transitar libremente. Yo no le veo caso a sus manifestaciones porque de todas formas no ganan nada, creo que deben buscar otras formas de hacer valer sus derechos. Estoy totalmente en desacuerdo en la violencia contra la mujer pero muchas de ellas también son violentas”.
Para la trabajadora que dice verse constantemente afectada por dichas movilizaciones feministas, los monumentos no le resultan importantes, “creo que sólo los ponen por estética, por tener una ciudad bonita y ya”. concluye la mujer.
El jefe de gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, dijo durante la develación que la nueva escultura de la joven de Amajac se instaló a petición de las comunidades indígenas con el objetivo de fijar una antítesis de Cristóbal Colón en dicho lugar.
Si la idea era ver un monumento al anticolonialismo ¿por qué no se les ocurrió la idea de retirar un referente del colonialismo desde antes?.
No olvidemos que si el gobierno decidió retirar la efigie de Colón fue gracias a las manifestantes feministas que consideran a estas estatuas coloniales, símbolos de la hegemonía masculina de México.
Danae trabaja a un costado de la avenida Reforma, es gerente de ventas y piensa que ambos monumentos son un recordatorio importante.
Dice que tanto la glorieta de las mujeres que luchan y la joven de Amajac son un recordatorio constante del cambio que se quiere generar en el país respecto a la igualdad y a la seguridad de las mujeres.
Ella opina que al ser un espacio público, la ciudadanía tiene el derecho a decidir sobre lo que quiere ver.
“Supongo que es por una cuestión de estética, de cuál se ve mejor, cuál se ve más imponente, cual está mejor hecha y que la de Colón la cambien por la de Amajac, es mucho mejor. No me genera un conflicto cuál de las dos esté, porque ambas pueden servir de recordatorio constante”.
“La joven de Amajac”, descubierta en enero del 2021 en el estado de Veracruz, data de la época de los viajes de Colón, hace más de 550 años. La nueva figura mide unos seis metros de altura, el triple que la original, que se encuentra en el Museo Nacional de Antropología de Ciudad de México.
Ante la violencia sin fin y lo que muchas mujeres han señalado como ausencia del Estado, mujeres organizadas fundaron la Glorieta de las Mujeres que Luchan en la CDMX.
“Justicia” es la monumenta que honra a las mujeres que luchan. Feministas, así como madres y padres de desaparecidos y víctimas de feminicidio que continúan exigiendo verdad y justicia, así como su derecho a la memoria.
En los últimos años, las mujeres mexicanas han salido cada vez con más frecuencia a la calle para exigir al gobierno que actúe contra uno de los índices de violencia más altos de América Latina.
En promedio, al cierre del 2022, al menos diez mujeres y niñas fueron asesinadas en México cada día, según las cifras oficiales del gobierno; la mayoría de los crímenes quedan impunes.
Cecilia Martínez acomoda los dulces en un puesto que atiende desde hace poco más de 3 décadas en Paseo de la Reforma.
A su costado derecho están ambos monumentos. Dice que la glorieta de Colón le servía como referente de ubicación y aunque desconoce exactamente cuál es el destino final de la joven de Amajac opina:
“Ahora con la nueva glorieta que pusieron pues tiene todos mis respetos, es un símbolo que representa más a la mujer indígena, quedó bien. Tengo entendido que van a regresar la de Colón, quién sabe”, dice la vendedora.
De la Glorieta de las Mujeres que Luchan dice que también le significa algo:
“Las mujeres somos siempre las guerreras, las que batallamos, las que sacamos a los hijos con marido y sin marido, viudas, dejadas o como sea, siempre estamos al pie. Ambas son mujeres, pero yo siento que la que nos está representando en sí, pues es la de la “Justicia”, dice la señora Ceci.
Una jovencita toma una foto con su celular de la escultura morada que llamó su atención por el color sin saber bien lo que significa. Cari junto a su familia visitan la ciudad desde el estado de Guadalajara.
“Yo supongo que ambas están bien, las dos representan cosas distintas. Una es una figura prehispánica y la otra representa el movimiento de las mujeres, entonces creo que ambas están bien”, dice la madre de familia.
“Yo creo que esa, refiriéndose a la escultura de Amajac, se la sacaron de la manga. Si ya estaba la otra, apuntando con su dedo a “Justicia” para que le mueven”, dice el padre que no pierde la oportunidad de dar su opinión.
Otra familia que visita la Ciudad de México desde Orizaba no tenía conocimiento sobre lo que significaba ninguna de las dos esculturas pero opinan lo siguiente:
“Creo que si ambas son mujeres, no hay que preferir a una sobre la otra. Los monumentos no se ponen solos, los ponen las personas como símbolo de reconocimiento a alguien pero y eso a nosotros ¿qué?, lo que importa es lo que somos, los valores que cada persona tiene”, señalan.
Nunca me ha gustado que las historias felices se acaben por eso las preservo con mi cámara, y las historias dolorosas las registro para buscarles una respuesta.
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