Pueblos nahuas de Morelos recargan fuerzas en la defensa del agua y la vida

29 abril, 2022

La ruta de la caravana en defensa de la vida y el agua llegó a Morelos; ahí, los pueblos nahuas realizaron una asamblea y emitieron un decreto que prohíbe la minería y los megaproyectos en sus territorios

Teto y Fotos: Estrella Pedroza 

CUENTEPEC MORELOS.- Cuentepec, la única comunidad en Morelos donde se conserva casi al 100 por ciento su cultura y tradiciones indígenas nahuas, se convirtió en el epicentro de una lucha que busca regresar al origen: cuando los pueblos originarios hacían valer su voz y el poder de la autodeterminación. 

Entre cerros, barrancas y ríos que resguardan a esta comunidad, perteneciente al municipio de Temixco, y situada a una hora y media de Cuernavaca; se realizó la Primera Asamblea de los Pueblos Nahuas de esta entidad. 

Durante dos días, 23 y 24 de abril, asistieron representantes de las comunidades de Hueyapan; Xoxocotla; Alpuyeca; Coatetelco; Mazatepec; Tepoztlán; Cuajomulco; Tlalquiltenango; Tetlama; Amilcingo; Huexca; Palpan y Rancho Viejo; así como integrantes de “Unificación de Pueblos y Colonias contra por la Minería”reflexionaron sobre los proyectos, denominados “de muerte”. 

Los representantes llegaron junto a miembros de la Caravana en Defensa de la Vida y el Agua; la cual que salió de Puebla el 22 de marzo y visitó ocho entidades convocada por el Congreso Nacional Indigena (CNI).

En ese espació se construyó y firmó un Decreto que prohíbe la minería; así como la construcción y operación de infraestructura vinculada al Proyecto Integral Morelos (PIM) y cualquier otro tipo de megaproyecto.

Cuentepec tiene aproximadamente 4 mil habitantes. Se rige por usos y costumbres, es decir, eligen a sus autoridades en asamblea general a mano alzada. Mantiene rituales, como la ofrenda a los aires, espíritus del viento; que se ofrece entre los meses de agosto y septiembre para garantizar una buena cosecha. También preserva las tradiciones de los pueblos nahuas, como la lengua, vestimenta y la elaboración de artesanía propia de la zona. 

Aquí las mujeres portan con orgullo y respeto su kueitl o kamixatle y payo, la vestimenta típica de la región. Es común escuchar por todas partes conversaciones en su lengua materna. De acuerdo a registros de la propia comunidad, el 95 por ciento de sus habitantes habla náhuatl de manera cotidiana.

La esencia de esta comunidad fue la razón por la que se eligió como epicentro de esta nueva etapa de lucha; donde los pueblos originarios pretenden dar continuidad al Plan de Ayala, la proclamación política, promulgada y firmada en 1911 por el General Emiliano Zapata durante la revolución mexicana. El plan es un instrumento con el cuál buscan que el uso y administración del territorio y los recursos naturales quede en manos de los pueblos.

«Cuentepec al ser una comunidad originaria nahua y que preserva su identidad y cosmovisión tiene autoridad moral y cultural para emitir y avalar un Decreto”, explicó Jorge Velázquez, originario de Amilcingo. 

Levantarse y defender el territorio 

En náhuatl, Cuentepec significa “el cerro entre surcos”. El pueblo se encuentra rodeado por cuatro grandes cerros: el Jumil y el Colotepec ( de Tetlama); el cerro del Cuachi (Miacatlán) y el cerro Kuentepensin (perteneciente a Cuentepec). También está el río Tembembe que nace en el municipio de Ocuilan del Estado de México y cruza por Morelos. Toda la naturaleza resguarda la historia de lucha de este poblado. 

Algunos lugareños afirman que, en la época de la revolución, Zapata eligió esta zona para resguardarse y escabullirse entre las barrancas y cerros de los militares, 

«Este pueblo les apoyó a los zapatistas y resguardo”, según se ha conocido de generación en generación. 

En los 80`s, durante el periodo del exgobernador Lauro Ortega, Cuentepec se organizó en defensa de su territorio. Les querían imponer la constitución de un autódromo en loma Chilekaxitengo. 

El Estado pretendía expropiar cerca de 80 hectáreas, propiedad de la comunidad. Algunas se utilizaban para la siembra. 

Entonces, con apoyo de las bases eclesiásticas, el pueblo nahua se organizó para defender sus tierras e impidió que avanzara el proyecto. 

De acuerdo a testimonios hubo represión y hasta personas detenidas; pero eso no frenó la defensa del territorio. 

En la actualidad, Cuentepec ha despertado y se sumó a la resistencia de pueblos, colonias y comunidades de tres municipios, Miacatlán, Temixco y Xochitepec. Desde 2012, estos lugares han dado la batalla en contra de un proyecto minero denominado “Esperanza”, impulsado por empresas canadienses. 

La empresa Esperanza Silver fue la encargada de iniciar actividades para el arranque y puesta en marcha. Posteriormente fue adquirida por Alamos Golds, misma que actualmente comparte derechos con Zacatecas Silver, también canadienses.

Planean explotar a tajo abierto los cerros del Jumil y la Calabaza, en las comunidades de Tetlama, Alpuyeca y Xochicalco, con una extensión de 15 hectáreas incluida. Quieren extraer oro y plata.

La mina está a dos kilómetros hacia el sureste del museo y la zona arqueológica de Xochicalco.

Ahora son las nuevas generaciones las que toman la batuta en la defensa del territorio y lo hacen rompiendo paradigmas. Se constituyeron en un frente.

La fuerza de este frente contra la minería está también en las mujeres; a quienes hasta hace una década les impedían participar o asumir algún liderazgo o cargo en las representaciones. 

Las mujeres, solo podían involucrarse en las luchas desde la cocina.

Éramos totalmente invisibilizadas”, reflexiona una de ellas. 

Ahora es diferente. Por ejemplo, en el comité organizador del recibimiento de la caravana por la vida y el agua se involucraron alrededor de 150 personas. El 50 por ciento eran mujeres y la otra mitad hombres. Ahí estaban habitantes, autoridades ejidales y comunales e integrantes del Consejo de Ancianos. 

Ellas y ellos se encargaron de la logística en la sede. Recolectaron víveres. Prepararon los alimentos.

“Todo el pueblo se involucró de una u otra forma”, dijeron.

Alejandra Domingo Portillo, una joven indigena nahua; abogada, activista en defensa de los derechos de los pueblos indígenas y de las mujeres, traductora y artesana que forma parte del grupo de mujeres que se ha sumado al grupo en resistencia, explicó:

Nosotras la mujeres nos hemos involucrado siempre; solo que ahora somos más visibles. Estamos en todas partes; en la cocina, en el proceso organizativo, tomamos la palabra y nos hacemos escuchar. Las mujeres somos fuerza y luchamos hombro a hombro para dejar una herencia digna a nuestras infancias y adolescencias”. 

A sus 32 años está convencida que la cultura y tradición de su pueblo nahua es la llave para la defensa del territorio. 

Ella salió de Cuentepec para estudiar una licenciatura en Derecho en la Universidad Autónoma Indigena de México (UAIM), situada en Sinaloa. Se fue motivada para aprender a defender a su comunidad y a sus mujeres; que de una forma u otra han sufrido algún tipo de violencia. 

Regresó a su comunidad y encontró un nicho de oportunidades para aplicar sus conocimientos y apoyar a su pueblo. Después se sumó al frente en contra de la minería. 

Hizo sinergia con otras mujeres y hombres que se dieron a la tarea de informar los riesgos que representa un proyecto de esa magnitud. Denunciaron el despojo de tierras y de identidad cultural; el impacto ambiental y a la salud; la inseguridad y desplazamiento forzado. 

Tenemos claro que regresar al origen, a ser consultados antes de cada paso en cualquier tipo de proyecto, a tener el poder de decidir sobre nuestras tierras y elegir lo que queremos y no queremos, a hacer valer nuestros derechos, los tratados y convenios internacionales es la puerta a garantizar una vida digna”, dijo. 

Los efectos de la minera avanzan

De acuerdo con los defensores del territorio; en México, como en otros países de Centroamérica, detrás de cada megaproyecto está la presencia del crimen organizado, quienes rompen el tejido social; después le sigue el despojo, el desplazamiento forzado y los asesinatos. 

El proyecto minero “Esperanza” no es la excepción. Para muestra basta con mirar a la comunidad de San Agustín Tetlama, también del municipio de Temixco, a unos 25 minutos de Cuautepec; ahí el efecto minero ha dividido a las comunidades confrontándolas y dividiéndolas.

Cuando una pasa por esa zona (obligatoriamente si se quiere ir a Cuentepec) se miran bardas con murales de protesta a favor y contra de la minería. También han llegado grupos de choque. 

Otro ejemplo claro es lo que ocurrió en Huexca; una comunidad situada en Yecapixtla, donde fue construida la Planta de Ciclo Combinado conocida como la termoeléctrica de Huexca. Esta planta forma parte del Proyecto Integral Morelos (PIM). Por años los pobladores aseguraron observar movimientos extraños y paso de vehículos sospechosos. Denunciaban la presencia del crimen organizado. 

Meses más tarde una serie de hechos demostraron que, en efecto, el crimen organizado estaba literalmente detrás de “La termo”, como también le llaman.

En mayo del 2019, en Puebla, detuvieron a Raymundo Isidro Castro Santiago, “El Ray”, líder regional del CJNG en Morelos. Cinco meses después lo asesinaron en medio de un motín en el Centro de Reinserción Social en Atlacholoaya. 

En enero del 2020 la Fiscalía de la Región Oriente realizó una serie de cateos Mixtlalcingo. Entre las viviendas intervenidas figuró una de las casas de “El Ray”, pintada de amarillo y naranja.

Cinco meses después, la Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas (BNBPD), descubrió en una antigua mina los restos óseos de más de una decena de osamentas. 

En Cuentepec, desde hace cinco años, la comunidad ha observado acciones inusuales; sobre todo a bordo de camionetas que pasan a toda velocidad. Intuyen quiénes son por el tipo de vehículos que pasan. 

“Son camionetas que pasan a toda velocidad como lo hacen los narcos”, refiere un lugareño que por seguridad prefirió mantener anonimato. 

Hace tres meses, llegó un grupo de personas a la comunidad. Tenían la intención de gestionar espacios en los centros educativos para transmitir las bondades del proyecto.

El pueblo se opuso a que diera cualquier tipo de platica al respecto debido a que previamente en Asamblea se aprobó por mayoría no permitir el paso de la mina, tenemos claro que esa es la forma en la que esas empresas operan para empezar a dividir al pueblo”. destaca una mujer que accedió a charlar pero no quiso revelar su nombre.

Primera Asamblea de los Pueblos Nahuas de Morelos 

Con una ceremonia de apertura en la que colocaron una ofrenda a la madre tierra y a los airecitos” o milakuaj (espíritus del viento), se preparó el entorno y la energía para lograr los objetivos de trabajo de la Primera Asamblea de los Pueblos Nahuas de Morelos. Esta es la última acción en la que participó la Caravana por la Vida y el Agua. 

En la ofrenda se colocaron semillas de maíz , frijol, calabaza y cacahuate; todas cultivadas en Cuentepec.

En la mesa de presidium figuraban representantes de cada pueblo de Morelos y otras entidades. La mayoría eran mujeres que tomaron la palabra y expresaron su deseo para que el histórico encuentro diera frutos. 

Calixto Salazar, ayudante de Cuentepec, dio las palabras de bienvenida en su lengua materna e inauguró las mesas de trabajo “Minería y megaproyectos de muerte”, “Defensa del agua” y “Defensa del territorio”.

En cada una de las mesas predominaron personas que participaban haciendo uso del náhuatl. También había traductores originarios de la comunidad.

En las discusiones fue recurrente la urgencia de poner un alto al Estado, que hasta el momento no ha ponderado el bien comunitario, sino que ha entregado a las empresas trasnacionales el territorio y los recursos naturales; esto, sin considerar el impacto ambiental, social y jurídico para los pueblos indígenas. 

Por ejemplo, la problemática de escasez de agua que enfrenta la comunidad de Tetlama, donde se realizan trabajos de exploración por parte del proyecto minero “Esperanza». Ahí, de acuerdo a testimonios de la gente, llevan tres semanas sin el servicio regular. 

También, la escasez de agua que ya perciben los ejidos de Ciudad Ayala, desde donde están extrayendo agua, mediante un acueducto, para las pruebas y actividades iniciales en la termoeléctrica de Huexca (Yautepec). Este proyecto, además, incluye un gasoducto que sale de Tlaxcala, pasa por Puebla y llega a Morelos. 

A lo largo de dos días, se recogieron las conclusiones y propuestas arrojadas en las tres mesas de trabajo. Producto de esto se redactó un Decreto que, en esencia, prohíbe cualquier tipo de minería y funcionamiento e infraestructura de megaproyectos. 

El Decreto se presentó en plenaria para revisión y aprobación. Primero se dió lectura en lengua náhuatl. Posteriormente en español. La Asamblea, integrada sólo por los Pueblos Nahua, lo aprobó por unanimidad.

Aquí un extracto del Decreto:

“Kiyon kine, amo titekawiliskeh ma mochiwa mineria ipan totlalwan tinawatlakah ipan inin estado kikwitiah Morelos kampa iwehka yotechkawilitekeh tokoltsiwan. Wan ma tehwan ipan titlahtokan tlenon tiknekih tikchiwaskeh ipan tlenon tehwan towaxka. Tikasohkakamatikan inin tlahtolli “tlalmeh” (“territorios”) kenime walneste itech inon tlanawatilli “2” itech inon artículo 13 itech inon Convenio Número 169 itech inon Organización Internacional del Trabajo “Sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes”, KEYEYI Artículo

“Se prohíbe la minería en los territorios sobre los que el pueblo nahua del estado de Morelos guarda una ocupación tradicional, lo anterior con independencia del régimen de propiedad que pueda existir en dichos territorios; entendiendo el concepto “territorios” en los términos amplios que establece el numeral “2” del artículo trece del Convenio Número 169 de la Organización Internacional del Trabajo “Sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes”, se lee en el Artículo Primero.

Mientras que en el Artículo Segundo se añade: “Se prohíbe la construcción y operación de infraestructura vinculada al Proyecto Integral Morelos, la instalación de parques industriales y actividades extractivistas de tierra y agua en los territorios sobre los que el pueblo nahua del estado de Morelos guarda una ocupación tradicional, lo anterior con independencia del régimen de propiedad que pueda existir en dichos territorios; entendiendo el concepto “territorios” en los términos amplios que establece el numeral “2” del artículo trece del Convenio Número 169 de la Organización Internacional del Trabajo “Sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes”.

KAOME ARTÍCULO. “Noihke, amo tekawiliskeh ma tlachiwakan wan ma kitekipanoltikan inon itech walewa inon Proyecto Integral Morelos, nian ma kintlalikan kalwehweyin inon kampa kinkwih inon weyi tlanemakakeh wan noihke inon techtlalkwiliah wan techakwiliah kampa kikixtiskeh tlemach itech totlal wan tawa ipan tomasewaltlalwan tehwa akin tinawas ipan inin kikwitiah Estado Morelos, kampa iwehka yotechkawilitekeh tokoltsiwan. Wan ma tehwan ipan titlahtokan tlenon tiknekih tikchiwaskeh ipan tlenon tehwan towaxka. Tikasohkakamatikan inin tlahtolli “tlalmeh” (“territorios”) kenime walneste itech inon tlanawatilli “2” itech inon artículo 13 itech inon Convenio Número 169 itech inon Organización Internacional del Trabajo “Sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes”.

En tanto,el Artículo Tercero establece que “las prohibiciones antes decretadas se consideran obligatorias tanto para los integrantes del pueblo nahua del estado de Morelos,como para cualesquier persona o entidad pública y/o privada extrañas al pueblo nahua de Morelos”.

Se aclara que “su validez y obligatoriedad será vigilada por cada una de las comunidades que integran el pueblo nahua dentro de su ámbito territorial y de acuerdo a sus formas de organización y gobierno propios”.

KAOME ARTÍCULO. “Inin tlanawatilli kampa iwalneste amo kana tekawiliskeh moneki kitlakaitaskeh wan ma amika kipanawi nian tehwan akin tinawas nin tichantih ipan Estado Morelos, nian san akiwilis tlakatl, nian ikah koyotlanawatike nian san akin wilis akin amo tikixmatih kenime nawa masewaltlakatl, wan mochipa moneki kachto kihtoskeh tla inon altepemeh nawas kinekih noso amo ma mochiwa tlenon tlahtlanih ipan intlatlal, kiyon kenime iwehka ikinwaltekipanoltihtiwitseh iwehka tokoltsiwan kenika timektlaliah wan timoyekanah”.

El Decreto lo firmaron, mayoritariamente, mujeres. Se estableció que entraría en vigor al día siguiente.

Calixto Salazar y Alejandra Domingo Portillo, habitantes de Cuentepec, en entrevista en la que hablaron en nahua y existió traducción consideraron que con esta asamblea Morelos se convierte en el epicentro de la lucha contra la minería. 

«Queremos que estas leyes que existen a nivel nacional e internacional como el Convenio 169 de la OIT, así como las declaraciones que existen como pueblos indígenas y el artículo 2 de la constitución que en verdad se pongan en práctica y defiendan nuestros derechos colectivos». 

Desde la comunidad indigena de Cuentepec, enviaron un mensaje a Andrés Manuel Lopez Obrador «que respete nuestros territorios y todos nuestros derechos colectivos a la consulta previa , libre e informada en este caso ( la minera) ya está y no hubo consulta previa y por lo tanto no la queremos”.

La presencia de Marichuy 

Sentada en la mesa de registro , vestida de blanco y floreado , María de Jesús Patricio Martínez , mejor conocida como Marichuy y concejal del Congreso Nacional Indigena ( CNI), daba la bienvenida a cuanta persona llegaba a la Asamblea.

Era casi imperceptible su presencia porque usaba uncubre bocas que apenas permitía que sus ojos se asomaran.

La descubrió una abogada especializada en derecho electoral y derechos indígenas, Perla Pedroza, quien se confesó admiradora por la fuerza y determinación con la que Marichuy sentó precedente en las pasadas elecciones con su participación histórica como aspirante a candidata indígena e independiente a la presidencia de la república. 

Marychuy, con la sencillez que la caracteriza, agradeció las palabras de la litigante. Explicó que su presencia en la mesa de registro era estratégica, para establecer un filtro de seguridad que evitara infiltrados; ya que su caminar por territorio mexicano le ha permitido conocer y ubicar a la mayoría de las personas de cada uno de los pueblos que se suman al CNI. 

Para Marichuy esta Asamblea es por demás emblemática de entrada por ser la la tierra del General Emiliano Zapata , considerado un héroe revolucionario, y pionero en la defensa del territorio de los pueblos originarios.

“Es un lugar emblemático de lucha, que dió Zapata con los campesinos, por la tierra y la vida… Yo he visto que aún quedan raíces de lucha que aún quieren seguir conservando esta tierra para las misma comunidades y sobre todo que aquí están contra esta mina”.

Para la concejal de CNI, es simbólico que sea nuevamente Morelos el epicentro de la lucha por la defensa del territorio; primero tocó a Zapata impulsar la firma del Plan de Ayala en estas tierras y ahora toca a la comunidad indigena de Cuentepec emitir y firmar este Decreto que prohíbe la minería y los megaproyectos.

“Así como cuando Zapata surge , ahora aquí inicia este Decreto que será el primero que surge como pueblos de Morelos y tal vez esto motive a otros pueblos a que levanten la voz y digan aquí estamos y queremos que se respeten nuestras tierras”. 

El cierre de la Caravana por la Vida y el Agua

Al término de la Primera Asamblea de los Pueblos Nahuas de Morelos, se dió paso a la clausura de la Caravana por la Vida y el Agua que durante 34 días visitó por lo menos ​​ocho entidades (Puebla,Tlaxcala, ñ Oaxaca, Veracruz, Guerrero, Estado de México, Querétaro, Ciudad de México y Morelos). 

La caravana tuvo como objetivo llevar las voces de los distintos movimientos de resistencia en el Centro del País en contra la minería, por la defensa del agua, de los cerros, de los bosques y de las selvas, contra la especulación inmobiliaria, basureros, la explotación laboral, represión estudiantil y en general las luchas por la vida y contra el capital. 

Miryam Vargas Teutle, indigena Nahua de la región Choluteca, dio lectura al pronunciamiento final de la caravana :

“ Nuestra defensa consiste en organizarnos, hacer valer nuestros derechos como pueblos originarios plasmados en los Tratados y Convenios Internacionales, pero sobre todo emanados de nuestros pueblos, los cuales tienen el derecho soberano sobre cualquier Estado o institución nacional o internacional de decidir su propio destino y proteger nuestra madre tierra. A través del autogobierno, de recuperar nuestra identidad, preservar nuestra espiritualidad, memoria y justicia, sembrar la milpa, honrar los saberes de las abuelas y abuelos, es que defenderemos el futuro de las generaciones por venir”, destacó.

Entre los acuerdos alcanzados en el encuentro figuran los siguientes:

-Realizar una Asamblea Popular contra la minería y megaproyectos frente al Congreso del Estado en Morelos y a continuación una Asamblea Nacional Contra la Minería y los Megaproyectos de Muerte y en Defensa de la Tierra, el Agua y la Vida, en el mes de noviembre

– Se sumarán el 16 de mayo al 10º Aniversario de la lucha contra la termoeléctrica en Huexca, Morelos.

-Se movilizarán en solidaridad por la libertad de Fredy García y contra los megaproyectos el 30 de mayo

-Realizarán acciones dislocadas contra la minería y los megaproyectos del 2 al 9 de agosto 

-Acudirán al sexto Congreso Nacional Indígena en octubre en el estado de Chiapas 

Reportera freelance e integrante de la organización Reporter@s Morelos por la profesionalización y dignificación del periodismo.