Este año la 45 Marcha del Orgullo tuvo contingentes más polítizados que recordaron que la protesta política es fundamental, que quedan muchos derechos pendientes y que dentro del mismo movimiento LGBT+ hay mucho que cuestionar 

Texto y fotos: María Ruiz

CIUDAD DE MÉXICO.- La agenda política se impuso a los carros alegóricos de las marcas. En la 45 Marcha del Orgullo, la fiesta de la diversidad fue un repertorio de luchas: la de las mujeres trans contra los transfeminicidios, las de familiares de personas desaparecidas, la de las personas que viven con VIH, contingentes de lucha antiracista y del reconocimiento de las personas no binarias, entre otras.

El contingente disidente marcó la manifestación con acciones que recordaban todos los pendientes que faltan para que las poblaciones LGBT+ tengan una vida digna y además exigieron a las marcas no se aprovechen del día del Orgullo para comercializar con sus banderas.

Además, por primera vez se vio en las calles a funcionarios del primer nivel de gobierno federal, quienes caminaron junto con artistas afines al partido en el gobierno. Sin embargo, marcharon sin consignas ni imágenes partidistas.

Salimos a las calles a luchar por los derechos, por las libertades, por la libertad de amar, por espacios y discursos sin odio. El amor construye, florece, enriquece; creando utopías. #AmorEsAmor pic.twitter.com/rSb0ljdPN2

— Jesús Ramírez Cuevas (@JesusRCuevas) June 24, 2023

Una marcha política, no de promoción comercial

El contingente era diverso, distintos activistas de diversas luchas marcharon de la calle Necaxa, donde cancelaron simbólicamente los carros alegóricos de las marcas, a la Diana Cazadora, al Ángel y luego al Zócalo. La activista por la vivienda y abogada Carla Escoffié explica por qué es importante no soltar la política durante el Pride:

«Es muy importante recordar que esta marcha debe tener un contenido político. No se trata de un espacio para promoción comercial sino para recordar que sigue habiendo todo un catálogo de derechos que no están siendo ejercidos por la población LGBT. Se ha avanzado mucho pero quedan pendientes el tema de salud, vivienda, no discriminación, seguridad y muchos otros temas. Ésta es una marcha y por lo tanto es política»

Durante el recorrido por Reforma se intervinieron espacios con graffitis y se quemaron piñatas alusivas al sistema de salud mexicano por la falta de compromiso que este ha tenido con el tema de desabasto de medicamentos para VIH y con las vacunas para la viruela símica. También se quemó propaganda política y se recordó a las víctimas de odio.

Alaín Pinzón, activista por los derechos de la salud recordó que el IMSS no atiende a las personas con VIH: «la diversidad no sólo es en junio, es todo el año» recordó Pinzón sobre la actitud del Instituto de «solidarizarse» superficialmente durante el mes del orgullo mientras que el resto del año no dan respuestas ante las necesidades de esta comunidad.

Además de este contingente resaltó la participación del primer contingente de búsqueda de desaparecidos en un Pride mexicano. Compuesto por varias organizaciones y familiares marcharon con globos blancos en los que estaban plasmadas las fichas de búsqueda de personas LGBT+ que se encuentran desaparecidas.

Lupita Suárez, mamá de Margarita Cuevas Suárez, una joven desaparecida el 5 de junio del 2022 estuvo presente en este contingente y desde el cual pudo visibilizar su caso ante las miles de personas que marcharon entre arcoíris, plumas y glitter por Reforma.