El gobierno mexicano busca alargar la etapa de contagios del coronavirus para que la estructura de salud pueda soportar el momento más crítico de la enfermedad; el cierre total de las actividades, asegura el subsecretario de Salud, afectaría sobre todo a la población más pobre. Entramos a fase 2 de la pandemia
Texto: Arturo Contreras Camero
Fotos: María Fernanda Ruiz
A 24 días de que se detectara el primer caso de COVID-19 a México, los esfuerzos del Gobierno están centrados en un objetivo: alargar la curva de contagios . Hoy por la mañana anunciaron la entrada de México a la fase dos de la pandemia.
La estrategia es que, al hacerlo, menos gente se enferme al mismo tiempo, lo que permitirá que el sistema de salud no colapse, como ya pasó en otros países, como Italia, donde hasta ayer las muertes llegaban a las 5 mil 476, de un total de 59 mil 138 casos.
“Si tenemos éxito en retardar la transmisión, vamos a tener una epidemia larga”, aseguró la noche de este lunes el subsecretario de prevención de salud Hugo López Gatell.
“Eso no agrada mucho, pero se compensa con el hecho de que vamos a tener pocos casos al mismo tiempo”.
De acuerdo con el subsecretario, aunque habrá un momento en que los casos de COVID-19 crecerán de manera muy acelerada, el plan del gobierno es detener el escalamiento acelerado de la enfermedad para que el sistema de salud no colapse como en otros países.
No es lo mismo, para la atención que se requiere, tener miles de casos urgentes en un día que a lo largo de varias semanas. Por eso se adelantaron las medidas de distanciamiento social y de mitigación comunitaria implementadas a lo largo de la semana pasada.
Pero se trata, justamente, de una acción adelantada, explicó el subsecretario, durante la conferencia de prensa vespertina en la que todos los días informa sobre el avance de la enfermedad.
“Desde el 14 de marzo preferimos adelantarnos a las circunstancias empezando con las medidas de fase dos, justamente, dos semanas antes del momento en el que esperamos que empiece a ver un crecimiento rápido en el número de casos diarios”, dijo.
Este lunes, en el informe diario que emite la Organización Mundial de la Salud México ya aparecía en sus registros como un país donde hay “transmisión comunitaria”, lo que según sus criterios implicaría que el país ya se encuentra en fase dos de la contingencia.
Lopez Gatell matizó esas interpretaciones: Hasta la una de la tarde había 367 casos confirmados de la enfermedad y cuatro muertes; 1 por ciento de los contagios corresponde a casos en los que no se pueda identificar la fuente de la enfermedad.
Eso “es una señal muy temprana, pero característica de la transición hacia la fase dos”. Hoy por la mañana, en la conferencia presidencial, anunciaron junto con el cuerpo médico de la Marina y el Ejército, que cambia la fase en México no por el número de contagios sino para adelantarnos a tomar medidas.
Es decir, a pesar de que existen estos contagios que tuvieron lugar en el país, muchos de ellos son producto del contagio de una persona que “importó” el virus de otro país y se lo transmitió a un conocido.
La fase de contagio comunitaria es cuando no solo sea imposible rastrear el origen de contagio de los casos, sino que serán tantos, que incluso resultaría inútil hacer dicho rastreo.
“Es un proceso gradual, no ocurre de un momento a otro, no ocurre con un caso más, no es una situación en donde de un día para otro ya uno pueda decir aquí ya cambiamos de fase”, reiteró el subsecretario a una pregunta sobre cuándo se daría este cambio.
Este martes, durante la conferencia vespertina, López-Gatell aseguró que la pandemia del COVID-19mx podría durar hasta septiembre y su pico sería en agosto.
Si la estrategia de contención del gobierno federal funciona, los contagios se retrasarían y le permitirían «administrar el riesgo» y no hacer que colapse el sistema de salud.
Hasta este lunes, en el mundo habían 332 mil 930 casos de personas infectadas con Coronavirus, y de ellos, solo una proporción, el 67 por ciento, son casos que se estima permanecen activos, es decir, que han sucedido en los últimos 14 días y por lo tanto aún pueden contagiar el virus, mientras que el resto ya está recuperado.
De esas personas que han enfermado, solo 11 por ciento han requerido hospitalización; el resto se considera «ambulatorio» porque puede atenderse en casa.
Del 11 por ciento que es hospitalizado, siete por ciento requerirán un cuidado intensivo. Para este panorama es para el que el Gobierno de México se ha preparado desde mediados de enero, cuando empezó a tomar medidas al respecto de la pandemia.
En México, las medidas de distanciamiento social que se usan normalmente el la fase dos de contagio ya se están aplicando.
Por ello, a pesar de que hay pocos casos de Coronavirus, respecto al número total de la población, mucha gente ya dejó las calles para recluirse a enfrentar la pandemia en sus casas.
Pero la idea es que este tipo de medida dure el menor tiempo posible, pues los daños socioeconómicos pueden ser terribles, según ha alertado la propia Organización de las Naciones Unidas.
Eso aclaró López Gatell al defender las decisión del gobierno de México de no cerrar las fronteras ni detener totalmente las actividades productivas: “Tenemos que pensar en las consecuencias económicas de las medidas sobre el 50 por ciento de la población, que son los más pobres. No podemos cerrar todo de manera irracional ni planeada porque hay miedo social. El desorden y el miedo es lo que nos puede matar”.
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona