La cancelación del abasto de agua para León, Guanajuato, desde la presa El Zapotillo, pone en evidencia la historia negra del proyecto del acueducto encargado a la empresa española Abengoa
Por Carlos Martínez Macías / Paralelo 20 @paraleloveinte
Fotos: Fernando Carranza / Cuartoscuro y Especial
JALISCO.- Las modificaciones del proyecto de la presa El Zapotillo por orden presidencial dejarán sin agua a la ciudad de León Guanajuato, para quien se había proyectado originalmente y cancelarán la construcción del acueducto, aunque éste ya había sido abandonado por la compañía española Abengoa.
El polémico proyecto de la presa El Zapotillo, en el cual el gobierno de Jalisco cifra sus esperanzas para el abasto de agua para la zona metropolitana de Guadalajara, fue planeado originalmente para resolver el desabasto pero de León, Guanajuato.
A partir de que el presidente Ernesto Zedillo reservara la cuenca del río verde para uso doméstico y público urbano en 1995 y 1997, la Comisión Nacional del Agua comenzó a estudiar las distintas opciones para favorecer a Jalisco y a Guanajuato y resolvió dos presas: El Zapotillo para los Altos y León y Arcediano para Guadalajara.
El libro blanco del proyecto de El Zapotillo y el acueducto, muestra una cortina de 80 metros y un almacenamiento de 411 millones de metros cúbicos para dotar de 3.8 metros cúbicos a León y 1.8 metros cúbicos a las poblaciones de Los Altos de Jalisco.
Después que fuera anulado el proyecto de la presa de Arcediano, en 2007 el gobernador Emilio González Márquez, firma un nuevo acuerdo donde se modifica la altura de la cortina de El Zapotillo a 105 metros para ampliar la capacidad de almacenamiento a 911 millones de metros cúbicos y conseguir 3.0 metros cúbicos para la zona metropolitana tapatía.
Sólo que el convenio fue un paso en falso, ya que no fue autorizado por el congreso local y es la causa por la que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó frenar la obra.
Pero esta presa era para el vecino estado y prueba de ello son distintos oficios dirigidos desde la Conagua al organismo de Cuenca Lerma, Santiago, Pacífico, donde dan cuenta del nombre oficial: “Construcción del Proyecto de Abastecimiento de Agua Potable Zapotillo para la Ciudad de León, en el Estado de Guanajuato”.
Parte medular en este sistema de abasto de agua para León, era la construcción de un acueducto de 140 kilómetros que llevaría el líquido desde la presa El Zapotillo, con tubería de diámetro de 2.4 metros.
El 14 de octubre de 2011 y después de haber ganado la licitación de un concurso internacional para la construcción del acueducto El Zapotillo-León, Guanajuato, la empresa española Abengoa obtiene la concesión por 25 años para llevar agua a dicha ciudad y que incluye la línea de conducción y otras obras como plantas de bombeo y una planta potabilizadora, todo con un costo de seis mil 866 millones de pesos.
Sin embargo, la aparente buena suerte de la compañía es opacada por noticias que llegan de España. Hay fuertes rumores de que Abengoa enfrenta pesadas deudas que alcanzarían los nueve mil millones de euros, lo que provoca numerosos retrasos al contrato firmado con el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León que le exige que comience los trabajos lo que nunca sucede…
En la actualidad, a un costado de la autopista León-Aguascalientes, decenas de enormes tubos lucen empolvados y olvidados. Pertenecen a la empresa española Abengoa y en algún momento formaron parte del proyecto del acueducto para traer agua de la presa El Zapotillo, hasta que en agosto de 2017, la compañía renunció a la concesión que había obtenido en octubre de 2011.
Pero Concesionaria del Acueducto El Zapotillo, S.A. de C.V., filial de Abengoa, no abandonó por completo la licitación ganada y el contrato firmado con el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León Guanajuato por la construcción de la obra.
Sin haber construido un solo metro, la empresa hispana reclama a la Comisión Nacional del Agua, el pago de cinco mil millones de pesos como indemnización, porque supuestamente la dependencia federal no cumplió con la entrega de las tierras liberadas para que se construyera el acueducto.
Considerado el mayor productor agropecuario del país, la región de Los Altos de Jalisco aporta el 20 por ciento de la carne, leche y huevos que se consumen en México y sus habitantes siempre consideraron una amenaza el posible trasvase del agua del Río Verde para la ciudad de León, Guanajuato.
Zona semi árida, donde el agua hay que buscarla a través de pozos a 250 metros de profundidad, los productores enfrentan desde hace años una veda que legalmente les impide la construcción de bCONordos para captar agua para el ganado y permisos para nuevos pozos.
Felipe Gutiérrez Vázquez, presidente de la Asociación de Ganaderos de Jalostotitlán, sostiene que todos los productores de la región se opusieron siempre a la construcción del acueducto.
El ganadero asegura que es mentira que una parte del agua que pretenden sacar de la presa El Zapotillo vaya a ser para las poblaciones alteñas.
En San Juan de los Lagos, el productor José Félix Márquez Muñoz, advierte que hasta ahora no los han molestado con la veda que impide operar bordos y pozos, pero temen que en su momento lleguen las clausuras.
Márquez Muñoz dice que en San Juan de los Lagos, aparte de la Virgen que atrae el turismo religioso, están los ganaderos y después de ellos no hay nada.
El proyecto original de la Presa El Zapotillo, contemplaba entregar 1.8 metros cúbicos de agua para 14 poblaciones de la región alteña y 3.8 metros cúbicos para León.
Sin embargo, no figura en los proyectos oficiales ninguna información detallada de cómo se entregará el líquido a la región. Sólo en la Manifestación de Impacto Ambiental, se hace referencia a que harán llegar el agua a los municipios alteños a través de pipas.
El presidente del Observatorio Ciudadano del Agua, Juan Guillermo Márquez, advierte que el gobierno federal no dimensionó la afectación que tendría dejar sin agua a la región de Los Altos de Jalisco.
Recordó que hace unos años con un brote de gripe aviar, el huevo aumentó 400 por ciento y con una crisis permanente del agua, los precios de la carne, leche y el huevo aumentarían al menos en un 30 por ciento.
De acuerdo con Juan Guillermo Márquez, el estado de Guanjuato tiene fuentes de abasto de agua suficientes como la Sierra de Lobos y otras, para no necesitar el agua del Río Verde.
Según el Programa Estatal Hidráulico de Guanajuato, la entidad recuperaría importantes volúmenes de agua si respetara volúmenes concesionados, con conversión de cultivos, tecnificación de riegos, entre otras acciones.
Sostiene que no es correcta la idea de que León es una ciudad sedienta como quieren hacer ver, ya que anualmente consume poco más de 80 millones de metros cúbicos y esperaba obtener del Zapotillo, 120 millones de metros cúbicos, es decir, 40 millones de metros cúbicos más de los que consume, por lo que en realidad lo que quería era crear reservas de agua.
Juan Guillermo Márquez acusa que en el caso de la empresa española Abengoa, existe una situación irregular porque podría tratarse del modus operandi de la compañía que suele incumplir sus contratos y después exigir indemnizaciones a los gobiernos y también denuncia un posible caso de complicidad de funcionarios federales.
La empresa española Abengoa, quien renunció a la concesión que obtuvo para construir y operar el acueducto de la presa El Zapotillo a León, Guanajuato, ha tenido una historia tormentosa en México.
Dedicada a proyectos de innovación en materia de energías renovables, Abengoa ganó en septiembre de 2011, el concurso para construir el acueducto de 140 kilómetros de la presa El Zapotillo a la ciudad de León, Guanajuato, una obra de seis mil 866 millones de pesos.
En el acta del fallo, se aprecia que compitió con Samsung cuya propuesta fue por 12 mil 156 millones de pesos, contra los 4 mil 569 millones de Abengoa, una extraña diferencia de 7 mil 587 millones de pesos.
La licitación fue además motivo de polémica ya que el Instituto Mexicano de Auditoría Técnica, invitado por la Comisión Nacional del Agua para ser Observador Social en el concurso, cuestionó varias irregularidades.
Por ejemplo, mencionó que Abengoa presentó en su apartado de experiencia técnica al gerente en ingeniería, Yordi Vidal Pujol, quien nació el dos de febrero de 1973 y se graduó en 1990, lo que significa que tendría apenas 17 años al terminar la universidad.
Además, no presentó su propuesta técnica en español, el contrato firmado estaba manchado, borroso, con páginas en blanco e ignoró dudas del instituto, por lo cual en su informe final el observador social señaló que no podía validar que el Concurso se hubiera desarrollado con total equidad, transparencia y legalidad.
El 14 de octubre de 2011, Abengoa firma con la Conagua, el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León y La Comisión Estatal del Agua, el contrato por 25 años para entregar 3.8 metros cúbicos por segundo de agua potabilizada y por medio del acueducto.
El pago mensual acordado fue de 39 millones 696 mil pesos, unos 476 millones al año y casi 12 mil millones de pesos en los 25 años de la concesión.
El cúmulo de apoyos para Abengoa, incluyó la aportación del 49 por ciento de los recursos para el proyecto a fondo perdido por el Fondo Nacional de Infraestructura, 2 mil 626 millones de pesos y el restante 51 por ciento con un crédito de Banobras.
Pese a contar con la mesa servida, los retrasos de la empresa para iniciar los trabajos modificaron los plazos pactados y recibió del Fideicomiso de Administración del Acueducto, un adelanto de 680 millones de pesos.
Algunos medios de León, revelaron que el SAPAL habría entregado 100 millones de pesos adicionales a fondo perdido para apoyar a la empresa y Abengoa solicitó otros 121 millones de pesos para poder arrancar el proyecto.
El 25 de agosto de 2017, Concesionaria del Acueducto El Zapotillo, S.A. de C.V., la filial de la compañía encargada de la obra, presentó su Renuncia sin Responsabilidad a la concesión.
Entre los argumentos de la empresa española, destacó que el gobierno federal no había cumplido con la liberación de derechos de vía para el tendido del acueducto e inmediatamente después presentó un reclamo contra Conagua por 5 mil millones de pesos como indemnización.
Sin embargo, el fondo del caso tiene que ver con la virtual quiebra de la compañía hispana. En concurso mercantil en España, Abengoa llegó a acumular 27 mil millones de euros en pasivos.
En México, en 2016 la empresa canceló su participación en una planta de cogeneración de energía para Pemex en Oaxaca; en 2017 también dejó a medio construir la planta de ciclo combinado Norte III en Chihuahua asignada por la Comisión Federal de Electricidad.
En 2018 Abengoa fue llevada a juicio por incumplimiento de contrato en la construcción del parque eólico Tres Mesas, ubicado en Tamaulipas.
En Jalisco obtuvo 604 millones de pesos del Instituto de Pensiones por inversiones bursátiles, también lo hizo con Infonavit al que le causó un quebranto de 554 millones de pesos y los grupos financieros Monex, Invex y Banco Base, le reclamaron judicialmente los pagos de las inversiones y consiguieron embargos de sus bienes en el país.
Sólo los certificados bursátiles sin fondos de Abengoa, alcanzaron los tres mil millones de pesos.
Como una ciudad que enfrente un grave estrés hídrico, así describe el director general del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León, Enrique De Haro Maldonado, la crisis de agua potable que enfrentan.
Expone que cada vez son más profundas las extracciones que hacen del acuífero y por estas razones para ellos el acueducto del Zapotillo a León es una apuesta viable.
Enrique De Haro Maldonado explica que cada año baja el nivel de los pozos en 1.5 metros y esto ha motivado que el servicio de agua llegue a las casas 10 ó 12 horas al día, pese a todo gracias a programas de cultura del agua han conseguido reducir el consumo individual a 136 litros por día, mientras que el promedio nacional supera los 200 litros por persona.
El director del SAPAL desmiente las versiones de que León cuenta con otras fuentes de abasto en lugar de pensar en las aguas del Río Verde desde El Zapotillo, como es la Sierra de Lobos o las presas en el estado.
Sobre los señalamientos de que el agua que pretendían traer de Jalisco sería para darle sobre todo un uso para las industrias, aclara que la mayor parte de las cuentas son residenciales.
Enrique De Haro Maldonado menciona que actualmente León consume 85 millones de metros cúbicos anuales y la concesión que le otorgaron es por 119 millones de metros cúbicos que le permitirían dar respiro a los mantos freáticos y permitir su recarga.
Aun así en caso de que se reanudara la obra del Zapotillo, todavía tendrían que esperar varios años para recibir el agua.
El director general de SAPAL insiste en que la mejor opción es la presa El Zapotillo y con una cortina a 105 metros de altura, porque sostiene que el Río Verde sí tiene el agua suficiente. Sin embargo, reconoce que están en manos de la decisión del presidente López Obrador.
Y visto a la distancia, después de todo lo que ha sucedido con la empresa española Abengoa, que obtuvo la concesión y después renunció a construir el acueducto, Enrique De Haro Maldonado, señala que al principio pareció ser la mejor opción, pero admite que hoy a juzgar por su abandono del proyecto, ya no lo es.
Seis años después de haber ganado la licitación del acueducto El Zapotillo a León, Guanajuato, la única huella que queda de Abengoa en tierras de Guanajuato, son decenas de tuberías empolvadas y olvidadas.
Todo el proyecto y con los recursos recibidos, parecen haber sido enviados por la compañía española, literalmente por un tubo.
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