19 marzo, 2020
Especialistas advierten el mayor riesgo de las personas migrantes de contener coronavirus debido a las políticas migratorias de Estados Unidos. El despacho jurídico del activista Jason Flores-Williams revisará la responsabilidad jurídica de la administración de Donald Trump
Texto: María Ruiz y Vania Pigeonutt
Fotos: Toño Aguilar/ Cuartoscuro, Ángeles Mariscal y María Ruiz
La actual política migratoria del gobierno de Donald Trump incrementa el riesgo de contagio de coronavirus para las personas migrantes que buscan llegar a ese país, advierte el abogado estadounidense Jason Flores-Williams.
“La administración Trump ha creado una crisis humanitaria en la que más de 60 mil personas viven en campamentos insalubres mientras esperan que los tribunales de Estados Unidos juzguen sus casos de inmigración.
Flores-Williams lamenta que estas personas, en su intención de llegar a Estados Unidos, permanezcan en México debido a las políticas estadounidenses que califica como miopes y racistas.
“Estas personas simplemente están esperando enfermarse y morir. Ellos son como decimos en inglés, sentar patos. Y si eso no le molesta porque solo
entiende el mundo ya que le afecta directamente, piense en el hecho de que estas personas regresarán a sus países de origen y propagarán el coronavirus en todo México y América Latina”, advierte.
“Si este virus nos ha mostrado algo, es que todos estamos conectados. Tenemos que hacer algo ahora por los miembros de nuestra familia en la frontera”.
Flores-Williams llama a la población a no olvidar a los migrantes que en la frontera buscan resolver su situación migratoria
“Si usted o alguien que conoce está en un campamento de migrantes y se siente impotente contra el coronavirus, puede contactar a esta oficina legal para discutir formas de responsabilizar a la administración Trump por mejorar las condiciones a lo largo de la frontera”.
Debido al coronavirus 10 países en América Latina cerraron fronteras. Canadá suspendió la llegada de vuelos internacionales y Estados Unidos impidió la llegada de aviones provenientes de Europa.
La especialista en migración Leticia Calderón Chelius explica que durante propagación del COVID-19 los migrantes son parte de la población más vulnerable. Se enfrentan al hacinamiento y al riesgo de perder sus solicitudes de asilo.
Distintas organizaciones y albergues para migrantes se pronunciaron contra el hacinamiento en estaciones migratorias. No poder salir de una estación les resta el derecho a decidir qué hacer ante una pandemia, explican.
Los administradores del albergue Casa Migrante Saltillo pidieron a la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero y al Instituto Nacional de Migración “tomar las medidas para permitir que la gente extranjera deje de ir a firmar cada semana”.
Leticia Calderón Chelius puntualiza que no se debe marginar a la población migrante, ya que en una emergencia como la actual se acentúa la importancia de la correlación.
“De su salud también depende la nuestra. Si a ellos no los revisan, si alguien se siente mal y no lo atienden, es una fuente de contagio para cualquiera. No considerarlos parte de la realidad territorial sería un error”, advierte.
Donald Trump planea regresar a todas los solicitantes de asilo y extranjeros que intenten entrar por la frontera con México debido al Coronavirus, según publicó el New York Times.
Este miércoles, Trump anunció que cerrará las fronteras con Canadá y que limitará la entrada en distintos puntos de la frontera con México.
Leticia Calderón recuerda el gran riesgo que representa para los migrantes que solicitan asilo que sean regresados en su huída por la violencia.
“Que regresen a un escenario del cual están huyendo por razones de seguridad (es) ponerlos en una situación de evidente peligro porque habían logrado, además de entrar al país, que sus datos fueran aceptados, que eso no es cualquier cosa en Estados Unidos. En ese caso es muy fuerte porque es una pérdida de conquista en términos de Derechos humanos”.
El coronavirus se extiende por la región norte del continente americano. Hasta el 18 de marzo, la Organización Mundial de la Salud contabiliza más de 7 mil contagios en Estados Unidos y 97 personas fallecidas por la enfermedad. En En México, las autoridades reportaron que el número de contagios es de 118.
Este miércoles, la Secretaría de Salud informó que murió el primer mexicano contagiado por COVID-19 en territorio nacional.
Este martes 17 de marzo el gobierno de Guatemala anunció el cierre de sus fronteras aéreas, terrestres y marítimas para extranjeros. Los únicos que pueden ingresar a su territorio son guatemaltecos o residentes permanentes. Sus fronteras serán vigiladas por el ejército de Guatemala y la Policía Nacional Civil.
Esto es una paradoja, dice la migrantóloga Leticia Calderón: “Ellos cierran y acaban fortaleciendo la política de contención (migratoria) que México les aplicó, es una locura.
El viernes 13 el presidente guatemalteco Alejandro Giammattei pidió al Estado mexicano que no deportará guatemaltecos como medida preventiva para detener contagios, según datos de la agencia Reuters.
A pesar de las medidas, sin embargo, a lo largo de 621 kilómetros que comparte de frontera con México continúa el paso de personas de ambas naciones. Los habitantes en la franja fronteriza y comparten lazos familiares y de comercio, reporta Chiapas Paralelo.
El cierre de las fronteras guatemaltecas por el COVID-19 dejó varados a miles de migrantes en el sureste mexicano. La CNDH solicitó al Instituto Nacional de Migración que implemente acciones urgentes contra el hacinamiento para evitar un contagio masivo en estaciones migratorias.
La Comisión también pidió al INM que proporcione los productos necesarios de salud e higiene para prevenir el contagio. Que realice revisiones permanentes.
El Instituto Nacional de MIgración aceptó las medidas cautelares. En un comunicado, aseguró que proveraá de insumos necesarios para mantener las medidas de combate a la pandemia, como jabón, gel antibacterial y alcohol. Asimismo, negó que en los albergues hay hacinamiento.
En Tapachula, el albergue Belén, informó que no recibirá más migrantes hasta que pase la contingencia:
César Augusto Cañaveral, director del albergue Belén, explicó: “Únicamente estaremos atendiendo a las personas que están ingresadas en el interior del albergue”, informó Chiapas Paralelo.
En Ciudad Juárez se acomodarán migrantes que se encuentran en albergues saturados para evitar contagios de COVID-19. Actualmente hay unos mil 300 extranjeros repartidos en los 14 albergues improvisados en iglesias. Así como en la Casa del Migrante y en el que opera el gobierno gederal, el Leona Vicario, reportó La Verdad de Juárez.
La casa del Migrante decidió que sólo dará asilo a quiénes presenten un certificado médico. El centro que concentra mayor número de migrantes es el Leona Vicario. Ahí las autoridades aseguran que han instrumentado un protocolo para recibir a los extranjeros que arriban a la ciudad:
“Se les toma la temperatura y se revisa si presentan algún síntoma que pudiera estar relacionados con COVID 19. Se les aplica un cuestionario para saber si han estado en contacto con personas que hayan viajado a lugares en riesgo”.
El 16 de marzo el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció por medio de su cuenta de Twitter que un vuelo de Avianca procedente de México no podría arribar a San Salvador por supuestos “12 casos confirmados de Covid-19”. Este tuit desató una discusión entre Bukele y el canciller mexicano Marcelo Ebrard.
Miles de usuarios de Twitter retomaron la conversación. Respondieron a los tuits de los funcionarios con mensajes burlones que le daban la razón a uno u a otro.
Avianca anunció que el vuelo mencionado por el presidente salvadoreño se cancelaría y Marcelo Ebrard tuiteó que los 12 casos no estaban confirmados. Las personas del vuelo, dijo, fueron revisadas y que el viaje se canceló porque todos los vuelos a El Salvador habían sido cancelados.
Bukele terminó reclamando a Ebrard sobre el asilo del expresidente de la Asamblea Legislativa Othon Sigfrido Reyes, en México. Sigfrido Reyes está acusado de delitos de corrupción en El Salvador; pero no pueden detenerlo porque Interpol confirmó que tiene asilo en territorio mexicano y no pueden compartir su ubicación.
Leticia Calderón reflexiona sobre los mensajes vía Twitter y concluye que pueden tener consecuencias en las relaciones diplomáticas de ambos países:
“Lo de Bukele fue muy desagradable porque le (puede hablar) a Ebrard por teléfono y decirle lo que quiera pero lo hizo en Twitter. Es muy lamentable porque le sube el tono a una relación que apenas estaba empezando. Las consecuencias de la pandemia pueden ser políticas en el sentido de cómo salga la región en sus relaciones de gobiernos. Por eso mejor bajarle al tono porque en medio está la gente” advierte Chelius.
La ONU recordó que los poderes de una situación de emergencia no pueden utilizarse para sofocar la disidencia.
Agregaron que algunos Estados e instituciones de seguridad pueden encontrar atractivo el uso de poderes de emergencia porque ofrece atajos.
El defensor de migrantes Rubén Figueroa advirtió, desde las redes sociales del Movimiento Migrante Mesoamericano, que el COVID-19 ocasionará que los flujos migratorios se disparen por el impacto económico negativo en los países subdesarrollados.
Minutos antes de que aterrice un vuelo proveniente de Estados Unidos, Yareli Pérez, responsable de la Unidad de Sanidad Internacional del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), explica que hay tres nuevos filtros dentro del protocolo para las revisiones a pasajeros ante la contingencia por el coronavirus.
Está frente a una cámara termográfica, que sirve para medir las temperaturas de los pasajeros de manera sensorial. “No es evidente, pero capta la temperatura de cada viajero”.
Camina por un pasillo angosto donde llegarán los viajeros y señala la cámara, que es una de las seis que hay en el AICM para reforzar la seguridad de los viajeros.
El presidente Andrés Manuel López Obrador descartó el cierre de los aeropuertos para evitar un colapso de la economía por la pandemia de COVID-19.
Pérez se aproxima a los reporteros que está dando la explicación para mostrarles a detalle las fases. Enfatiza que el protocolo busca evitar la propagación del virus desde el AICM.
“La cámara capta la información que sale. Si se están dando cuenta, la cámara termográfica les está tomando la temperatura en este momento. Todos los recuadros verdes son temperaturas normales, cuando alguien presenta temperaturas por arriba de 37.5 grados, eso se pone en color rojo. Esa persona debe ser sujeta a una revisión sanitaria, con su cuestionario y con la revisión clínica”, precisa.
El AICM dispone para hacer estas revisiones detalladas de las seis cámaras más 50 termómetros infrarrojos, que son un paso previo a la revisión de la temperatura por las cámaras. Estos termómetros también son empleados para detectar a pasajeros con fiebre.
Yareli explica que el primer filtro es justo con los termómetros, a todos los pasajeros que descienden del avión. Las pistolas infrarrojas sirven para un primer control, luego las cámaras, hasta finalmente pasar al último filtro de revisión, con una cámara térmica móvil.
Pasando estos tres filtros hay unas pantallas con recomendaciones para tomar en cuenta durante la contingencia y personal repartiendo folletos con la mismas medidas de precaución como el lavado de manos. Después llegan los turistas y pasan por los grupos de empleados con batas blancas.
En conferencia de prensa, previo al recorrido por los filtros de revisión, Jorge Ochoa Moreno, director general de Servicios de Salud de la Secretaría de Salud local, informó que al momento se han realizado 638 pruebas a pasajeros entre febrero y marzo; 286 en febrero y este mes van 352. Ningún pasajero ha sido detectado desde el AICM con Covid-19.
Para el protocolo el AICM consideró a 50 profesionales, médicos, paramédicos y enfermeros, para la Unidad de Sanidad Internacional que realizan la revisión sanitaria de al menos 43 mil personas que llegan diariamente en los 380 vuelos internacionales que hay en la ciudad.
El AICM lucía como cualquier otro día. No hay suspensión de actividades en ninguna tienda departamental, según comentan los empleados. Algunos usan cubre bocas, otros no. Tampoco se veía en general el uso del cubrebocas en toda la gente. Algunas empleadas de limpieza no lo portaban, mientras que policías aseguraron que fue una petición obligatoria.
Los señores Natalia Prudencio y Josué Lagunas esperaban a su hijo en un vuelo de Tijuana. Desconocían las medidas. “Nosotros no venimos seguido, somos de un rancho que se llama San Felipe, de Tlaxcala, no sabemos mucho. Vamos a esperar a nuestro hijo y él viene del norte, no sabíamos eso del cubrebocas”.
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