Después de cuatro mesas de trabajo para atender sus demandas de vivienda, el grupo de otomíes que desde el pasado 12 de octubre tomó las oficinas del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), pide al gobierno de la Ciudad de México y al Federal, mesas de resolución prontas; no apostar al cansancio
Texto y fotos: Arturo Contreras Camero
El grupo de otomíes que tomaron las instalaciones del INPI calificó de incongruentes las mesas de trabajo que han tenido con representantes del gobierno de la Ciudad de México, pues no les permitirán tener una solución rápida a sus demandas.
Los funcionarios con los que dialogan no tienen el nivel de decisión necesario, en específico la Dirección de Concertación Política de la Ciudad de México, por su falta de experiencia política para atender sus demandas, denuncian.
El pasado 12 de octubre este grupo tomó las instalaciones de la dependencia federal para reclamar solución a una demanda de vivienda de más de 30 años, además de atención a temas prioritarios, como alimentación, salud y educación. Los inconformes han vivido en edificios abandonados y con daño estructural, a veces en la calle por no encontrar una vivienda en la zona centro de la ciudad.
«Nosotros miramos que le apuestan al desgaste. Vamos a seguir aquí resistiendo. No hemos decidido romper ese diálogo, pero exigimos la presencia de la jefa de Gobierno, Claudia Shienbaum», demandó Isabel Valencia, miembro de esta comunidad.
“Yo creo que el gobierno no tiene voluntad. Para la expropiación de Zacatecas –uno de los predios en los que han vivido de forma irregular se encuentra en esa calle de la colonia Roma– nos pidieron un tiempo, por la transición; llevamos dos años y no tenemos respuesta. No querernos dar una respuesta que estamos esperando desde hace dos años es ignorarnos”, cuenta.
En las mesas de trabajo que han sostenido, aseguran que para dar atención a sus demandas los funcionarios locales aplazaron la siguiente mesa de trabajo para el 29 de diciembre.
“Nos la aplazan tanto porque saben que ellos operan hasta el 12 de diciembre y de ahí al Guadalupe Reyes ya no operan. Como ya establecimos el diálogo creen que nos pueden mantener ahí sin darnos respuesta. Estamos emplazando a que la jefa de Gobierno y alguien de mayor autoridad a nivel federal que Adelfo Regino venga a dialogar”, comenta al respecto Diego García, uno de los voceros de la comunidad.
Durante una conferencia de prensa emitida desde el salón de juntas de las oficinas tomadas del INPI, los otomíes aseguraron que en vez de las mesas de diálogo públicas y abiertas en ese inmueble, el gobierno de la ciudad pretende llevar a cabo charlas técnicas que sólo promueven la burocracia gubernamental. Consideran que serán una medida de contención para dilatar y diluir sus demandas.
“Nosotros vamos a seguir resistiendo y daremos un segundo paso si no viene a retomar el diálogo y nos dan una solución, vamos a empezar a habitar el edificio. A tomar nuestros departamentos. Vamos a cobijar este espacio como nuestra vivienda. Yo creo que es lo justo. Que habitemos el espacio”, aseguró Marisela Mejía, indígena otomí.
Entre las demandas del grupo, se encuentra detener las obras de remodelación turística del centro de Santiago Mexquititlán, uno de los pueblos de donde son originarios, a causa del desplazamiento económico y la migración forzada de este grupo. Sin embargo, Rosendo Anaya, alcalde de Amealco, municipio que integra Santiago Mexquititlán, no se ha tomado la molestia de responder la misiva de Adelfo Regino.
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