Un estudiante de la UACM que trabajaba en un call center al servicio de Grupo Salinas murió de covid. La Secretaría del Trabajo informó que 10 mil empleados de Grupo Salinas siguen en labores pese a contingencia sanitaria. Vecinos del corporativo de Salinas Pliego exigen que paren actividades; temen contagios de coronavirus
Por: Daniela Rea
Fotos: Especial
CIUDAD DE MÉXICO.- El pasado 27 de abril Rodolfo Huvy Cruz Juárez, un joven de 30 años que estudiaba Comunicación y Cultura en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) y trabajaba en un call center al servicio de Grupo Salinas murió de coronavirus.
Supimos de su muerte porque otros estudiantes de la UACM hicieron un video donde denunciaron la responsabilidad del empresario:
Señalaron que Huvy, como le decían, trabajaba en un call center ubicado en la colonia Vértiz, que se dedicaba a la cobranza de Elektra. Para entrar a trabajar a Grupo Salinas les hacen firmar tres contratos con tres filiales distintas para evadir responsabilidad laboral. Narraron que se otorgaron 150 lugares para trabajar desde casa. Como algunos compañeros no tenían computadora hicieron compra de urgencia. En el video los estudiantes convocan a denunciar las condiciones laborales de la empresa. Exigen esclarecer la muerte y apoyar en gastos funerarios del compañeros con la familia.
“Porque nuestras vidas valen más que sus ganancias, denunciamos a Grupo Salinas por negligencia patronal. Y lo responsabilizamos por el contagio y desatención que llevaron a la muerte a nuestro compañero por covid-19”, dicen en el video.
En su muro de Facebook Elizabeth Cruz, hermana de Rodolfo, relató desde el 21 de abril lo que había sucedido:
“Mi hermano ingresó al hospital hace un par de días, y le hicieron estudios por que presentaba síntomas respectivos de Covid-19 apenas hoy dieron los resultados y salió positivo 😭 (…) La salud de mi hermano en estos momentos es delicada, 😪 su cuerpo no acepta bien el respirador que le pusieron, los médicos están haciendo todo lo que está en sus manos. Él está totalmente aislado sin recibir visitas, ni siquiera podemos verlo para darle palabras de aliento 😔”
El 22 de abril y los días siguientes, según el relato de Elizabeth, el estado de salud de su hermano era muy grave. En el hospital estaban intentando distintas posturas y acciones para mejorar su salud. Sin embargo, el 27 de abril falleció.
Sandra Romero, compañera de Rodolfo Huvy, dice a Pie de Página
“Algunos amigos nuestros seguían trabajando, en una de las clases -virtuales- preguntamos y él dijo que seguía trabajando en el call center, que es un trabajo universitario común que permite alternar la escuela y muchos habían trabajado ahí. Todavía en una clase dijo que se sentía mal, pero la tomó y leyó una crónica. Después no supimos bien de él, hasta que su hermana empezó a contar en su blog público que estaba enfermo y de manera grave. Sabíamos que la única actividad que hacía fuera de casa era el trabajo”, dice Sandra.
Sandra relata que entre los compañeros de la UACM conversaron sobre el señalamiento a Grupo Salinas. Decidieron que era importante denunciar que la exigencia de seguir trabajando, pese a la emergencia sanitaria y ordenamientos gubernamentales, posibilitó su contagio.
“Es algo que no podemos probar, pero esa era la única actividad que Rodolfo Huvy hacía fuera de casa. Nos dimos cuenta que esa denuncia era la punta de un hilo de un montón de casos donde hay preocupación. Como compañeros, desde que publicamos el video exigiendo justicia, hemos recibido un montón de denuncias de gente que trabaja ahí en condiciones muy precarias, amontonados, sin sana distancia, sin sanitizar los espacios”, dice.
En la conferencia presidencial, la secretaria del Trabajo Luisa María Alcalde informó que Grupo Elektra se niega a parar actividades durante la contingencia sanitaria. El grupo empresarial de Ricardo Salinas Pliego llamó incluso a desobedecer las indicaciones de las autoridades de Salud.
El número de trabajadores que siguen en funciones en este grupo empresarial, dijo la funcionaria, es de alrededor de 10 mil personas.
Lucía Joselin Muñoz es otra compañera de Rodolfo Huvy y comparte quién era él entre sus compañeros.
“Era un compa con conciencia histórica, pensamiento crítico, de esas voces que no sobran en el periodismo independiente, tenía esa inquietud de comenzar a hacer proyectos audiovisuales que señalaran la injusticia social. Lo platicamos, pero quedó pendiente. Yo lo conocí hace varios años, cuando fue el movimiento estudiantil de la UACM, él participó activamente en la defensa de la universidad durante la huelga en 2012, era mi amigo y compañero de barricadas”, escribe Lucía por mensaje.
“Siempre estaba al tanto de los problemas de la universidad y la lucha de clases, participaba activamente contra lo que le parecía injusto, por eso quería realizar material audiovisual al respecto. Recuerdo que andaba cansado y agobiado por la chamba, justo me comentaba las ganas que tenía de empezar a hacer periodismo, de ya salir de la uni, pero que su chamba era un poco el impedimento, esa pelea por la subsistencia en la que están muchas personas.
“Hablaba un poco con frustración de eso, pero luchaba. Y al final ese maldito trabajo que le permitía subsistir, pero no lo dejaba vivir, terminó por quitarle la vida.
“Ahora siento que quienes tenemos el privilegio de estar encerrados en casa pensamos que no contagiar ni contagiarse es suficiente. Pero ¿y si no lo es, si podemos hacer más? Juntarnos quizá en grupos de 5 o 6 y aportar 500 pesitos para sustentar a alguien en estos tiempos o no sé, buscar otras formas de ayudar, aunque de repente no sé si pienso con claridad. Un amigo dice que me estoy cargando de una culpa que no me corresponde, que el asesino tiene nombre y apellido: Grupo Salinas. Y sí. Pero creo que como ciudadanos nos está faltando algo también”.
Estudiantes de la maestría de comunicación de la UACM Plantel Del Valle escribieron una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador, a la jefa de gobierno Claudia Sheimbaum, a la secretaria del trabajo Luisa Alcalde.
Denuncian que pese a la declaratoria de interrupción de actividades no esenciales en el país Elektra y las empresas de Ricardo Salinas no hicieron caso. Solicitan que se tomen medidas jurídicas, penales y administrativas para que paren de inmediato esas empresas que siguen obligando a sus trabajadores a asistir.
El lunes 4 de mayo Sandra publicó un video en Facebook en el que señalaba que las autoridades laborales habían hecho verificación en el edificio del call center.
El Instituto de Verificación Administrativa, INVEA, del Gobierno de la Ciudad de México, colocó sellos de suspensión en el acceso principal del inmueble. Sin embargo, otra puerta por la que también circulan empleados quedó libre.
Las oficinas del corporativo de Elektra se encuentran a un costado de la entrada de la Unidad Habitacional Villa Olímpica. Son tres torres de unos 15 pisos de alto cada una, que se construyeron, por cierto, de manera abusiva sobre vestigios prehispánicos, a finales de los años ochenta. Los vecinos acordaron colocar esta manta, dado que las oficinas han permanecido trabajando normalmente.
Mariano Marcone, vecino del lugar, explicó que, 20 minutos después de colocar la manta, abogados del Grupo Salinas se apersonaron para exigir que fuera retirada. Sin embargo, los vecinos se negaron. Alegaron que fue colocada en la propiedad de la unidad habitacional, por lo que la denuncia se encuentra físicamente en propiedad privada. Por eso los abogados no pudieron retirarla.
Reportera. Autora del libro “Nadie les pidió perdón”; y coautora del libro La Tropa. Por qué mata un soldado”. Dirigió el documental “No sucumbió la eternidad”. Escribe sobre el impacto social de la violencia y los cuidados. Quería ser marinera.
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