“Nosotros no trabajamos para consumidores, trabajamos para lectores”: Paco Ignacio Taibo II

28 febrero, 2023

Paco Ignacio Taibo II, en la librería Rosario Castellanos, del Fondo de Cultura Económica. Foto: Duilio Rodríguez

La ausencia del Fondo de Cultura Económica en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería ha sido notoria. Detrás de ella, acusa Paco Ignacio Taibo II, director del Fondo, están dos visiones encontradas: entender la lectura como mercado, o reconocerla como un derecho.

Texto: Alejandro Ruiz

Fotos: Duilio Rodríguez y Alexis Rojas

CIUDAD DE MÉXICO. – Mariana y Eddie son estudiantes en la Facultad de Arte y Diseño de la UNAM. Ambos caminan entre el tendido de libros que el Fondo de Cultura Económica (FCE) instaló en el Palacio de Correos. Hojean alguos ejemplares, toman uno que otro, lo cargan bajo sus brazos.

–Mira, este está bien chido – le dice Mariana a su compañero.

–Sí, llévatelo – le responde el muchacho.

–Espérate, vamos a ver qué hay en minería – repone Mariana.

Ambos salen del Palacio de Correos. Caminan una cuadra. Entran al Palacio de Minería.

Entre los dos no juntan 600 pesos para comprar libros, pero eso no los detiene para encontrar algún ejemplar.

“La verdad es que yo siempre vengo a la Feria de Minería, siempre encuentro cosas bien padres; pero ahora se me hizo extraño que el Fondo esté en otro lugar. Pensé que era otra sede», dice Mariana.

«La verdad allá está más barato”, agrega.

Desde su inauguración, la Feria Internacional del Libro (FIL) que se realiza anualmente en el palacio de Minería estuvo en el centro de la polémica. Esto, debido a la ausencia del Fondo de Cultura Económica dentro de los 180 expositores y 420 sellos editoriales que dan vida a la FIL.

La noticia corrió a unos días de empezar con la actividades. Después fue confirmada por el director del FCE, el escritor Paco Ignacio Taibo II.

Más allá de los rumores, los motivos de la ausencia, señaló el director del Fondo en entrevista con Pie de Página, estuvieron en los altos costos para colocar un stand en el palacio de Minería.

“El lugar que tuvimos en ediciones anteriores, antes de que nos viéramos obligados a dejar la Feria por la pandemia, nos lo habían quitado y nos mandaban a un lugar al fondo; pero no estaba ahí el problema. El problema está en lo que cobraban por el stand. Los 11 mil pesos por metro cuadrado: una barbaridad”.

Detrás de estos precios, acusa Taibo II, hay una visión que durante los últimos años se ha fortalecido en la Feria organizada por la UNAM: “Están muy clavados en una versión que yo creo que es muy neoliberal de la Feria del Libro”.

Patronato de Minería: eje del conflicto

El costo para ingresar a la Feria Internacional del Libro en el Palacio de Minería (FIL-Minería), tiene un costo de 20 pesos al día, mientras que el tendedero que organiza el Fondo de Cultura Económica (FCE) y Educal la entrada es gratuita. Foto: Alexis Rojas

Para Paco Taibo, lo que expresan los altos costos en la FIL es parte de un problema que se viene arrastrando desde años atrás.

“La Feria se ha vuelto un lugar donde el precio de los libros está por encima de las posibilidades. Están optando por una visión muy monetarista, sentadera del problema del fomento a la lectura”, dice.

Para el escritor, quien antes de dirigir el Fondo fundó la Brigada para Leer en Libertad, el conflicto central está con el patronato del palacio de Minería, y no con la Universidad.

“Con la Universidad tenemos largas relaciones: distribuímos sus libros en nuestra red de librerías y en otras partes del mundo; participamos en las ferias que organiza la Universidad y a la inversa. [El conflicto] era con el patronato de Minería, que tiene sus propias especialidades. Es una especie de isla del fenómeno uiversitario aislado del conjunto”, explica.

No obstante, la UNAM debería dar respuesta ante las políticas recinentes al interior de la FIL, como el cobro de la entrada, del uso de salones, y los altos costo para poner un stand.

“Estas políticas reflejan un mercantilismo chafa, un neoliberalismo inmenso, y una especie de negocio extraño. La Universidad misma debería explicar cuáles son sus relaciones con el patronato de Minería. Explicar por qué el área de Difusión Cultural no está al mando de esta Feria, que es en teoría la que debería estar con una política ahí”.

Esto, añade, también refleja “una mentalidad puramente neoliberal”, donde las editorales y sus eventos se han concentrado más en las ganancias económicas que en lo fundamental: fomentar la lectura.

“Lo hemos visto una y otra vez en los cuatro años que yo llevo trabajando en el Fondo. Hemos visto en las ferias del libro al adolescente meterse la mano en el bolsillo y rascar para ver si saca petróleo, pero no saca para el libro que quiere”.

Venta de libros del Fondo de Cultura Económica en el Palacio Postal, donde la entrada es gratuita. Foto: Alexis Rojas

Los obstáculos para fomentar la lectura

Producir y distribuír un libro es un negocio. Para que se realice, se deben de contemplar los gastos de edición,impresión y distribución, además del pago a los autores.

“Cada editorial hará un estmado de sus costos. Los costos que tienen por el adelanto que le pagaron al autor. Si son transnacionales este estimado viene de España, por ejemplo, de lo que las editoriales invirtieron en España. A partir de eso hacen sus cálculos y multiplican el costo de producción por 5 o por 6 por ciento”, explica Taibo II.

Reducir los costos, explica el director del Fondo, implica muchas veces que las editoriales renuncien a una parte de las ganancias. Algo a lo que muchas de estas empresas no están dispuestas.

“Es un problema de mercado. Por ejemplo, si tú ofreces un libro a 500 pesos y hay lectores, pues estarás muy contento de que lograste unos niveles de ganancia muy altos con el libro. Pero no tengo duda de que estás perdiendo lectores que posiblemente quisieran ese libro, y que no le llegan al precio”.

Aunque el mismo Taibo reconoce que este fenómeno es persistente, también habla de los casos exitosos que demuestran que se puede hacer lo contrario.

Foto: Duilio Rodríguez

No todo está perdido

En el país existen varios esfuerzos para reducir los costos y fomentar la lectura. Un caso es el del Fondo de Cultura Económica, explica su director, quienes a través de una serie de convenios con otras editoriales han logrado reducir los costos de producción, dejando libros a una tercera parte de su precio original de venta, como ocurre con la colección Vientos del Pueblo, que ofrece tirajes de los 12 hasta los 20 pesos.

Pero también hay otros ejemplos.

“Vamos avanzando bien y rápido, y en muchos lugares. Los experimentos desde hace muchos años de la Brigada para Leer en Libertad han sido importantes. Y se suman más. Cada vez hay más tendidos callejeros; rolas; ferias del libro; canjes, todos promovidos desde la sociedad civil. También hay ayuntamientos por aquí y por allá que han ayudado notablemente a que el precio del libro sea más bajo”, cuenta.

Y añade:

“Nosotros no trabajamos para consumidores, trabajamos para lectores. ¿Alguien quiere que lo diga más claro?”.

Actualmente, y de forma paralela a la FIL, el Fondo de Cultura Económica estableció un tendido de libros en el Palacio de Correos, el cual estará hasta el fin de esta semana. Dentro del catálogo que se puede encontrar están la colección de Brevarios del Fondo; la Colección Popular; la Colección de Vientos del Pueblo; así como libros con descuento en materias como Sociología, Filosofía, Política, Ciencias Sociales, y más.

“Básicamente lo que encuentras es el catálogo del Fondo en este tendido que estamos haciendo en el Palacio de Correos”, concluye Paco Ignacio Taibo II.

Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.