Este jueves un juez tendría que definir si continúa la suspensión de una megagranja de cerdos en la comunidad de Homún. Sin embargo la resolución fue aplazada. Los pobladores rechazan la presencia de la empresa por el daño ambiental que genera. “¿Hasta cuándo van a decidir por nosotros?”, cuestionan
Texto: Redacción Pie de Página
Foto: Cortesía Indignación
A través de una carta, niños guardianes de los cenotes de Homún, Yucatán, pidieron al juez segundo de distrito mantener la suspensión a la granja de puercos de la empresa Producción Alimentaria Porcícola (PAPO).
Este jueves, el juez debió resolver si mantiene o no la suspensión definitiva a la granja de cerdos PAPO en ese pueblo maya, sin embargo aplazó la decisión por falta de un requerimiento legal. Este viernes se deberá determinar una nueva fecha para el fallo.
“Nosotros y nosotras como tutoras de los chichan kanan ts’ono’oto’ob, de los pequeños y pequeñas guardianes de los cenotes, estamos aquí acompañándolos para hacer entrega de estas palabra que tienen para el juez”, señalaron los pobladores en un comunicado difundido por la organización Indignación.
Las madres de los niños destacaron la importancia de que los pequeños defiendan su territorio, ya que sólo así conservarían un “buen vivir” en su pueblo.
El pasado 19 de mayo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación confirmó la suspensión de esa fábrica porcícola. Previamente, el 9 de octubre de 2018, las operaciones de la granja fueron detenidas gracias a un amparo promovido por seis niñas y niños de Homún.
Este pueblo maya de Yucatán está ubicado en la Reserva Geohidrológica Anillo de los Cenotes y sus habitantes luchan contra el establecimiento de la fábrica de cerdos desde 2016. la empresa PAPO, que pertenece al Grupo Porcícola Mexicano (Kekén), obtuvo permisos sin consultar a los pobladores. Su presencia en la región representa una amenaza de contaminación del agua en una zona reconocida por ser de recarga acuífera. La apuesta de la empresa era llevar 50 mil puercos a un territorio de 8 mil habitantes.
Este miércoles, los pobladores recordaron al juez segundo de distrito que la comunidad de Homún ya decidió que no quiere la megagranja en su territorio y que son ellos quienes deben definir la vida en su pueblo.
“Queremos preguntarle a los jueces, hasta cuándo van a seguir decidiendo por nosotros. Nosotros también sabemos hacer justicia, tomar acuerdos y conversar que nos conviene como pueblo, pero los jueces y las leyes de los que no son mayas no nos están respetando nuestra justicia.
El jueves, los pobladores se atrincheraron en la entrada de la planta de puercos, dispuestos a tomarla en caso de que la resolución fuera negativa, sin embargo, aguardarán la siguiente fecha de resolución.
El fallo del juez se pospuso debido a que uno de los órganos de gobierno implicado en el caso no envió a tiempo un informe. El Comité Consultivo Nacional de Normalización, que emite las Normas Oficiales Mexicanas, las NOM, no respondió una solicitud del juez, por lo que se tuvo que posponer la decisión.
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