No son nueve ni siete mil millones de pesos, el gobierno de López Obrador no planea desembolsar ni un peso por haber retirado la concesión de 120 kilómetros de vías de tren a Ferrosur. El pasado viernes la Marina ocupó estas vías que son cruciales para conectar el Tren Maya con el Corredor Ineterocéanico

Texto: Arturo Contreras Camero

Foto: Presidencia

CIUDAD DE MÉXICO.- “Sí se va a llegar a un acuerdo, espero, pero no es dinero”, dijo el presidente López Obrador sobre lo que llamó la recuperación de 120 kilómetros de vías férreas concesionados a Ferrosur, empresa parte de Grupo México, de Germán Larrea, uno de los empresarios más ricos del país. 

El viernes 19 de mayo el gobierno Federal emitió un decreto en el que declaró que los tres tramos en cuestión pasaban a ser propiedad de la empresa paraestatal Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec que controla la Secretaría de Marina. Hasta antes del viernes, Grupo México se encontraba en posesión de ese tramo gracias a una concesión previa. 

Gobierno federal revoca concesión de tres tramos de Ferrosur, propiedad de Grupo México, para la construcción del Tren Interoceánico

La mañana de este miércoles 23, diversos medios publicaron un rumor que suponía que el gobierno de López Obrador había acordado pagar 7 mil millones de pesos a Grupo México como forma de indemnización. Durante su conferencia, el presidente desmintió las publicaciones. 

“Sí se va a llegar a un acuerdo, espero, pero no es dinero. Es permiso de paso y revisión de concesiones sobre las mismas vías que están en poder de Grupo México”, dijo al explicar sobre el tema. “Se está avanzando, van bien las cosas. Lo que se busca, pues ya lo saben ustedes, es rescatar el tramo de concesión, 120 kilómetros aproximadamente, para tener todo el circuito Tren Maya y los trenes de Guatemala a Ixtepec, de Salinas Cruz a Coatzacoalcos a Palenque”. 

Si bien Grupo México tiene concesionadas más de mil 200 kilómetros de vías férreas a lo largo del todo el país que van desde el sur de Veracruz a la Ciudad de México, y de ahí hasta Sonora, estos 120 kilómetros son capaces de conectar las vías del Tren Maya y el Corredor Interoceánico, mismo que se planea expandir hasta Guatemala con una vía que salga de Ixtepec y recorra la costa de Chiapas hasta llegar a la frontera sur. 

“Aquí lo importante es que la concesión, se recupera, se rescata. Vuelve a ser de la nación, regresa a la nación. No es expropiación, es rescate de la concesión”, dijo el presidente antes de explicar el acuerdo que propone. “Si pasan a ser de dominio público, pagan una cuota. Si los trenes de la empresa de la (Secretaría de la) Defensa, van de puerto Progreso, o de Cancún, a Veracruz, pues de ahí de Medias Aguas a Veracruz, como es de Grupo México,  entonces paga una cuota. Y si Grupo México entra, paga una cuota. Lo que se está buscando es una compensación, donde te vamos a reestructurar tu concesión. Es un acuerdo, dinero no, nada. Es el derecho de paso y revisar, si es posible, si tienen una concesión que está por vencerse, ampliárselas”, dijo.

Este fin de semana López Obrador viajará al sur a supervisar las obras de reparación de las vías del tren de Palenque a Coatzacoalcos, de Coatzacoalcos a Salinas Cruz, Oaxaca; y de Ixtepec a Chiapas, a la frontera. Ninguna de estas vías estaban contempladas en los proyectos públicos del Tren Maya o del Corredor Interoceánico, pero son una parte esencial para conectar estas vías al resto del mundo. 

Una negociación precipitada

Dos días antes el presidente había explicado las negociaciones que ya se habían llevado a cabo por estas desde meses antes de que la Marina las ocupara, y que no se trató de una toma intempestiva como hicieron ver algunos medios. 

“Ya estaba el acuerdo para recuperar la vía y como un mes, o dos meses antes, se invitó a un grupo de empresarios, que platico con ellos periódicamente, a una comida, y resultó que él confirmó que iba a estar en la comida el día que íbamos a firmar, que iba yo a firmar, el decreto”.

“No, no es posible esto, o sea, no es de buen gusto, o mejor dicho, es de mal gusto”, repitió el presidente. “¡Cómo va a venir a comer y ese día se da a conocer el decreto! No. Además, quiero hablar con él para ver si se llega a un acuerdo. Y ese día se detuvo y hablé con él”.

A la mañana siguiente, el presidente junto con los secretarios de Gobernación y Hacienda desayunaron con Germán Larrea y directivos de Grupo México, quienes llegaron con una propuesta. A cambio de la devolución de las vías, demandaron 9 mil 500 millones de pesos. Un abuso, según López Obrador.