En Italia, uno de los países más azotados por la pandemia del coronavirus, más de 38 mil bebés han nacido durante la emergencia sanitaria. «Mientras muchas personas van muriendo en los hospitales, los bebés siguen llegando”, dice una doctora
Texto: Cynthia Rodríguez
Foto: Jimmy Conover / Unsplash
MILÁN, ITALIA.- Hay situaciones que ni la emergencia por el COVID-19 ha podido detener. Una de ellas es la de los nacimientos. Del 1 de enero, hasta el 1 de abril se han contabilizado 114 mil 398 nacimientos en toda Italia. De los cuales, hay cálculos que al menos una tercera parte puede haber nacido en este periodo de la pandemia, es decir, alrededor de 38 mil bebés.
“Mientras todo afuera parece suspendido, la vida continúa reproduciéndose y provoca un efecto extraño. Se continúa a nacer como ocurría en la Guerra, porque esta pandemia se parece tanto a la guerra porque mientras muchas personas van muriendo en los hospitales, los operadores sanitarios, en muchas ciudades al extremo bajo el fuego constante de la enfermedad, los bebés siguen llegando”, reflexiona Carla Erbaioli, una obstétra de la localidad de Spoleto.
En zonas como Bérgamo, la situación de contagios y muertes por coronavirus es aún muy grave. Sin embargo, sólo en el hospital Papa Giovanni XXIII, han nacido en este periodo 350 bebés. En este hospital, como todos en toda Italia, han tenido que adaptarse a la nueva circunstancia que ha significado combatir contra este virus.
“Aquí hemos trazado espacios para que el reparto de neonatología y ginecología no tengan contacto alguno con los demás pacientes”, narra Stefania, ostétra de este hospital. Y explica los protocolos que deben seguir en este periodo.
“Los cursos de preparto los retomamos apenas vía online. A los encuentros que organizamos, ya sea vía Skype o Zoom, asisten los especialistas que van explicando a las parejas el momento que vivirán y han sido muy importantes porque necesitan tranquilidad y saber sobre todo que sus hijos llegarán bien a pesar de la epidemia que estamos viviendo”.
Aquí, hasta el momento no han reportado bebés con el coronavirus, a pesar de que sí han llegado mujeres infectadas.
“Algunas, durante el trabajo de parto, lloran en silencio con todo y el tapabocas, no por el dolor, sino por el miedo y la soledad que sienten en esos momentos”, cuenta Sabrina Bassetti, otra de las 44 obstétras del Papa Giovanni XXIII.
Narra cómo en este periodo a veces les ha tocado atender varios partos al mismo tiempo por las noches. En situaciones normales, no tendrían ningún problema, pero con la situación actual sí. La falta de personal es algo que de tiempo empieza a preocupar.
“Pero nuestro trabajo es pensar en las madres y a los niños, asegurarlas y hacer menos difícil estos momentos”, dice Sabrina. Habla también de la falta de material e insumos sanitarios de estos días, donde ya las batas médicas a veces están esterilizadas, a veces las deben cambiar por otras que ellos mismos improvisan. Así como los tapabocas y máscaras que deben usar para cubrirse los ojos.
“Y ya ni hablamos de la piel que nos quema todo el tiempo por estarnos lavando continuamente, pero son cosas que debemos seguir haciendo”.
En toda Italia los niños contagiados por el COVID-19 habían superado los 300 apenas hace una semana. Sin embargo, las autoridades médicas han reportado que ninguno de éstos ha estado en peligro y al contrario, se recuperan muy rápido. Hasta ahora no se tiene información de casos graves ni en bebés ni en infantes.
“Este evento, que normalmente genera siempre mucha alegría, en estos tiempos tiene otro sabor: el del miedo y la incerteza. Además de que es normal que los padres se preocupen por los contagios, en estos momentos no se pueden hacer reuniones, fiestas. No se pueden recibir visitas por la seguridad de todos, especialmente de los bebés y las madres”, señala Stefania. Recuerda que más que nunca, amamantar a los bebés es sumamente importante: gracias a la leche materna también se puede proteger a los hijos reforzando el sistema inmunitario.
“Es importante, por seguridad, que la madre amamante con tapabocas y siempre, siempre, siempre, debe lavarse las manos. Lo mismo cuenta para el padre que participa en los cuidados del bebé”.
Otra cara de la moneda en esta emergencia que tiene que ver con los bebés son los tratamientos de reproducción asistida. Muchas parejas se vieron inmersas en ello y a algunas, por la misma situación de emergencia, les interrumpieron sus tratamientos.
Daniela Galliano, ginecóloga especializada en Medicina de la Reproducción en Roma, aclara que aunque todavía no hay tantos estudios sobre lo que el coronavirus podría causar en el embarazo. Los que hay, por fortuna, muestran datos positivos de que los niños, nacen vivos y sanos.
“Lo que sabemos es que con el virus o no, aún con madres positivas, nacen vivos y sanos”.
“Lógicamente, los que más han avanzado en esto son los médicos chinos. Todos los estudios, siendo una enfermedad nueva, están en pañale. Por lo que nosotros estamos aconsejando que quienes apenas iban a empezar esperen un poco, al menos mientras la emergencia pasa”, señaló Galliano.
Periodista mexicana radicada en Italia, donde ha sido corresponsal para varios medios. Autora del libro Contacto en Italia. El pacto entre Los Zetas y la '
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