La muerte de una niña migrante de 10 años de edad en México, señala Gretchen Kuhner, la directora del Instituto para las Mujeres en la Migración (IMUMI), refleja que la migración sobrepasó al sistema mexicano. ¿Por qué una persona que viene huyendo de la violencia tiene que estar detenida? Es ilógico y más si son niños
Texto y fotos: María Fernanda Ruiz
Una niña guatemalteca de 10 años falleció este miércoles en la estación migratoria Las Agujas, en la Ciudad de México. Para Gretchen Kuhner, directora del Instituto para las Mujeres en la Migración (IMUMI), la muerte de la niña ejemplifica que el sistema mexicano está sobrepasado.
“Es como una maquinaria que está trabajando a todo lo que da para detener a las personas y que permite la sobrepoblación de las estaciones migratorias y los centros de detención”, explica Gretchen.
Las condiciones en las que los migrantes viven dentro de las estaciones migratorias no son adecuadas: faltan cuidados, las camas son de concreto, no hay colchones y dentro es más difícil tratar enfermedades, dice Kuhn.
Según el informe “En el umbral del dolor: acceso a los servicios de salud en estaciones migratorias” del Observatorio Ciudadano de los Derechos Humanos del Migrante publicado en 2017, donde analizaron las estaciones migratorias de México, las instalaciones no son adecuadas ni pueden garantizar el bienestar físico.
El informe registra sobrepoblación y poca salubridad, lo que ocasiona contagios y epidemias; la atención a enfermedades es deficiente y a veces inexistente, ya que el número de médicos no alcanza para las personas detenidas. Tampoco hay atención psicológica adecuada ni acceso a terapia para las personas detenidas con altos niveles de estrés o ansiedad.
El Observatorio explica que las personas detenidas en las estaciones necesitan terapia psicológica porque al estar encerrados, incomunicados con sus familiares, el exterior y al no tener información de en donde se encuentran ni de su situación jurídica experimentan miedo, frustración y ansiedad, por lo que la atención psicológica es fundamental.
La muerte de la niña guatemalteca es el primer caso conocido de deceso infantil bajo custodia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, según Amnistía Internacional. Las organizaciones civiles exigen que se investigue a fondo el caso, ya que las condiciones de las estancias les generan desconfianza y creen que puede ser un caso de negligencia médica o falta de atención adecuada.
Según el INM la niña fue atendida por el doctor de guardia de la estación migratoria por dolor de garganta antes de ser trasladada al hospital. Un día después de que la dependencia publicó esa información, Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, contó las razones de la muerte: “sufrió un accidente dentro del dormitorio en el que estaba con su mamá al caerse de una litera. Fue el golpe el que provocó su deceso”, respondió a la agencia de noticias AP el viernes a la salida de la conferencia matutina del presidente.
El IMUMI destaca que México no está respetando Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes: que no deben deportar ni detener a niños, niñas ni adolescentes migrantes. Tanto IMUMI como la Asociación Mexicana de Psicología Infantil (AMPI) consideran que las estaciones migratorias no son lugares que garanticen la integridad de los migrantes más jóvenes.
El IMUMI y el AMPI exigen que bajo ninguna circunstancia deben ser ingresados los niños a esos establecimientos. En su comunicado el AMPI también menciona que el gobierno mexicano debe evitar adoptar políticas de separación de familias en procesos de deportación o repatriación. La madre de la niña fue deportada este viernes a Guatemala pero el cuerpo de su hija se quedó en México debido a los trámites legales y a la investigación.
“Lo que nos dijeron en el consulado es que se suponía que el cuerpo también se iba en el mismo avión pero por los trámites legales iban lento” menciona Kuhner.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió medidas cautelares donde solicitó al gobierno que se le brinde a la familia una estancia regular en territorio mexicano y acceso a los trámites que deben realizar por la muerte de la pequeña. Además la Comisión pide que las instancias correspondientes investiguen con profundidad las causas de la muerte para esclarecer si recibió atención médica oportuna o hubo negligencia médica.
Una de las razones del por qué migran los niños es que salen en familia y huyen por la violencia.
Existen dos explicaciones que ha escuchado Gretchen, la de las autoridades: que los polleros les indican que si entran con niños a Estados Unidos pueden evitar la detención.
“Pero cuando hablas con las familias lo que dicen es que antes podían pensar en una migración en la que dejaban atrás a sus hijos e hijas porque podían dejarlos con familiares pero ahora por el incremento de violencia ya no pueden dejarlos”.
Las caravanas son un factor trascendental.
“Viajar en caravana es una forma de protección, de evitar polleros y de no enfrentarse a la extorsión. Eso las vuelve más atractivas para las familias pero al migrar en familia moverse se vuelve difícil al igual que pasar desapercibidos”, expone la directora del IMUMI.
“Se habla de el mayor número de migrantes centroamericanos en una década pero esto es porque las familias se están entregando, no están buscando evadir a las autoridades, llegan a EEUU y se entregan porque lo que buscan es asilo humanitario para poder huir de la violencia. Es lógico que los números de detenciones suban y por eso es importante tener cuidado con las estadísticas”.
Pero en México la situación es otra porque la mayoría evita entregarse aunque en enero, cuando el gobierno dio visas humanitarias la gente sí se entregaba pero porque no estaban detenidos y tenían que comer mientras esperaban las visas, reflexiona Gretchen y continúa: me imagino que por la cantidad de éxito y por presión de EEUU, cerró el programa y no dieron más visas. Ahora en México lo que hacen es detener y deportar niños pero, ¿por qué una persona que viene huyendo de la violencia tiene que estar detenida? Es ilógico y más si son niños, cuestiona la defensora de derechos.
La Ley general de niños migrantes dice que no deben estar en estaciones migratorias. En México detienen a los niños acompañados argumentando que si no los detienen los separarían de sus familias pero lo que deberían hacer es no detener a nadie, menciona Gretchen y luego propone: “En EEUU Trump se queja de sus leyes pero las tiene que seguir, ¿por qué aquí no le dicen, perdón, presidente Trump, pero mi legislacion no me permite detener niños migrantes?».
Por otro lado, la activista busca entender la actitud de las autoridades y piensa lo siguiente:
“Si México dice no detendré a nadie, en vez de tener una entrada paulatina, tendrían muchas más personas entrando al país y a lo mejor acabarían más personas en la frontera norte, pero México está tratando de evitar roces con EEUU porque prioriza la agenda económica con el país a los temas migratorios”.
Sobre el Programa Regional de Desarrollo entre México y Centroamérica, la especialista dice que los países buscan convencer a EEUU de que aporte al plan.
“Sería mejor si toda la región tuviera un programa de desarrollo de largo plazo en vez de tratar de parar a la gente que está necesitada, sería muy bueno”, dice Gretchen.
“Estados Unidos lleva más de 100 años de política de intervención en Centroamérica y ha sido intervención militar. No creo que la intervención vaya a parar entre una intervención dura militar o una intervención de cooperación internacional, ¿cuál sería mejor? «, cuestiona.
Lo que nos preocupa son dos cosas: si funciona el programa, la economía empieza a mejorar y hemos visto que en esos casos los que no podían migrar antes ahora lo hacen. Y también nos preocupa que no existan las condiciones para que el plan funcione. Si no hay Estado de derecho en un país y tienen situaciones como la de Guatemala que corrió a la ONU, probablemente no funcione. Se deben tener medidas en contra de la corrupción para que algo cambie, explica la activista estadunidense.
Según datos del IMUMI de enero a este mes han muerto cinco niños.
En EEUU las muertes han sido por negligencia médica, niños con enfermedades respiratorias que no llegaron a tiempo a los hospitales, explica Khuner. Otra de las razones que da la directora del IMUMI es que al parecer cuatro de los niños murieron eran indígenas y que al no hablar español, no hubo comunicación, “además del miedo a pedir ayuda, a exigir”, explica.
La investigación de la muerte de la niña Guatemalteca se tiene que hacer con mucho cuidado, dice: debe haber testigos y si hay personas que sigan en la estación migratoria es lo que debe investigar tanto el Órgano Interno de Control como la CNDH y la Procuraduría. Y además la Procuraduría de la Protección a la Niñez también debería porque aunque no se meten en casos de niños acompañados, lo deberían de hacer.
Foránea siempre, lo suyo es lo audiovisual y el periodismo es la vía por donde conoce y cuestiona al mundo.
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona