14 abril, 2023
Mientras jornaleros agrícolas denuncian falta de apoyos en Guerrero, un menor de cinco años, hijo de jornaleros, murió al no recibir atención médica adecuada para tratar una enfermedad de parásitos.
Texto: José Miguel Sánchez / Amapola
Foto: Tlachinollan
CHILPANCINGO, GUERRERO. – El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan denunció que un menor de cinco años falleció en la comunidad de Calpanapa, municipio de Cochoapa el Grande, por falta de atención médica en la zona.
El menor, de quien se omitió el nombre para proteger su identidad, falleció de parasitosis «por no tener atención médica adecuada, rápida y oportuna» mientras era trasladado a la cabecera municipal de Cochoapa el Grande, uno de los municipios más marginados del estado.
La historia del menor fue contada durante el programa de radio de Tlachinollan, transmitido en la XZV La Voz de la Montaña los jueves de cada semana.
El menor es hijo de un matrimonio que todos los años migra a los campos agrícolas del norte del país, y por la dificultad que representa el traslado para una familia completa los padres decidieron que se quedara en su natal Calpanapa, al cuidado de su abuela, quien también era jornalera pero por la edad ya no continuó en el oficio.
El pasado 10 de abril el menor de cinco años comenzó a presentar vómito, diarrea y temperatura, pero en su comunidad no cuentan con un centro de salud, mucho menos médicos ni medicamentos.
Por la falta de transporte, el menor fue trasladado hasta el día siguiente a la clínica más cercana, en Dos Ríos, a 20 minutos de distancia.
Al llegar al hospital básico de Dos Ríos la familia se percató que no había médicos, por lo que las enfermeras decidieron no atenderlo y recomendaron trasladarlo a Cochoapa el Grande para que de ahí lo enviaran al Hospital General de la ciudad de Tlapa.
Por cierto en este nosocomio ubicado en Tlapa sus 200 trabajadores, entre médicos, enfermeras y personal administrativo tienen casi dos meses en paro de labores para exigir la destitución de dos funcionarios, la reparación del quirófano, la lavandería y el envío de medicamentos.
La mayoría de los caminos en la Montaña son de terracería, donde las camionetas no pueden circular a más de 30 kilomentros por hora. El menor falleció durante el traslado a la ciudad de Tlapa; un traslado que hizo la propia familia con sus propios medios y recursos.
Ante esta situación Tlachinollan llamó a las autoridades poner atención a la marginación que se vive en la zona.
«Esta situación pone en evidencia todas las deficiencias que tiene el sector salud en la Montaña, sobre todo las comunidades más alejadas y son las familias pobres las que siguen sufriendo el abandono total de parte de las autoridades estatales y federales donde una simple diarrea los puede llevar a la muerte», dijo el vocero de Tlachinollan durante el programa de radio de la organización, Salvador Cisneros Silva.
Otro tema que denunció Tlachinollan fue el que enfrentan las mujeres embarazadas al dar a luz porque no médicos ni personal capacitado.
Por otro lado, jornaleros agrícolas de la región de la Montaña denunciaron que desde hace más de un año el gobierno de la morenista Evelyn Salgado Pineda les canceló el presupuesto que destinaban para la compra de los víveres que les daban cuando viajaban a los estados del norte del país a trabajar en los campos agrícolas.
El jornalero Miguel Martínez contó que en el gobierno de Zeferino Torreblanca Galindo había un presupuesto de 300 mil pesos para la compra de los insumos, en el gobierno de Ángel Aguirre Rivero bajó a 250 mil pesos, y en el de Héctor Astudillo a 50 mil; en este gobierno sólo desapareció.
«Con ese dinero se compran sacos de arroz, frijol y otros productos que se utilizan como una despensa que nos llevamos para cocinar durante los primeros tres días de estancia en los campos agrícolas», dijo el jornalero.
Durante una conferencia de prensa en las instalaciones de la Unidad de Servicios Integrales (USI) en Tlapa, que transmitieron en un en vivo por Facebook, los jornaleros, junto con el responsable del Área de Migración del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Paulino Rodríguez Reyes, pidieron al gobierno instale la comisión interinstitucional para que vigile que las empresas que contratan a los jornaleros no violen sus derechos humanos en materia de salud, laboral y de educación.
«Nos dice el gobierno que no tiene dinero para regresarnos ese apoyo, pero bien que hay presupuesto para que el senador Félix Salgado Macedonio (padre Evelyn Salgado) le hayan hecho tres fiestas en un solo día por su cumpleaños; una en Iguala, otra en Chilpancingo y en Acapulco», comentó Miguel Martínez Peralta.
«El gobierno sabe que allá en los campos agrícolas donde nos contratan nos explotan vilmente, pero incluso somos las mujeres las que sufrimos más, porque aparte de que trabajamos, cocinamos, lavamos y le damos de comer a nuestra familia», comentó la jornalera Hermelinda Santiago Ríos.
Denunció que en los campos agrícolas las empresas que los contratan no los alojan en una vivienda digna, carecen de atención a su salud y sus hijos tampoco tienen acceso a la educación.
«Somos vilmente explotados y el gobierno de Guerrero lo sabe, pero no hace nada para ayudarnos; nos vamos a trabajar en esas condiciones porque aquí en la región de la Montaña el gobierno no hace nada para crear fuentes de empleo», agregó la jornalera.
De acuerdo con Tlachinollan cada año migran unos 15 mil jornaleras de los municipios de la Montaña.
«Allá en los lugares donde vamos a trabajar muchas de nosotras sufrimos acoso sexual e incluso agresiones sexuales», dijo Martina Ramírez Domínguez.
Los jornaleros mencionaron que en el 2018, cuando ganó la presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, pensaron que las condiciones de la Montaña iban a cambiar para bien de sus habitantes que, muchos de ellos, viven en alta marginación.
«Pero no ha pasado nada porque seguimos trasladándonos al norte del país para que nos exploten las empresas», dijo Martina.
El jornalero Miguel Martínez dijo que eso también ceyeron cuando Morena se quedó con la gubernatura en Guerrero, «pero resultó peor, porque ya nos quitaron el presupuesto para la dotación del frijol, arroz y otros productos para nuestras despensas que nos llevamos en el viaje hacia los campos agrícolas».
El abogdo Paulino Rodríguez Reyes denunció que en febrero pasado dos menores de edad de la comunidad de Tonayán, municipio de Tlapa, murieron por desnutrición en unas galeras de un campo agrícola de Mazatlán, Sinaloa, donde laboraban sus padres.
En el 2022, informó también, seis jornaleros agrícolas de diversas comunidades de la Montaña fueron asesinados a balazos en distintos lugares y hechos en los estados de Baja California y Sinaloa.
Este texto fue publicado originalmente en AMAPOLA, que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie Consulta aquí la publicación original.
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