Moolaadé es una historia de resistencia en una comunidad en Senegal donde cada niña es mutilada. Mujeres que se dan la mano ante la violencia, una referencia para organizarse
Texto: Andrea Sarmiento
Foto: Tomada del trailer
CIUDAD DE MÉXICO.- La lucha de las mujeres por tener el control de su cuerpo ha prevalecido durante el paso de los años, mundialmente se han establecido conductas de opresión que impiden que cada quien decida por sí misma, se vende la idea de que el cuerpo femenino está diseñado exclusivamente para consumo de los hombres por lo que ellos son quienes deciden lo que es correcto o no hacer. Es por ello que las mujeres comenzaron a unirse en un combate que se ha fortalecido con el tiempo y abarca desde la despenalización del aborto hasta la eliminación de la ablación, entre otros temas.
La ablación genital es un proceso de mutilación donde se extirpa el clítoris, ya sea una parte o el órgano entero, también se cortan los labios menores de la vulva. Es una costumbre que no tiene justificación médica, se realiza con el único motivo de privar a las mujeres de su sexualidad, principalmente, por ideologías religiosas. A pesar de haber sido prohibida en la mayoría del mundo esta tradición se sigue llevando la vida de miles de niñas y adultas.
Moolaadé es la historia de una comunidad en Senegal a principios de la década de los 2000 ‘s donde cada niña es mutilada. Un día seis niñas escapan de esta ceremonia y cuatro de ellas llegan con Collé Ardo, la primera mujer que impidió que su hija fuera cortada. Ella le da asilo a las niñas e invoca al moolaadé, una especie de conjuro de protección que mientras esté vigente nadie podrá llevarse a las chicas, siempre y cuando ellas no salgan de su zona, solo Collé puede anular el hechizo.
Por culpa de esta práctica Collé perdió dos bebés, razón por la cual se negó a que su única hija, Amsatu, fuera parte de la tradición; ella es una bilakoro, que es como se le llama a quienes no están cortadas.
Es complicado escapar de ideas tan arraigadas, Collé debe enfrentarse a todo un pueblo que nos descansará hasta que las niñas dejen de oponerse. Nunca deja de impresionarme la violencia que se puede alcanzar por no querer soltar pensamientos tan anticuados, estas mujeres viven en una comunidad que no duda en golpear, denigrar y satanizar a quienes lo único que piden es que no las mutilen. Incluso aceptan actos de pedofilia con tal de menospreciar a las bilakoro; esto bajo la misma creencia de que la mujer no tiene ningún derecho sobre sí misma y a quien busca tenerlo se le tacha de impura, todo bajo el argumento de que Alá así lo proclama.
Como medida para reprimir cualquier reclamo, los hombres deciden quitarle las radios a sus esposas, les arrebatan la única tecnología que les puede ayudar a informarse sobre el exterior. – Los hombres quieren encerrar nuestros pensamientos, pero, ¿cómo van a encerrar eso? si es algo que no se ve ni se toca. Y encima somos unas ignorantes – comentan dos mujeres trabajadores que pasan junto a la hoguera de radios. Mientras más acciones se toman para silenciarlas, más cuestionan a sus autoridades y aumenta su enojo.
Moolaadé no es solo la historia de la opresión hacia las mujeres sino también la de su rebelión. A lo largo del filme vemos que Collé recibe cada vez más apoyo de sus compañeras, en un principio, por las más cercanas que viven con ella, luego su mensaje se extiende hacia todas las mujeres del pueblo. A pesar de que ninguna está de acuerdo con la ceremonia de ablación nadie había protestado antes, no obstante, el coraje de Collé inspira a las otras a alzar la voz, la rabia les da la fortaleza para oponerse ante los dirigentes y entre ellas se dan el valor para seguir luchando, más que por ellas, por sus hijas.
Todos los hombres en la película tienen una carga extremadamente misógina y los pocos que llegan a tener algún pensamiento un poco menos consevador, son presionados a seguir la rutina. En las dos horas que dura el filme vemos a un único varón en una sola escena que hace algo por tratar de frenar la violencia. Esta es la diferencia entre el grupo opresor y el oprimido; ambos llevan una enorme presión social que les hace replicar sus costumbres machistas, pero mientras unas soportan agresiones con tal de lograr un cambio, a los otros les basta con una charla para quedarse en el estándar; los pocos que llegan a cuestionarse algo realmente no hacen nada para cambiarlo, porque al final ellos no les afecta. Unas tienen miedo a ser asesinadas, otros tienen miedo de lo que vayan a pensar sus compañeros sobre ellos; unas terminan golpeadas y muertas, otros terminan con una buena imagen.
Esto ocurre con el machismo, homofobia, racismo, transfobia y cualquier tipo de discriminación. El rechazo a quienes se les ve como inferiores puede costar vidas y son sectores que deben acostumbrarse a vivir sin autonomía o arriesgar su vida para ganarla, se les priva de algo tan básico como lo es decidir sobre su vida, si no tienes control sobre ti, ¿sobre qué lo tienes? ¿a qué puedes aspirar cuando todo lo que puedes realizar está limitado por alguien más?
La situación en Moolaadé refleja un esquema que, a pesar de que se está combatiendo, se sigue replicando mundialmente. Para el sistema la mujer es un objeto de consumo y eso se retrata en la película; no hay tolerancia a que la mujer disfrute, no es más que un objeto que puede ser manipulado al gusto de los hombres y que se le ve con el único fin de la reproducción.
Hasta la fecha, la mujer es violada, denigrada, maltratada y asesinada. Las mujeres en Moolaadé son un ejemplo de resistencia, ellas lucharon para que las futuras generaciones pudieran tener una vida un poco más digna de la que ellas han tenido; además, nos enseñan que entre ellas son se dan la mano y eso es lo que les da la rabia para seguir adelante, ante la violencia quedan los abrazos, las pláticas, los chismes, curar las heridas, los cantos, cosas que valen y que solo entre ellas se pueden aportar. Ellas son una referencia para organizarse, buscar su dignidad utilizando su cólera. Representan la importancia de una lucha para quienes vienen después, gracias a Collé y las que la apoyaron es que las niñas pudieron librarse de ser mutiladas en su comunidad.
Como mujeres, queda un largo camino en la búsqueda de la libre decisión. La ablación genital sigue ocurriendo y no es el único problema; también se conservan los abortos clandestinos y hay mujeres que a quienes se les a parir, así como otras a quienes se les insertan anticonceptivos o son esterilizadas sin siquiera ser consultadas. Al final, el problema es el mismo: chicas de cualquier edad, cualquier año y cualquier país, sin voz ni voto por su propio cuerpo.
La película se puede ver en Youtube. en este link https://www.youtube.com/watch?v=hiqP4iVm0I8&t=5066s
Me gusta escribir lo que pienso y siempre busco formas de cambiar el mundo; siempre analizo y observo mi entorno y no puedo estar en un lugar por mucho tiempo
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