La vivencias de haitianos que esperan en Ciudad Juárez para cruzar a Estados Unidos exhiben la violación a sus derechos para trabajar y el desánimo desatado por la incertidumbre de su sobrevivencia
Texto y fotos: Blanca Carmona / La Verdad
CIUDAD JUÁREZ.- Joselyn Jean es un maestro de profesión en su natal Haití que hace unos días llegó a Ciudad Juárez, donde busca empleo para sobrevivir mientras cruza a Estados Unidos en busca de asilo; sin embargo, su estancia en esta frontera no ha sido fácil.
Sin conocer la ciudad, dice que ha salido a buscar empleo. Acudió a un supermercado, a una empresa dedicaba a fabricar muebles y en negocios de otros giros establecidos en Ciudad Juárez, pero en todos los lugares se lo han negado.
Algunos lugares, cuanta, le piden documentos que no tiene y en otros, le dicen que esos puestos son solo para mexicanos.
Jean vive junto a integrantes de siete familias que huyeron de la República de Haití y llegaron a Ciudad Juárez en diferentes fechas, provenientes de diversos países, como Brasil y Chile, su primera parada después de haber salido de la isla. Al coincidir en esta frontera, se organizaron para entre todos arrendar un viejo edificio en la zona centro –ubicado en la calle Constitución–, que dividieron con pedazos de triplay y tela para habitar mientras retoman su éxodo rumbo más al norte.
Todos han tramitado la Tarjeta de Visitante por Razones Humanitarias que expide el Instituto Nacional de Migración (INM), y que les permite trabajar y vivir en México. Sin embargo, no han sido contratados en ninguna empresa.
“Yo encontré una empresa y faltan papeles como RFC, IMSS, eso…. Me dicen: ‘cuando tiene papel, tiene que venir’. Y no sé a dónde (ir) para hacer esos papeles”, dijo Joselyn con un español bien articulado.
Esto mismo enfrenta Sergo Gelin, de 39 años, quien viaja acompañado de su esposa y una hija de dos años.
“Imagínate yo, tengo a mi esposa y a mi hija junto conmigo y no trabajo, no hago anda. ¿Cómo yo voy a buscar dinero para mantener a mi familia, para comprar pañales y todos? No hay dinero para hacer nada, es el problema” asegura Gelin.
Narra cómo le fue la mañana del día anterior: “Yo salí a la calle, estaba buscando trabajo, allá en el supermercado Smart y el gerente me dijo que no, que ese trabajo es para mexicanos. En seguridad privada, me dicen que es para mexicanos. ¿Imagínate qué me hacen?”.
Todos los hombres del grupo de migrantes haitianos que cohabitan en el viejo edificio coinciden en señalar que durante los últimos 30 a 40 días han salido a buscar trabajo y aunque cuentan con diferentes profesiones y oficios, además de tener la visa humanitaria, no han encontrado un espacio laboral.
Joselyn cuenta que se desempeñaba como maestro en Haití, también trabajo como agente de comunicación en la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que forma parte del sistema de Naciones Unidas y que está a cargo de velar por las personas en movilidad, también laboró seis años en Médicos sin Fronteras y manejando grúas.
Sergo dice que él estudiaba una licenciatura en Derecho. Jones Petron no fue a la universidad, pero está dispuesto a laborar en cualquier actividad.
“Yo caminando en la calle, pregunto con alguna persona para trabajar y él me dijo que ese trabajo no es para migrantes, ese es el problema que nosotros tenemos”, dice Petron, que habla español con dificultad.
La experiencia de Joselyn, Sergo y Petron reflejan el escenario que enfrentan la mayoría de los migrantes en Ciudad Juárez en su búsqueda de empleo, donde, cuentan, que son rechazados, incluso en la industria maquiladora, sector que en diciembre pasado reportó un déficit de más de 17 mil trabajadores.
Fabiola Luna, presidenta de Índex Juárez, organismo que agrupa a 220 maquiladoras que operan en la ciudad, señaló que esta industria requiere que los trabajadores tengan cuentas bancarias para depositarles el pago y ese ha sido el obstáculo para contratar a personas en movilidad.
“Empleos si hay, lo que no se ha concluido es cómo se pueden cubrir todos los requisitos que la industria necesita cubrir para poder hacer la contratación, el análisis de la contratación respectiva. Pero hemos seguido ahí, con esas pláticas con el Municipio, porque además de la contratación o el darle una oportunidad laboral está la parte del apoyo que van a tener también o que requieren de lo que es una vivienda, o sea el apoyo social, insertarlos de cierta forma también en la sociedad para que ellos puedan sobrellevar toda esta situación en un país diferente”, dijo Luna.
Para 2022 Índex Juárez espera que se generen 15 mil empleos principalmente en las líneas de producción de las fábricas y es posible que personas en movilidad sean contratadas, aseguró Luna, al explicar que desde el 2019 están buscando un esquema que permita la apertura de cuentas bancarias a personas migrantes, pero la pandemia generada por el covid-19 impidió que se avanzara.
“Se atravesó la pandemia y el tema quedó en espera, se volvió a retomar el tema estamos en contacto con el municipio, con el presidente Cruz Pérez Cuéllar. Ha habido acercamiento con gente de los consulados de Guatemala y Honduras, con autoridades de esos países se ha hablado del tema de migración… es un tema que se sigue trabajando, no hay nada definido”, agregó.
En México, las personas extranjeras pueden solicitar al Instituto Nacional de Migración (INM) una Tarjeta de Visitante por Razones Humanitarias (TVRH) que les permite trabajar y viajar por el país durante un año como máximo.
En el periodo de enero a noviembre, el INM expidió en el Estado de Chihuahua 418 tarjetas de Visitante por Razones Humanitarias. En el país se emitieron 42 mil 855, de acuerdo con estadísticas de la Unidad de Política Migratoria dependiente de la Secretaría de Gobernación.
Nueve de las visas se expidieron a personas de Haití en el periodo de enero a noviembre. Los datos del mes de diciembre no estaban disponibles en el reporte oficial. Las personas haitianas entrevistadas dijeron haber obtenido la Tarjeta en el mes de diciembre.
Personas de Honduras son las que más han solicitado la Tarjeta de Visitante, con una cifra de 174, seguidos de Cuba, Guatemala y El Salvador con, 67, 51 y 47, respectivamente. También 30 personas nacidas en Venezuela; 15 de Colombia, nueve de Nicaragua, cuatro de Ecuador, y tres de Perú, entre otros, de acuerdo con cifras oficiales.
De acuerdo con Joselyn, Sergo y Petron, las siete familias haitianas que viven juntas en la ciudad consideraron emigrar hasta a Ciudad Juárez porque creen que aquí será más fácil conseguir un trabajo mientras pueden cruzar la línea divisoria e internarse en Estados Unidos.
“Estamos buscando una vida mejor”, dice Sergo al explicar que él tardó un mes en llegar a la frontera de Juárez. Salió de Colombia, junto con su esposa e hija y caminaron durante cuatro días para llegar a Panamá, lo que considera rápido, pues sabe que otras personas tardan de seis a ocho días, y de ahí prosiguió su trayecto hasta esta frontera.
“No hay trabajo para nosotros, ese es el problema. Yo vine aquí porque aquí hay menos inmigrantes, como quiera nos dan trabajo Yo tengo 20 días sin hacer nada, imagínate. Quiero cualquier trabajo, estudié en la facultad, abogado”, afirma Sergo, cuyo idioma es el criollo haitiano, una mezcla de francés y lenguas de africanas.
*Este trabajo fue realizado por LA VERDAD, que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar el original.
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