16 marzo, 2024
Un nuevo capítulo de tensiones entre ambos países ha llegado en medio de las elecciones más grandes de la historia de México, ahora, de la mano de la ultraderecha en el Partido Popular español, aunque las raíces de este conflicto pueden estar en los intereses empresariales afectados durante este gobierno
Texto: Alejandro Ruiz
Foto: Presidencia
CIUDAD DE MÉXICO. -La historia comienza así: la Internacional Socialista, o lo que fue de ella, se pronunció -según un comunicado del PRI, no desmentido oficialmente- sobre las próximas elecciones en México: “Preocupan influencias generalizadas del crimen organizado, que ha infiltrado esferas sociales y políticas, poniendo en peligro la integridad del proceso electoral”.
El mensaje, como un teléfono descompuesto, llegó a los oídos de la candidata de Morena a la presidencia, Claudia Sheinbaum, quien inmediatamente acusó a Pedro Sánchez, el presidente de España, de intervencionismo.
“El presidente de España dice públicamente que ‘está muy preocupado’ por las elecciones en México, que ‘porque no van a ser elecciones libres, democráticas’, que ‘está muy preocupado por la violencia en el país’. ¿Qué le decimos desde aquí? Pues el principio juarista: ‘Entre las personas como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.
La Internacional Socialista, presidida por Pedro Sánchez en su carácter de secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) no respondió formalmente, tampoco el gobierno español, aunque fuentes citadas por el diario La Jornada, aseguraron que estaban perplejas por la manipulación del presidente del PRI, Alejandro Moreno, pues el mandatario español no hablaba de México.
En los últimos días España había estado en la mira del gobierno de México, pues el incidente de la Internacional Socialista coincidió con la visita de la ultraderechista diputada del Partido Popular de España, Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta Ramos.
La marquesa de Casa Fuerte, que se presenta como aristócrata, periodista, historiadora y una sagaz política, fue invitada por el magnate Ricardo Salinas Pliego a una conferencia magistral en su Festival de Ideas, que se realizó en la ciudad de Puebla.
En su discurso, la política española no dudó en criticar el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.- porque menosprecia la ley y “permite a los criminales dejarles libres, y en algunos casos, pacta con ellos”- además de promocionar a Xóchitl Gálvez y defender a Salinas Pliego.
La respuesta del presidente mexicano fue dura:
“Acaba de venir una marquesa, duquesa, condesa española, a hablar mal de mí y a ella no la censuran. La trajo el bloque conservador. Es de un partido de España, de estos franquistas que quedaron, que son muchos, porque son muchos, porque falleció Franco, pero sigue el franquismo”.
Este es el último episodio de una serie de encuentros y desencuentros con España desde el inicio del gobierno de López Obrador.
En marzo de 2019, el presidente López Obrador envió una carta al Papa Francisco y al Rey Felipe VI de España, y con esto, un nuevo capítulo controversial entre México y el país ibérico se abriría.
En la carta, el presidente López Obrador exigía al Rey y al Papa que tenían que pedir perdón a los pueblos y naciones indígenas de México por los abusos cometidos hace 500 años, durante la invasión de la corona española en Améirca.
«Hubo matanzas, imposiciones. La llamada Conquista se hizo con la espada y con la cruz», explicó el presidente en una conferencia de prensa, y haciendo frente a las críticas de la oposición e historiadores que durante muchos años trabajaron con presupuesto gubernamental.
La respuesta del gobierno de España, expresada en un comunicado, lejos de reconocer lo que el presidente mexicano pedía, hizo una defensa de los tres siglos de ocupación.
«La llegada, hace 500 años, de los españoles a las actuales tierras mexicanas no puede juzgarse a la luz de consideraciones contemporáneas. Nuestros pueblos hermanos han sabido siempre leer nuestro pasado compartido sin ira y con una perspectiva constructiva, como pueblos libres con una herencia común y una proyección extraordinaria».
España nunca pidió perdón, y la demanda sigue vigente desde el Estado Mexicano. Pero los agravios no sólo llegan del pasado, sino también en la historia reciente entre ambos países.
Hasta antes de 2021, España era el segundo socio comercial de México, con un 12 por ciento de la inversión total nacional, sólo abajo de los Estados Unidos.
De hecho, de 1999 a 2021 México recibió 76 mil millones de dólares en inversión directa de empresas españolas, y, de acuerdo a datos de la Secretaría de Economía, ese año existían en el país casi 6 mil empresas con inversión española en México.
Sin embargo, tras la negativa de pedir perdón esta buena relación económica entre ambos países se vio afectada. Ahora, el segundo socio comercial de México es China.
Uno de los momentos clave para entender esta declive ocurre en 2022, durante otra conferencia del presidente López Obrador, cuando el mandatario anunció una «pausa» de las relaciones comerciales con España. Los culpables: Iberdrola, OHL y Repsol, a quienes el presidente acusó de “haber llegado a robar a México en el periodo neoliberal”.
Su afirmación la sustentó en las acusaciones de que el expresidente Felipe Calderón se sumó al Consejo Asesor Internacional de Iberdrola después de concluir su sexenio, y también en la investigación que relacionó al expresidente Enrique Peña Nieto con el delito de lavado de dinero en complicidad con la empresa OHL.
Ambos expresidentes ahora viven en España, y durante sus sexenios ocurrieron una serie de reformas estructurales que, particularmente en el sector energético, beneficiaron a estas empresas con contratos millonarios para la generación de electricidad, la venta de gasolina y proyectos de construcción de carreteras en los cordones industriales del país.
De hecho, la crítica a estas empresas y la pausa de las relaciones comerciales se situaron en medio de la discusión de la Reforma Energética promovida por el presidente. La misma que buscaba rescatar a la Comisión Federal de Electricidad, darle el 56 por ciento de la producción de energía eléctrica y con ello revertir el escenario actual que otorga 62 por ciento de la generación a empresas privadas.
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Un par de años atrás, en 2019, el presidente López Obrador acusó a Iberdrola de controlar casi la mitad del mercado de generación eléctrica en el país, y durante la discusión de la Reforma Energética, el miso presidente acusó a la empresa española de orquestar de forma encubierta una campaña contra los logros del gobierno en esta materia.
En 2023, y después de que la Reforma fue aprobada en el Poder Legislativo pero frenada en la Suprema Corte de Justicia de la Nación por un asunto de procedimiento, y no de fondo, el gobierno mexicano compró 13 plantas de electricidad a la empresa Iberdrola, convirtiéndolas en propiedad de la nación.
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El conflicto continúa, y también otros casos vinculados a actos de corrupción con OHL, como la revisión de las concesiones que la empresa (ahora con el nombre de Aleática) tiene sobre las carreteras del Estado de México, y también la revisión del papel de las petroleras extranjeras en México, donde el Departamento de Estado de los Estados Unidos ha influido bastante, como en marzo de 2022, cuando el exsecretario de Estado nortemaericano se reunió con el presidente López Obrador para criticar su propuesta de Reforma Energética.
Entre los puntos fundamentales que sostuvo Kerry, y que han sido los argumentos presentados por la Casa Blanca, están las violaciones a algunos acuerdos establecidos en el T-MEC, particularmente aquellos que se relacionan con la suspensión de permisos para la generación de energía a empresas privadas.
También, en 2006, Hilary Clinton, esposa del expresidente Clinton, y en ese entonces secretaria de Estado de los Estados Unidos, intervino, a través de funcionarios como el ex embajador Carlos Pascual y el comisionado internacional de energía, David Goldwyn, en la creación de la reforma energética impulsada años más tarde en el sexenio de Enrique Peña Nieto. Esto, de acuerdo a una investigación del portal Desmog, quienes publicaron una serie de cables entre Clinton y funcionarios de alto nivel e los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto para negociar la Reforma Energética.
El conflicto lo resumió el presidente López Obrador durante una conferencia, y parece que no se equivocó:
“Nos saqueaban, por lo que vamos a darnos un tiempo para respetarnos. Que no nos vean como una tierra de conquista. Queremos tener buenas relaciones, pero no queremos que nos roben”.
En febrero de este año la candidata presidencial de la oposición, Xóchitl Gálvez, fue a una mini gira entre España y Roma, donde además de reunirse con el Papa Francisco, sostuvo un encuentro con el expresidente Felipe Calderón y el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica.
De acuerdo con la prensa española, a la reunión apenas asistieron unas 40 personas, ninguna de alto perfil económico, salvo Luis Fernando Martín Amodio, presidente de la constructora OHLA, la misma a la que pertenecía OHL (ahora Aleatica).
En su discurso, Xóchitl Gálvez recordó la petición de perdón que el gobierno mexicano hizo a España, y les recalcó a los empresarios que ella buscaba reconstruir las relaciones entre ambos países.
“No podemos responsabilizar a los españoles de hoy, de temas que pasaron en el pasado (…). La discordia reciente ha sido artificial, estéril y sólo motivada por mezquindades políticas. España y México, como naciones hermanas, han hecho grandes hazañas trabajando en armonía. No tengo la menor duda de que volveremos a construir juntos”.
Después, ya en campaña, la candidata ha expresado sus intenciones de echar abajo el rescate que esta administración ha impulsado en la CFE, Pemex y otras empresas estratégicas.
También, y aunque la dejaron plantada, Xóchitl Gálvez buscó una reunión con representantes de la derecha en España, como el dirigente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoó, y el escritor peruano Mario Vargas Llosa.
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En su tránsito por el país ibérico, Xóchitl no registró reuniones con otros políticos que han decidido vivir en España, como Enrique Peña Nieto. Antes también vivían Carlos Ancira (expresidente de Altos Hornos de Mñexico, hoy preso por corrupción), Emilio Lozoya (acusado junto a Ancira), Humberto Moreira (detenido en 2016 por acusaciones de lavado de dinero), Diego Cruz Alonso (responsable de violación grupal en el caso de «los Pokys», absuelto en 2017), así como otros narcotraficantes ligados a Los Zetas y el Cártel de Sinaloa.
Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.
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