La resolución del panel del T-MEC estipuló que nuestro país no puede dejar de importar maíz transgénico de los Estados Unidos y Canadá, pero de acuerdo a la Secretaría de Economía, se seguirá impulsando en el país la protección de la diversidad genética de los maíces nativos
Texto: Alejandro Ruiz
Foto: Cuartoscuro
CIUDAD DE MÉXICO. – El panel de resolución de disputas establecido bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) falló a favor de los Estados Unidos, por lo que nuestro país no podrá dejar de importar maíz genéticamente modificado de estos países.
La resolución, emitida este 20 de diciembre, deriva de una disputa abierta en 2023, cuando el gobierno estadounidense invocó un panel de resolución de disputas para echar abajo el decreto presidencial del 13 de febrero de 2023 que prohibió el uso de maíz genéticamente modificado para elaborar tortillas y masa, y abogó por su sustitución en la producción industrial destinada al consumo humano y de alimentación animal.
Leer más
En noviembre de 2024, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, adelantó que nuestro país podría perder el panel contra los Estados Unidos. Sus palabras fueron: «a lo mejor nos la ganan». Sin embargo, la derrota parecía anunciada.
Esto, porque las reglas establecidas dentro del T-MEC exigían al gobierno mexicano presentar pruebas científicas del daño provocado por el maíz genéticamente modificado al campo y la producción nacional.
De acuerdo con los resolutivos del T-MEC, «México no realizó una evaluación del riesgo tomando en cuenta las normas, directrices y recomendaciones internacionales relevantes de las organizaciones internacionales relevantes», y tampoco realizó una evaluación de riesgo ni un manejo del riesgo, ni presentó argumentos que se basaran «en principios científicos pertinentes».
Además, estipuló que México no seleccionó medidas de sanitarias y fitosanitarias «que no entrañen un grado de restricción del comercio mayor del requerido para lograr el nivel de protección que consideró adecuado», es decir, no hubo un plan de compensación económica hacia la agroindustria de los Estados Unidos, el país que ocupa el primer lugar de producción de maíz transgénico en el mundo.
Tras conocer el fallo del panel, la Secretaría de Economía emitió un comunicado donde afirmaron que respetarán la decisión del T-MEC, aunque no la comparten, pues consideraron «que las medidas cuestionadas están alineadas con los principios de protección a la salud pública y los derechos de los pueblos indígenas, establecidos en la legislación nacional y en los tratados internacionales de los que es parte».
«A pesar de ello, el Gobierno de México respetará la determinación, ya que el sistema de solución de controversias del T-MEC es una pieza clave de dicho tratado, como quedó demostrado en el caso sobre Reglas de Origen del sector automotriz que resultó favorable para México».
No obstante, en un comunicado posterior, la misma Secretaría recordó «que el informe del Panel se refiere exclusivamente al ámbito del comercio entre México y Estados Unidos», por lo que apoyarán «las iniciativas que habrán de discutirse en el Congreso durante 2025, consistentes en prohibir la siembra de maíz genéticamente modificado en territorio nacional».
Al pronunciamiento de la Secretaría, se sumó otro del Instituto para la Agricultura y la Política Comercial, con sede en Estados Unidos, quienes dijeron que la decisión del panel «ignoró pruebas científicas sustanciales sobre los riesgos para la salud y el medio ambiente, eludió las amenazas a los derechos indígenas y anticipó inapropiadamente un daño económico a los exportadores de maíz de EE.UU., cuando no ha ocurrido tal daño».
Y añadieron que, el objetivo del panel, aparentemente, fue proteger los intereses de la de la industria biotecnológica y de la agroindustria, lo cual, «atropella la soberanía nacional y la soberanía alimentaria».
En junio de 2023 el gobierno de los Estados Unidos solicitó ante el mecanismo de respuesta rápida del T-MEC la activación de un mecanismo para levantar la prohibición de importación de maíz transgénico en México.
La inconformidad del gobierno estadounidense deriva de un decreto emitido por el gobierno mexicano el 13 de febrero de 2023, donde prohibió el uso de maíz transgénico en productos destinados para el consumo humano y animal, así como en la elaboración de tortilla o masa.
Además, el decreto presidencial revocó e instó a las secretarías mexicanas de otorgar permisos para la liberación de semillas de maíz transgénico en ambiente mexicano, instruyó a las dependencias correspondientes en dejar de usar en programas públicos maíz transgénico y glifosato, y obligó a realizar un estudio científico con el fin de comprobar, o identificar, los daños a la salud que provoca el consumo de maíz transgénico.
Ante esto, el gobierno norteamericano, a través del T-MEC, solicitó al mexicano que justificara su decisión. El motivo, no perder a su mayor importador de maíz amarillo y cerrar un mercado que ronda casi en los 5 mil millones de dólares anuales. De hecho, de acuerdo con los datos de la Secretaria de Hacienda, las importaciones de maíz amarillo aumentaron de 31 a 39 por ciento entre 2016 y 2022.
Leer más
El gobierno mexicano decidió defender su posición ante el mecanismo del T-MEC, quienes en diciembre de 2023 entregaron a México una traducción oficial del caso. Ahí, el gobierno estadounidense negó que el maíz transgénico (blanco y amarillo) provocara daños a la salud.
Sin embargo, expertos en la materia han adelantado que al rociar los cultivos transgénicos con glifosato, y el diseño de variedades de maíz para tolerar herbicidas y pesticidas, son un problema, pues pueden causar afectaciones de riñón, hígado y otros problemas de salud.
De hecho, señalaron especialistas en el campo, a mayor parte del maíz blanco transgénico procedente de Estados Unidos presenta ambos rasgos, por lo que la mayor parte del maíz transgénico que entra en México puede presentar riesgos tanto por residuos de Bt como de glifosato. De hecho, ambos se han encontrado en tortillas y otros productos de consumo a base de maíz en México.
Leer más
Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona