La saxofonista informó que su agresor, Juan Antonio Vera Carrizal, dejó el hospital donde estaba y nadie la notificó. Acusa que el gobierno de Oaxaca la revictimizó
Texto: Diana Manzo / Istmo Press
Foto: Isabel Briseño / Archivo Pie de Página
OAXACA. – María Elena Ríos, sobreviviente de una tentativa de feminicidio por agresión con ácido, alertó que su agresor, el exdiputado priista Juan Antonio Vera Carrizal, está libre y abandonó el Hospital Santa Anita sin que le notificaran.
Desde el 2 de diciembre, Juan Antonio Vera Carrizal fue excarcelado por una orden federal del penal de Tanivet, debido a una supuesta gravedad. Lo trasladaron al hospital Reforma, y una semana después ingresó a la unidad médica ubicada en el municipio de Santa Cruz Xoxocotlán, cerca de la capital de Oaxaca. Sin embargo, cuando María Elena llegó hoy, ya no estaba internado.
En un video difundido en sus redes sociales, María Elena mostró que ni Vera Carrizal, ni su familia, ni elementos judiciales se encontraban en el hospital, deduciendo que ya no estaba internado.
“Por favor, ayúdenme. Acabo de salir del hospital donde supuestamente se encontraba Vera Carrizal y no está. Salomón Jara no ha hecho más que revictimizarme. Vera Carrizal está libre, está libre. ¡Por favor, ayúdenme, se los pido!”, denunció.
En el video, María Elena Ríos acusó al gobierno de Oaxaca de revictimizarla.
“Dicen que miento, pero los que mienten son ellos, porque los acuerdos políticos valieron más que la justicia”, expresó.
Desesperada y molesta por lo sucedido, pidió ayuda a la presidenta Claudia Sheinbaum:
“Esto es Oaxaca, un nido de corrupción. Presidenta Claudia Sheinbaum, ¿qué vamos a hacer?”.
De acuerdo con la reportera Ivonne Mateo, el documento oficial emitido por el hospital «Santa Anita» y firmado por el médico tratante Ulises Pérez Carrera, señala que Juan Antonio Vera Carrizal presenta los siguientes diagnósticos: postoperatorio de hemorroidectomía; síndrome de canal estrecho cervical; síndrome de neurona motora superior; trastorno cognitivo en estudio; sangrado del tracto digestivo bajo; enfermedad ácido-péptica secundaria a la ingesta de AINES; síndrome parkinsoniano; síndrome demencial; trastorno mixto (ansioso y depresivo); síndrome de intestino irritable e hipertensión arterial sistémica. Sin embargo, el informe no cuenta con anexos que lo respalden.
Esta nota fue publicada originalmente en ISTMO PRESS, que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes ver la publicación original.
Reportera en Unión Hidalgo, Oaxaca.
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