Lo que nos ha dejado el movimiento LGBTTTI

30 junio, 2019

En Ciudad de México hemos celebrado nuevamente el orgullo gay: padres y madres acompañando a sus hijos e hijas adolescentes estaban ahí para recordarles que ¡amor es amor! Son 50 años de un movimiento que ha reivindicado las libertades sexuales, de identidad, de formas de amar, de hacer familia. Queda mucho por luchar, pero también por explorar, gozar y celebrar

Twitter: tuyteresa

El movimiento LGBT+ tal vez sea uno de los más festivos y lúdicos de los últimos 50 años. Esto no lo ha exentado de graves violaciones a sus derechos humanos. El informe: Los asesinatos de personas LGBTTT en México: los saldos del sexenio (2013-2018) documenta el panorama nacional. Sólo después de Brasil, México es el segundo país en América Latina con más asesinatos a personas LGBT+. 

Y las poblaciones más vulnerables de la comunidad LGBT+ son las personas transexuales.

En la comunidad LGBT+ hay muchos niños y jóvenes que son rechazados por sus familiares y amigos cuando deciden expresar su identidad u orientación. 

Puede ser difícil para algunos niños, adolescentes e incluso adultos, obtener la aceptación en sus trabajos, de sus padres o círculos en general.

En algunos países como Sudán, Arabia Saudita o Irán, la homosexualidad se castiga con la muerte. A pesar de vivir entre la persecución y el rechazo, este movimiento global nos ha legado un sinnúmero de experiencias. 

Ha decidido salir a las calles y hacer frente a la discriminación tomando como bandera el arcoíris -representando la diversidad de colores- y celebrando las identidades con enorme orgullo. 

Tenía 16 años cuando leí El vampiro de la colonia Roma. Eso configuró mi imaginario del mundo gay desde mi más tierna adolescencia: ¡literalmente flipé! Sardónico, procaz, ácidamente divertido, El vampiro de la colonia Roma  es considerada como la “Mítica Novela Gay” o la joya que destapó un movimiento cultural que se gestaba desde hacía tiempo. Luis Zapata se configuraría como un ícono del movimiento gay mexicano de los años 80.

Más tarde la Revista FEM nos recordaría que el feminismo también había dejado huella en la exploración de las sexualidades diversas, expresiones poéticas y  numerosos artículos y memoria fotográfica del movimiento lésbico en México.

Sin duda, el movimiento lésbico-gay no sólo ha influido enormemente en la literatura, el cine, la moda o la música. También lo ha hecho desde la extensa configuración de las sexualidades disidentes. 

Han transcurrido cuatro décadas desde la primera marcha gay en México y 50 años de los disturbios en el bar Stonewall, en Nueva York: ambos dejarían una huella indeleble en la memoria colectiva de las disidencias sexuales.

Tanto el feminismo como el movimiento LGBTTTIQ han influido en la cultura sexual contemporánea. Pusieron como centro la experiencia sexo-afectiva más allá de lo reproductivo. 

Se trata de movimientos sociales y políticos que reivindican el tema de la identidad de género y la orientación sexual como un derecho humano. LGBTTTI significa: lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti e intersexual. 

Las primeras tres (LGB) son orientaciones/preferencias sexuales, las siguientes (TT) corresponden a identidades de género; la siguiente T corresponde a una expresión de género y la intersexualidad corresponde a una condición biológica.

En años recientes también incorpora el discurso de la Teoría Queer: un verdadero estremecimiento para la moral sexual contemporánea. Este enfoque plantea la de-construcción de las sexualidades y propone dejar de poner en el centro al mundo heterosexual para llamarlo: cisgénero e incluirlo dentro del abanico de identidades sexuales.

Este año se conmemoran dos enormes hitos: la caída del muro de Berlín y el 50 aniversario de la represión en el famoso bar Stonewall, en el verano del 69. En ese entonces la comunidad gay vivía en la marginalidad y aún estaba lejos de alcanzar sus derechos. 

Aquella cálida noche de verano, decidieron hacer frente al terror policiaco y se defendieron. Desde aquel día, el último fin de semana de junio se celebra la marcha del orgullo gay. Hay quienes comparan Stonewall con el movimiento antirracista encabezado por Rosa Parks, y tal vez sea verdad: nacían nuevas formas en configurar el mundo, uno donde las diversidades y los derechos tuvieran lugar.

Este sábado en Ciudad de México hemos celebrado nuevamente el orgullo gay: padres y madres acompañando a sus hijos e hijas adolescentes estaban ahí para recordarles que… amor es amor. Por primera vez también marcharon personas de la comunidad muxe, además de las dragas, las personas trans, la comunidad gay, contingentes de jóvenes lesbianas y por supuesto algunos cisgénero dispuestos a renunciar a ser el centro del universo.

¿Qué nos ha dejado el movimiento arcoiris?

  • La reinvindicación de las libertades: sexuales, de identidad, de formas de amar, de hacer familia, etcétera.
  • Ha logrado –paulatinamente y en algunos países- el reconocimiento de derechos humanos iguales para todas las personas, sin importar su identidad u orientación.
  • Ha hecho visible la LGBTIfobia.
  • Ha logrado colocar la heterosexualidad desde otro lugar, un sitio donde no se ponga como centro del universo sexual.
  • Ha logrado influir en la cultura pop, la música, el cine, la moda, y por supuesto en la economía, -se dice que la comunidad LBTTTI es una de las que más aporta a la economía global. 

Hoy a 41 años de la primera marcha del orgullo LGBT+ y 50 años del nacimiento de este movimiento global, aún queda mucho por luchar, pero también por explorar, gozar y celebrar, porque… ¡amor es amor! 

Va uno de los íconos de esta fiesta:

Columnas anteriores:

De cantos garífuna y mariposas monarca: la belleza trasciende fronteras

Guionista, reportera, radialista. Cubre temas culturales, sexualidad, salud, género y memoria histórica. En sus ratos libres explora el mundo gastronómico y literario. Cofundadora de Periodistas de a Pie.