Román N., el primer detenido por el homicidio de un hombre en La Polar, fue liberado este lunes después de que un juzgado de la capital determinara que no existen suficientes pruebas para procesarlo. Actualmente hay dos ordenes de aprehensión pendientes por dicho caso
Texto: Alejandro Ruiz
Fotos: Rogelio Morales / CUARTOSCURO.COM
CIUDAD DE MÉXICO.– A Román N., gerente en La Polar, lo detuvieron inmediatamente el 8 de enero, después de que el homicidio en dicho establecimiento comenzó a cobrar fuerza en las redes sociales. A él se le acusó de participar en la golpiza que provocó la muerte de Antonio Monroy, quien discutió con los empleados del restaurant por un excesivo cobro de propinas.
Cuando lo presentaron ante el Ministerio Público, Román negó haber participado en la golpiza contra Antonio Monroy, diciendo que él solo vio su cuerpo inconsciente. Pese a esto, el 11 de enero un juzgado de la capital aplicó la prisión preventiva justificada en contra de Román N.; por lo que se inició un proceso en su contra para determinar si era culpable, o no. La Fiscalía estaba obligada a presentar las pruebas en su contra.
No obstante, este lunes un juez de control del reclusorio norte, donde Román estaba preso, determinó que la Fiscalía General de Justicia de la capital no aportó las pruebas suficientes para determinar su culpabilidad. Los abogados insistieron, pero el juez de control determinó que Román tenía que salir libre.
Aunque él era el detenido estelar de las autoridades, también existen otras dos personas bajo custodia: Oskar N. y Braulio N.; a ellos se les acusa de violar la clausura del establecimiento, pues durante un cateo dirigido por la Fiscalía se les encontró adentro de La Polar con dinero en efectivo y armas de fuego. No se les acusa del asesinato de Antonio Monroy.
Este hecho deja, prácticamente, sin un presunto culpable del asesinato de Monroy, pues Román era el principal sospechoso. Sin embargo, la familia de Antonio no se dice insatisfecha con esto, pues, aunque Román N. ha sido liberado, existen otras dos órdenes de aprehensión por cumplirse.
En el video extraído de las cámaras de seguridad de La Polar se observa una toma del estacionamiento. En ella, al inicio, parece no haber nada extraño. Automóviles saliendo, personal guiando a los conductores. Después, la puerta se abre. De ella sale un hombre robusto, con un chaleco, arrastrando a Antonio hacia la calle. A ese hombre lo ayuda otro, uniformado como policía. Ellos son Gustavo N. y Sergio G., apodado el chikilin, los otros dos principales sospechosos del homicidio en La Polar.
De acuerdo con una entrevista que Milenio hizo al abogado de la familia de Antonio Monroy, los familiares no están desanimados con la resolución del juez de control que liberó a Román N., pues saben que la investigación del caso ha avanzado y hay otras dos órdenes de aprehensión en contra de personas con una “responsabilidad más directa” en el homicidio.
Sergio G., el hombre robusto con chaleco que sacó arrastrando a Antonio, era el jefe de seguridad de La Polar. Gustavo N., es un elemento del Cuerpo de Seguridad Auxiliares del Estado de México (Cusaem). Actualmente ambos se encuentran prófugos.
A la vez, detalló el abogado que, aunque se haya determinado que Román N. no participó directamente en el homicidio, todavía se le puede juzgar por auxiliar a encubrir el delito.
Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.
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