Las velas de mayo en Juchitán

2 junio, 2023

Después de pausarse por la pandemia, regresaron las velas de mayo en Juchitán, Oaxaca. Los habitantes de esta región tiran la casa por la ventana, gastando millones de pesos para continuar con su tradición. Este año, no fue la excepción

Texto: Diana Manzo y Daniela Pastrana

Fotos: Ángeles Mariscal

JUCHITÁN, OAXACA. – En este municipio biniza, ubicado en la región del Istmo de Oaxaca,  se come, se bebe y se baila. El que viene a una vela y no la disfruta, es como si hubiera ido a cualquier otra celebración. Aquí los bailes son únicos , son de gala, y se hacen de buena fe. Año con año, desde hace más de un siglo, en esta peculiar ciudad se realizan las fiestas nocturnas, llamadas velas, que en el mes de mayo alcanzan su máximo esplendor.

Las Velas en Juchitán, según datos del investigador juchiteco Tomás Chiñas Santiago, son  rituales y adoraciones a los elementos de la pródiga naturaleza, pues se adoraba a los peces y al mar, al maíz, al lagarto, entre otros.

Con la Vela  Santa cruz Biadxi (zapoteco)  con la que comienza está ultima etapa donde se realizan las principales velas, en donde  también destacan  la vela  Calvario, Angélica pipi, San Isidro Labrador, San Vicente Ferrer Chico y al Santo Patrón de los juchiteco, San Vicente Ferrer.

Este 2023, las velas nuevamente se reactivaron después de que la pandemia del Covid- 19 afectará a cientos de juchitecos, lo cual celebra esta comunidad, porque se trata de reactivar la economía. Ahora, se realizaron 16 festejos nocturnos, además de su paseo con carros alegóricos de flores y frutas, y la tradicional lavada de ollas, la cual es una fiesta vespertina. Las mujeres visten con su indumentaria tradicional, el traje regional, como lo es la enagua y huipil. Los hombres portan guayabera blanca y pantalón oscuro.

Los gastos y costos para la tradición

En la semana mayor de Velas de mayo se consumen unos 35 mil cartones de cerveza, acuden 30 mil personas y se genera más de 32 toneladas de basura, y aunque hay muchas criticas por el consumo del alcohol, pues muchos argumentan que la cerveza fomenta el alcoholismo, las sociedades manifiestan que a nadie se le exige beber alcohol, cada uno lo hace por su propio gusto.

En este año, se tiene estimado que los juchitecos e invitados, consumieron alrededor de 30  mil cajas de cerveza de la presentación de un  cuarto de litro, es decir, en cada vela que se realizó en la última semana mayor de las velas de mayo , incluyendo baile de gala y lavada de ollas,  se consumen entre mil 500 a 2 mil cajas.
 
Según el foro ecológico de Juchitán, esta ciudad genera diariamente 180 toneladas de basura, sin embargo al día por cada vela son aproximadamente de 8 a 10 toneladas diarias, es decir por 20 velas aproximadamente fueron 160 toneladas de basura entre los que abundaron platos y vasos desechables.

En este mes de mayo, los zapotecas y zapotecos, así como invitados, habrán gastado un aproximado de 10 a 12 millones de pesos, para la realización de las velas, además de compra de vestimenta típica, accesorios y antojitos gastronómicos sin tomar en cuenta el pago de las agrupaciones musicales, vigilancia, cohetes.

Las socias de estas velas como es tradición estrenan trajes regionales que oscilan entre 15 y 30 mil pesos.

Los hombres cargan en sus hombros los cartones de cerveza, mientras que la mujer lleva envuelto con un pañuelo  blanco su cooperación, la cual llaman limosna, siendo la cuota mínima de 100 pesos, que consiste en un apoyo económico, que se le entrega a la anfitriona de la noche, que en este caso es la mujer, la  jefa de familia.

Un honor

Daniel Orozco Martínez, fungió como capitán de cabalgatas en la tradicional Vela Guie’ Cheguigo, es un anhelo que tenía desde hace varios años y además por ser vecino de esta sección.

Daniel Chaca (como es conocido) gastó junto a su familia alrededor de 150 mil pesos para la celebración, lo cual, dijo, es alto, pero lo hizo con mucho amor y para preservar esta tradición del pueblo binnizá.

Un socio, que lleva su puesto a estas velas y que consiste en llevar entre 30 y 50 invitados a quienes les da bebidas y comidas, invierte entre 20 y 30 mil pesos.

“Yo soy socia de la vela de Angélic Pipi, y cada año traemos el puesto, era de mi abuela, después fue de mi mamá y ahora mía, y sí se gasta, pero es una vez al año”.

La Vela de la inclusión

Amá Chupón por primera vez se convirtió en socia de la Vela Santa Cruz Igú, y es la primera muxe que portó un traje regional esa noche, en donde disfrutó de sus invitados.

De oficio Rezadora y mototaxista, Amá Chupón como la llaman, ha sido aceptada como muxe y mujer trans para rezar en las celebraciones de esta tradicional vela.

Contenta compartió que tanto los organizadores como socios la incluyeron en esta vela, que aunque está conformada por la mayoría de personas adultas, fue bien recibida.

“Porté mi traje regional y llevé mi puesto, me sentí incluida, aceptada y lo gocé toda la noche, mis amigas muxes también llegaron y disfrutamos juntas de este baile inclusivo”.

Al igual, desde el 2019, una de las tres fracciones de la Vela San Vicente Ferrer- la más grande de los juchitecos- permite el ingreso de los muxes, no así en dos velas.

“Estuvimos 15 años vetados por estas asociaciones -San Vicente Ferrrer Goola lado Sur y Norte- y por fortuna ya nos aceptan, la llaman Vela de la Inclusión y este año, también participaremos, será el viernes 26 de mayo, lo cual permite a las muxes vestir con la enagua y el huipil”.
 
Felina Santiago, reconocida por su lucha contra la homofobia y discriminación desde hace más de 30 años dijo que a pesar de que a Juchitán o al Istmo de Tehuantepec lo llaman el paraíso muxe, falta aún, ya se esta caminando con la realización de esta primera vela de la inclusión, pero hace falta más.

Reportera en Unión Hidalgo, Oaxaca.

Quería ser exploradora y conocer el mundo, pero conoció el periodismo y prefirió tratar de entender a las sociedades humanas. Dirigió seis años la Red de Periodistas de a Pie, y fundó Pie de Página, un medio digital que busca cambiar la narrativa del terror instalada en la prensa mexicana. Siempre tiene más dudas que respuestas.