Las fotos con filtros éticos

23 octubre, 2022

En situaciones donde se degrada la condición humana, no es un asunto moralino usar filtros para borrar penes o pezones. Ante la duda es mejor no publicar fotos que afecten los derechos de las personas

@duiliorodriguez

Grecia y Turquía protagonizaron hace unos días un acto vergonzoso. Ambos países se recriminan el hallazgo entre sus fronteras de 92 hombres migrantes completamente desnudos con lesiones visibles. 

Versiones que circulan en medios europeos aseguran que los migrantes –principalmente afganos y sirios– fueron desnudados, robados y golpeados en Turquía y enviados en lanchas de goma hacia Grecia a través del río Evros.

A su vez, autoridades turcas culparon a las autoridades griegas de acciones reiteradas donde maltratan y deportan a personas migrantes hacía sus fronteras sin sus pertenencias.

El gobierno Turco aseguró que se trataba de un acto premeditado en su contra.

Entre dimes y diretes, ambos países se centraron en acusarse, no en resolver o atender las causas. Nada que no pase o sepamos que sucede en países de América.

Cualquiera que haya cometido estos actos crueles y degradantes contra los migrantes sabía que el hallazgo tendría impacto mediático.

En un primer momento, cuando se dieron a conocer los hechos, circularon imágenes de las personas desnudas. Lo que causó indignación internacional.

Como suele suceder en estos casos, las fotografías fueron acreditadas a un cuerpo policiaco. Por lo tanto, y como un principio básico, hay que desconfiar de las intenciones detrás de ellas.

La opción más aceptada en la mayoría de los noticieros es publicar las fotos con filtros o mascarillas que impidan a los lectores ver los cuerpos desnudos con claridad.

En internet encontré que a las fotografías les habían difuminado los genitales. Aunque hubo algunos que dejaron visibles los rostros.

En todo caso, lo que realmente importaba era preservar la identidad de las personas. No ocultar su cuerpo sin ropa.

 Los medios de comunicación mas claros en temas éticos no usaron ninguna foto del acontecimiento.

Somos visuales, no tiene el mismo impacto ver personas maltratadas desnudas a solo imaginarlas al leer la nota. No hay nada mas tentador que noticias con videos y fotografías. ¿Pero a costa de quién o de qué las usamos?

Para mi no hay duda, fotografías que degraden a seres humanos no deben publicarse exponiendo su identidad. Aunque estas sean de supuesto interés público. No pienso así por razones morales relacionadas con el cuerpo humano.

Tampoco pienso que ver un cuerpo humano desnudo nos degrade en absoluto. Pienso en la intención detrás de los hechos y en la dignidad de las personas que aparecen en ellas, que ni siquiera están conscientes de estar expuestas sin su consentimiento.

Tampoco soy participe de usar filtros, etiquetas, botones, manchas o mascarillas que impidan ver algunas partes de las fotos. Creo que en muchos casos generan morbo.

Insisto, absolutamente nada tiene de malo mostrar el cuerpo desnudo. Por esa razón no comparto las políticas restrictivas de las redes sociales.

Es conocido el rigor en facebook que impide visualizar cualquier fotografía donde apenas se vea o se insinúe un pezón.

Muchas fotos prohibidas por la red social nada tienen que ver con prácticas pornográficas, de trata de personas, o pedofilia. Aún así, el algoritmo creado por algunas mentes censuradoras prohibe todo lo que parezca desnudez. Tal vez así se quitan de problemas legales o sociales.

Para mi es totalmente valido mostrar las fotografías de hombres o mujeres desnudos en una protesta. O desnudos de personas que quieren que se conozcan sus cicatrices por una lesión o cirugía. Personas que conscientemente quieren mostrase desnudas por las razones que sean.

¿Si estas personas migrantes no fueran pobres y marginadas, si se tratara de personas con niveles socioeconómicos altos, creen que se publicarían sin filtros en el rostro?. ¿Si fueran familiares nuestros, nos gustaría verlas, o solo bastaría leer la noticia con alguna imagen referencial para indignarnos?

Editor y fotógrafo documental, retrato, multimedia y vídeo. Dos veces ganador del Premio Nacional de Fotografía Rostros de la Discriminación.