Las coplas rebeldes de 1910

22 noviembre, 2019

Retrato de época, aspiración generacional y divertimento en jolgorios, la música acompañó a la tropa en los 10 sangrientos años que duró la guerra. Las coplas sobreviven como memoria viva de la primera revolución social del siglo XX  Estas son algunas de las canciones cantadas por las tropas revolucionarias en 1910

@ignaciodealba

Ejército que se respeta tiene banda de música. En los primeros momentos de la revolución que inició en México en 1910 las pequeñas guerrillas carecieron de músicos, pero conforme los bandos revolucionarios se consolidaron incorporaron las bandas a sus filas y los batallones mejores provistos tuvieron varias orquestas.

Poco se reconoce sobre lo prolífica que fue la época en términos musicales: cientos de corridos y canciones que narran batallas y amores.

Mientras que los periódicos, panfletos y libros fueron los medios de las élites para preservar la memoria, el pueblo raso acudió a los juglares para contarse la guerra. 

Las canciones también tuvieron una fuerte carga política. La revolución popular ganó en el campo musical.

Aquí va un arbitrario y breve cancionero de las coplas, que sobreviven como memoria viva de la primera revolución social del siglo XX  :

La cucaracha

Sin duda la más popular de las canciones, aunque poco se sabe que la cucaracha protagonista de la copla es el golpista Victoriano Huerta, quien tenía fama de bebedor y mariguano. En la memoria popular, el traidor se ponía hasta las manitas tan seguido que quedaba como cucaracha y adicionaba parecido al insecto usando lentes oscuros.

Otras versiones aseguran que el protagonista en realidad era Francisco Villa. La historia que lo afirma se remonta a una de las noches de campaña, cuando alrededor de una fogata la tropa cocinaba y se calentaba; el Centauro del Norte habría pisado accidentalmente una braza, por lo que se echó a correr «cual cucaracha» (de por sí caminaba como charro).

Yo me inclino por la primera historia.

Las Tres Pelonas 

Esta fue la canción favorita de Pancho Villa. Aunque se escribió años antes de la revolución maderista (fue compuesta por Isaac Calderón para sus tres hijas enfermas de tifus), Villa podía escuchar la copla durante toda la noche. La banda de música de la División del Norte estaba atenta a que el general levantara tres dedos para tocar durante horas la divertida canción. A Villa también le gustaba asistir a bailes y zapatear su pieza favorita.

La Marcha de Zacatecas

En un principio llamada “la Marcha de Aréchiga”, era originalmente un homenaje a un gobernador porfirista de Zacatecas, pero después de la épica toma de la ciudad, la canción fue rebautizada e interpretada por la División del Norte durante muchas campañas.

Corrido de Felipe Ángeles 

Felipe Ángeles fue uno de los mejores estrategas de la División del Norte y además uno de los hombres más confiables de Pancho Villa. Ángeles combatió en muchas de las batallas de la Revolución, pero fue Venustiano Carranza quien con puño y letra firmó la sentencia para que el general fuera fusilado. 

Adelita

Se refiere a la soldadera chihuahuense Adela Velarde, qien dedicó a la enfermería en los años revolucionarios y perteneció a la División del Centro, dirigida por Pablo González. Ahí conoció a su novio Antonio del Río, quien murió años después combatiendo a las tropas federales en Torreón. La canción se convirtió en un himno para las tropas revolucionarias. 

Marieta (no seas coqueta)

María del Carmen Rubio, originaria de Oaxaca, trabajó en un burdel antes de convertirse en una feroz soldadera. Sus historias provocaron que se escribiera esta canción en su honor. 

La Valentina

María Valentina de Jesús Ramírez, “la Valentina”, quedó huérfana desde muy pequeña. Pero la adoptó la revolución y su habilidad manejando el Winchester la hizo famosa. Aunque la precariedad económica al final de su vida contrastó con su fama. 

Carabina 30-30

Una de las armas más utilizadas en por los revolucionarios fue el Winchester, mejor conocido como “carabina 30-30”. El rifle, también utilizado en la cacería, mereció su propio corrido y hasta una película. 

El Barzón

Escrita por Miguel Muñiz y musicalizada por el sinaloense Luis Pérez Meza, se convirtió en una de las primeras canciones de protesta del continente. Pérez Meza fue contratado por el gobierno de Estados Unidos para que cantara a las tropas estadounidenses que se encontraban en las islas del Pacífico. También cantó en películas como Dos Tipos de Cuidado (con Pedro Infante y Jorge Negrete), entre otras cintas del Siglo de Oro.

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Cronista interesado en la historia y autor de la columna Cartohistoria que se publica en Pie de Página, medio del que es reportero fundador. Desde 2014 ha recorrido el país para contar historias de desigualdad, despojo y sobre víctimas de la violencia derivada del conflicto armado interno. Integrante de los equipos ganadores del Premio Nacional Rostros de la Discriminación (2016); Premio Gabriel García Márquez (2017); y el Premio Nacional de Periodismo (2019).