1968 fue un año de efervescencia política, cultural y sexual. Las décadas posteriores abrieron paso a la disminución de la fecundidad y una mayor participación de mujeres en espacios de decisión. Se cocinaba, así, una imparable revolución en el pensamiento político y sexual hacia el nuevo milenio
Twitter: @tuyteresa
En el marco del 28 de septiembre, mujeres de distintas latitudes publicaron fotos en redes sociales mostrando su vientre en avanzada gestación. En las fotografías había un mensaje: “Por una maternidad libre y gozosa. Porque las mujeres tenemos el derecho de decidir sobre nuestra maternidad”.
Desde hace varias semanas también, la agenda mediática dio cobertura a la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación respecto a la inconstitucionalidad de la criminalización del aborto.
Para las personas jóvenes, estas noticias forman parte de su estar cotidiano en redes. Hace veinte años, una cobertura así era impensable.
Estos cambios no han sido producto de la casualidad: su antecedente se remonta a décadas de trabajo de los movimientos feminista y LGBTTTIQ+ en todo el mundo y los primeros estudios científicos sobre la sexualidad humana en el siglo XX.
Para muestra un botón: el siglo XX fue llamado el “siglo de la sexualidad”, inaugurando toda una época de hallazgos sobre la sexualidad humana y el inconsciente, con las investigaciones del médico austriaco Sigmund Freud: mundialmente conocido por abordar temas como el deseo, el inconsciente y la sexualidad.
Aunque cuestionado y reinterpretado en el nuevo milenio, Freud fue uno de los personajes que marcó el pensamiento social, cultural y sexual del siglo XX.
Hacia los años 40 y 50 los estudios de Alfred Kinsey revolucionarían lo que sabemos de la sexualidad con la publicación de dos volúmenes que sistematizaron por primera vez temas clave de la sexualidad humana, como la orientación sexual, la masturbación, el sexo prematrimonial y las parafilias sexuales, entre otros hallazgos.
Por primera vez se funda un centro especializado para los estudios de la sexualidad: el Instituto para la Investigación Sexual, con esto se dan pasos para los primeros hallazgos científicos del siglo XX en el terreno sexual. Por estas investigaciones, Alfred Kinsey fue llamado “El científico del sexo”.
Posteriormente Masters y Johnson llevarían la investigación científica del mundo sexual a otro nivel, develando las fases de la respuesta sexual humana: excitación, meseta, orgasmo, resolución.
Estos avances, junto con la invención de la píldora anticonceptiva y la Revolución Sexual de los años 60, marcarían la historia erótico sexual de las décadas posteriores.
1968 fue un año de efervescencia política, cultural y sexual. Además de la agenda política, el 68 significó para muchos jóvenes asumir el mundo con todas sus implicaciones.
Su influencia se extendió al mundo social, cultural y por supuesto: al agitado universo sexual de las décadas posteriores.
Es entonces cuando la píldora anticonceptiva, el rock, la liberación sexual y la reivindicación de los derechos homosexuales harían su aparición mediática por primera vez.
Las décadas posteriores abrieron paso a la disminución de la fecundidad y una mayor participación de mujeres en espacios de decisión. Se cocinaba, así, una imparable revolución en el pensamiento político y sexual hacia el nuevo milenio.
En México es hacia los años 70 que comienzan las primeras políticas de control natal y uno de los momentos más importantes para el movimiento feminista.
Se iniciaba así una de las etapas más importantes para los derechos sexuales y reproductivos en la región.
Cierto es que durante los años 80 la aparición del VIH-Sida produjo transformaciones notables: la masiva promoción del condón, y una mayor apertura mediática para hablar de temas como las infecciones de transmisión sexual, así como fuertes cuestionamientos a la monogamia y la heterosexualidad como únicas opciones posibles para el ejercicio libre de la sexualidad.
En la década de los noventa, se aproximó una ola de movimientos globales por los derechos sexuales y reproductivos, así como el incremento en la participación de mujeres de todo el mundo en conferencias internacionales.
En las décadas posteriores, los feminismos incidieron en cambios legislativos que tipificaron como un delito la violación dentro del matrimonio, así como una agenda para incidir en cambios que hicieran posible la interrupción legal del embarazo, la inclusión de la anticoncepción de emergencia y la transversalización de la perspectiva de género en las políticas públicas, entre los temas más relevantes.
Desde entonces, también se gestaban las colectivas que cuestionaban el feminismo blanco, tan necesario para el entendimiento de la diversidad; otras narrativas y saberes emergían.
Y es así como, poco a poco, estos temas fueron posicionándose en la agenda mediática y posteriormente en las redes sociales. Fue así como esta agenda se filtró a la cultura pop durante el nuevo milenio.
Si deseas saber un poco más de la influencia de los científicos sexuales en nuestras vidas, no te pierdas la serie: Masters of Sex. La historia está basada en el libro de Thomas Maier: Masters of Sex: La vida y obra de William Masters y Virginia Johnson. Ambientada en los años 1950 y 1960, la serie cuenta la historia de estos dos científicos sexuales.
Guionista, reportera, radialista. Cubre temas culturales, sexualidad, salud, género y memoria histórica. En sus ratos libres explora el mundo gastronómico y literario. Cofundadora de Periodistas de a Pie.
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona