Un templo del siglo XVI se ha convertido en el indicador que enciende las alarmas en un pequeño pueblo del Istmo de Tehuantepec, pues cuando su fachada emerge de las profundidades, significa que habrá tiempos inhóspitos debido a la sequía
Texto: Diana Manzo / Istmo Press
Fotos: Diana Manzo
OAXACA. -Lo que para algunos pobladores significa un atractivo turístico, para los campesinos y pescadores de Jalapa del Marqués, Oaxaca, es sinónimo de sequía.
El problema no es menor, pues este pequeño pueblo de Oaxaca es conocido como “el granero del Istmo”, debido a su importancia en los cultivos para la región.
Alejandro Olvera, pescador y lanchero de Jalapa del Marqués explica que, cuando el ex convento del Siglo XVI emerge de la presa “Presidente Benito Juárez”, significa qué hay sequía.
“Ahorita se ve en un 40 por ciento de su construcción, y para nosotros que vivimos del turismo, decimos que es bonito, porque la gente no sólo del Istmo, si no de diversas partes de México y del extranjero vienen a tomar fotos y grabar, pero la realidad es que no hay mojarras, para los que vivimos de la pesca, se escasea todo, porque no hay lluvia”.
En 1961 construyeron la presa Benito Juárez. Actualmente tiene una capacidad de 720.317 hectómetros cúbicos, y abastece de agua a diversos municipios del Istmo de Tehuantepec. Su construcción provocó el desplazamiento de Jalapa Viejo llamado “El granero del Istmo”, creando así un nuevo municipio, actualmente llamado Jalapa del Marqués.
El templo es una de las construcciones antiguas del pueblo, y lo curioso (o triste) es que sólo se puede ver cuando cuando la presa comienza a secarse.
Hoy, el templo de Jalapa del Marqués puede verse, pues la presa está al 45 por ciento de su capacidad, y se prevé que la sequía avance.
“Desde el año pasado llovió poco, y eso lo sentimos en las cosechas de maíz y frijol que no crecen. Hemos padecido mucho también en la captura de mojarras. Apenas hoy capturé cinco peces”, dijo Nicasio Nardo Cisneros, pescador de la región.
Los cultivos que se riegan con agua de riego están en riesgo de secarse, por la falta de agua.
Juan de Dios Gallegos, gerente técnico de la red mayor, informó que la sequía se refleja en el número de hectáreas que se pueden regar con el agua disponible. Por ejemplo, explica, si antes regaban cuatro hectáreas por persona, ahora será dos o tres, lo que marca una diferencia.
“El cambio climático ya está con nosotros, y debemos ocuparnos. Esta falta de agua en la presa refleja la realidad de muchos cultivos y muchas personas dedicadas a la agricultura y pesca. Es muy lamentable lo que ocurre y debemos hacer conciencia”.
De acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), el año pasado fue un año seco para el Istmo de Tehuantepec, donde se sembraron 76 mil 347.90 hectáreas de maíz, de las cuales, hasta el 31 de agosto, solo 21 mil hectáreas dieron cultivo, lo que significa que hubo una perdida del 60 por ciento.
Esta nota fue publicada originalmente en ISTMO PRESS, que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes ver la publicación original.
Reportera en Unión Hidalgo, Oaxaca.
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