El Tren Maya acelera el paso. Este sábado, en Tabasco, el presidente dijo que supervisará las obras cada 3 meses, y que el proyecto deberá estar concluido en 2023. “No podemos fallar”, dijo. Con esa obra comenzará una nueva etapa, donde la comunicación será por trenes
Texto: Daniela Pastrana
Foto: Presidencia
TENOSIQUE, TABASCO.- En su tierra, el presidente Andrés Manuel López Obrador, advirtió que el Tren Maya quedará concluido en 2023. “Necesitamos apurarnos. No existe la posibilidad de fallar y de no inaugurar el tren en el 2023, no hay más tiempo, sería un rotundo fracaso porque, si no terminamos completa la obra, heredaríamos un problema al nuevo gobierno; y no solo eso, el riesgo de que se quede la obra inconclusa. Por eso no podemos fallar”.
En Tenosique cerró el recorrido de dos días por cinco tramos del proyecto. Este domingo visitará Palenque y la zona arqueológica. Pero el mensaje fue claro: hay que redoblar el paso.
“Lo sabemos muy bien quienes nacimos en estas tierras, en estas aguas. Llueve mucho en Chiapas, en Tabasco, en el sureste y la temporada de lluvias no permite avanzar, de modo que hay que aprovechar la seca, todo lo que se pueda hacer en la seca”.
Antes de él hablaron el gobernador de Tabasco, Adán Augusto López, quien aseguró que para los tabasqueños, el tren “es un sueño largamente acariciado, porque significa la integración total del olvidado Sur-Sureste del país, con el resto de México”; el representante de Mota-Engil Américas, Joao Pedro Parreiro, quien aseguró al presidente que no fallaran en cumplir los compromisos, y el director de Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, quien hizo un llamado a apresurar el paso.
El presidente estaba contento. Habló de la historia del pueblo, donde Hernán Cortés ordenó el asesinato de Cuauhtémoc.y donde nació “el leal vicepresidente” José María Pino Suárez, Caballero de la Lealtad, apresado cuando el golpe de Estado en contra Francisco I. Madero.
Luego recordó que el primer ferrocarril que hubo en México -un tren de 600 kilómetros de la capital a Veracruz- lo inició Benito Juárez y lo concluyó Sebastián Lerdo de Tejada. Y el ferrocarril del sureste que ahora busca retomar se inició durante el gobierno de Lázaro Cárdenas, y fue diseñado por Francisco J. Múgica, su secretario de Comunicaciones, aunque se inauguró hasta 1952.
“Se comunicó todo México por ferrocarril, como 25 mil kilómetros de vías férreas, desde ese primer ferrocarril hasta que llegan los tecnócratas y deciden acabar con los ferrocarriles de México, de la noche a la mañana, en un abrir y cerrar de ojos se cancelaron todos los trenes de pasajeros, nada más quedaron los trenes de carga, se privatizó el ferrocarril (…) Tan estaba abandonado el sureste, que ni siquiera les interesó hacer negocio concesionando las vías del ferrocarril”, dijo López Obrador.
“De ahí surge este plan de volver a construir líneas férreas en el país, lo que se suspendió desde los años 80 del siglo pasado, y se comienza a hacer esta gran obra que significa construir alrededor de mil 500 kilómetros de vías férreas”.
En esa misma línea, destacó que su gobierno tiene proyectado concluir la construcción de cerca de mil 600 kilómetros de vías para trenes de pasajeros y de carga. Ya se entregó el Tren de Guadalajara y estamos en construcción el de Toluca-Ciudad de México
“Es el inicio de una etapa nueva, de apostar a la comunicación por trenes, como en otros países, como en Europa, y como era México antes”,
“Ahora de nuevo le toca al sureste, e iniciamos con la construcción de este ferrocarril. Es la hora del sureste, es la hora del Tren Maya, los tiempos nuevos y estamos muy contentos porque se está avanzando”.
Por la mañana, en Maxcanú, Yucatán, el gobernador Mauricio Vila respaldó el proyecto federal y dijo que en obras para la población “no hay colores”, refiriéndose a diferentes posiciones partidistas.
Por su parte, López Obrador se refirió a las vallas de protección que se colocaron en Palacio Nacional previo a la marcha del 8 de marzo por el Día de la Mujer y aseguró que fue para proteger a las manifestantes y al inmueble de posibles actos de provocación.
“Están en todo su derecho de protestar, de expresarse, de manifestarse, pero hay mucha provocación, mucha gente que se infiltra y que lo que busca es causar daño. Utilizan como forma de protesta la violencia y tiran bombas molotov y no queremos que haya heridos, de ningún bando, es decir, no queremos que haya heridos de las fuerzas de seguridad pública ni queremos que las mujeres que protestan usando este derecho también salgan afectadas, dañadas, tenemos que protegerlos y también proteger nuestros edificios históricos, monumentos históricos”.
Invitó a las mujeres a manifestarse de manera pacífica, como hizo Gandhi, Mandela o Luther King
“Nunca vamos a reprimir al pueblo, pero si tenemos que evitar las provocaciones, la gente que quiere nada más causar daño (…) que no se confunda. No es miedo, todos, todos, todos los seres humanos tenemos miedo, todos, pero es distinto el miedo a la cobardía.
“Yo puedo tener miedo, pero no soy cobarde””.
Quería ser exploradora y conocer el mundo, pero conoció el periodismo y prefirió tratar de entender a las sociedades humanas. Dirigió seis años la Red de Periodistas de a Pie, y fundó Pie de Página, un medio digital que busca cambiar la narrativa del terror instalada en la prensa mexicana. Siempre tiene más dudas que respuestas.
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