“La gente ha hecho propia esta consulta”: Alina Duarte

30 julio, 2021

Mesa de recepción de firmas para la consulta ciudadana en la calle de seminario a un costado del Palacio Nacional. Foto Duilio Rodríguez

Para la periodista y activista Alina Duarte participar en la próxima Consulta Popular del 1 de agosto tiene una implicación histórica, pues independientemente de si el resultado es vinculante o no, podría ser un primer paso para una Comisión de la Verdad en México.

Texto: Alejandro Ruiz

Fotos: Duilio Rodríguez/Archivo y Cortesía.

CIUDAD DE MÉXICO.- Son más de 37 millones de mexicanas y mexicanos quienes tienen que participar en la consulta popular el próximo 1 de agosto para que el resultado sea vinculante. Así se definirá si las autoridades judiciales indagan las decisiones gubernamentales del pasado para garantizar los derechos y el acceso a la justicia de las víctimas.

Para Alina Duarte, periodista independiente e integrante del comité promovente del juicio a expresidentes, los alcances de la consulta no radican solamente en el carácter vinculante que pueda tener el Sí. también se abre la posibilidad de ampliar la vida democrática en el país y avanzar en la búsqueda de justicia para las víctimas. 

“No se dimensiona lo que está ocurriendo” afirma la periodista. “He estado al borde del llanto todo el tiempo. Hay una sed de justicia tremenda, y se puede ver la solidaridad y empatía de la gente. Hoy estamos presenciando algo increíble, pues en las calles la gente no solo denuncia a los expresidentes, también a los alcaldes, actuales gobernadores. Es sorprendente; comenzó una nueva etapa en la vida pública del país que no se va a echar atrás.”

Alina Duarte. Foto: Cortesía de A. Duarte.

“No es una consulta del presidente, es una consulta de la gente”

El 24 de agosto de 2020 el presidente Andrés Manuel López Obrador abrió la puerta para la consulta popular que investigará las decisiones gubernamentales del pasado; ello para las miles de víctimas que existen en nuestro país aspiren a la justicia. 

En ese momento el presidente de la República fijó una postura clara:

«No descarto la posibilidad de hacerlo porque es democracia, aunque yo vote en contra de enjuiciar a los expresidentes».

AMLO

Asimismo recordó que los tiempos legales para presentar los 1.8 millones de firmas para solicitar una consulta eran del 1 al 16 de septiembre. 

Dos días después la bancada de Morena en la cámara de senadores, previendo la dificultad de movilizar a más de 1.8 millones de ciudadanas y ciudadanos,  presentó su propia iniciativa para abrir la consulta popular. Pese al aparente deslinde del presidente, el partido se mostraba convencido en avanzar por la ruta de la investigación de delitos del pasado. 

En ese momento Alina y un grupo de activistas, entre ellos Omar García de Ayotzinapa, se decidieron a recabar las firmas que solicitaba el INE. Lo hicieron con sus propios recursos y sin ningún apoyo institucional. 

Instalaron carpas en el zócalo capitalino, recorrieron algunos estados y, contra todo pronóstico, este “comité promovente del juicio a expresidentes” reunió en dos semanas más de dos millones de firmas de ciudadanos y ciudadanas de diversas regiones del país, así como de connacionales que han migrado a los Estados Unidos. 

Para  Alina Duarte este nivel de participación es reflejo de la necesidad de justicia que se puede palpar en cada rincón del país, y aunque la consulta fue promovida por el poder Ejecutivo nacional, la población mexicana ya había cumplido con los requerimientos que exige la ley. 

“La gente ha hecho propia esta consulta”, resume Duarte. “Cada latitud, cada geografía, ha hecho valer su voz. Y contrario a lo que argumentan los detractores de la consulta, esta es una iniciativa ciudadana respaldada por el presidente.” 

El INE: el boicoteador 

Para Duarte el reto de la consulta estriba en sortear los obstáculos que el INE ha impuesto. Desde un inicio, “el INE se ha encargado de boicotear la consulta. Es el boicoteador oficial, pues desde un inicio se debió de contar con un marco institucional que permitiera difundir la consulta y posibilitara la participación de la gente.” 

Entre los obstáculos impuestos por el INE, denunciados por quienes promueven la consulta, se encuentran las irregularidades en la instalación de mesas de votación, la reducción de hasta un tercio de las  mesas instaladas en relación con el pasado periodo electoral, la falta de casillas especiales para que se emita un voto en lugares distintos a la sección electoral y la constante desacreditación pública por parte del INE y algunos medios de comunicación que han tachado de “populista” e “ilegal” la realización de la consulta. 

“Hay un menosprecio de la participación ciudadana por parte de estos sectores”, añade Alina Duarte. “Confunden con populista el hecho de que la gente salga a exigir justicia y que participe en la vida democrática del país.”

Ampliar la vida democrática en el país y abrir espacios para la escucha y la reflexión desde la ciudadanía fue lo que motivó a Alina y a otros activistas a aventurarse a una “Gira por la Verdad y la Justicia”; la cual ha recorrido diversas regiones del país y ha abierto foros en plazas públicas para discutir y explicar los alcances de esta consulta para la memoria histórica de México. 

“Al escuchar lo que sienten y denuncian cada una de las comunidades que hemos visitado nos damos cuenta de que independientemente del resultado es necesario crear una Comisión de la verdad en México; los crímenes han sido muchos y hay más culpables que solo los expresidentes”. 

Alina Duarte

Este ejercicio democrático es una posibilidad histórica para crear un frente nacional de luchas populares, donde converjan amplios sectores sociales en búsqueda de mejorar las condiciones de vida del pueblo mexicano, y principalmente asegurar la no repetición de estos crímenes. 

Los agravios en contra del país son innumerables. Van desde matanzas como la del 68, hasta el empobrecimiento de miles de mexicanas y mexicanos; la tortura, la desaparición forzada, las ejecuciones extrajudiciales; el aniquilamiento de la soberanía alimentaria y energética, la privatización de la educación; y tragedias como las ocurridas en la guardería ABC, Pasta de Conchos y un sin fin de ejemplos más. 

Cortesía: Alina Duarte.

«No somos ingenuos» 

Duarte aclara: “No somos ingenuos, sabemos que alcanzar el 40 % de participación del padrón electoral es algo sumamente difícil; pero a la gente no le importa eso. Hoy está pasando algo histórico en el país, un punto de quiebre en la vida política que involucra la participación de movimientos sociales, de la sociedad en general, del oficialismo junto con las demandas del movimiento indígena y feminista. Pues lo mismo el EZLN, que los padres de la guardería ABC y de Ayotzinapa; están entendiendo la gravedad de los crímenes cometidos en contra de México, y la demanda de justicia.” 

Para Alina, su experiencia como periodista, como mujer y como joven le ha permitido comprender que la lucha que hoy promueve por la justicia y la verdad no es solo por ella. Es por aquellas que ya no están debido a la violencia sistemática ejercida por el Estado en décadas anteriores. 

Y concluye:

“Tenemos que seguir visibilizando esto; tenemos que tener empatía, pues esas familias, esas víctimas podemos ser nosotros, y nosotros como jóvenes también somos víctimas; pues a nuestra generación los gobiernos neoliberales nos han quitado todos nuestros derechos, nuestro futuro. Tenemos que hacerles pagar por esta deuda histórica para tener la posibilidad de ser libres.” 

La consulta popular se realizará este domingo 1 de agosto. Te recomendamos ubicar tu casilla en la siguiente página para que acudas a ejercer tus derechos políticos y ciudadanos. 

Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.

Editor y fotógrafo documental, retrato, multimedia y vídeo. Dos veces ganador del Premio Nacional de Fotografía Rostros de la Discriminación.