1 agosto, 2023
Mientras el hemisferio norte del mundo es azotado por el calor, los incendios y las inundaciones y la Antártida pierde un hielo del tamaño de Argentina, esta semana, el secretario de las Naciones Unidas, António Guterres, hizo un llamado urgente a los países del Norte industrial: “No más lavado verde. No más engaños“, reclamó.
Texto: Abigail van Neely y corresponsales / IPS
Foto: Tetiana Grypachevska / Unsplash
NUEVA YORK y GINEBRA– “La humanidad está hoy en ebullición”, dijo a los periodistas el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, mientras el mundo asimilaba los datos oficiales que confirman que este julio fue el mes más caluroso jamás documentado.
Ello incluye un periodo de tres semanas más caluroso jamás registrado, tres días más calurosos jamás registrados y las temperaturas oceánicas más altas de la historia para esta época del año. Trabajadores, niños y familias de todo el mundo han sentido el efecto «abrasador» del cruel verano boreal mientras luchan por respirar y soportar el calor, dijo Guterres.
«Las consecuencias son claras y trágicas”, remarcó el secretario general, en una imprevista comparecencia ante los periodistas en la sede de la ONU en Nueva York con el objetivo de remarcar la necesidad de que los humanos y sus líderes tomen en serio la urgencia de atender la crisis climática.
“Para los científicos, es inequívoco que la culpa es del ser humano. Todo esto es totalmente coherente con las predicciones y repetidas advertencias. La única sorpresa es la velocidad del cambio”, remarcó el máximo responsable de la ONU.
Guterres consideró que la inacción y las excusas “son inaceptables”, ante un planeta que se abrasa. Para limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 grados centígrados, es necesario acelerar la acción para la contención climática. Esto es especialmente cierto para las mayores economías del mundo, dijo.
Los líderes, y en particular los países del G20 (Grupo de los 20) responsables de 80 por ciento de las emisiones mundiales, deben dar un paso al frente en favor de la acción climática y la justicia climática”, afirmó el secretario general.
Para alcanzar este objetivo, Guterres pidió a los países del Norte industrial que aspiren a cero emisiones para 2040. Las economías emergentes deberían alcanzar el mismo objetivo para 2050 con el apoyo de los países desarrollados.
También instó a empresas, ciudades, regiones e instituciones financieras a crear planes creíbles para la transición de los combustibles fósiles a las energías renovables.
No más lavado verde, no más engaños, y no más distorsión abusiva de las leyes antimonopolio para sabotear las alianzas neto cero”, dijo Guterres.
Cuando se le preguntó cómo pensaba responsabilizar a los países de la acción por el clima, Guterres dijo que solo podrían acudir a la Cumbre de Acción por el Clima, que ha convocado para el 20 de septiembre en Nueva York, aquellos que hubieran asumido compromisos claros.
También advirtió a los países que protejan a su población de los fenómenos meteorológicos extremos, que se están convirtiendo en la norma. Señaló que esta carga recae especialmente sobre los países en desarrollo y las pequeñas naciones insulares.
Los países que se encuentran en primera línea, que son los que menos han contribuido a provocar la crisis y los que menos recursos tienen para hacerle frente, deben contar con el apoyo necesario para ello”, afirmó.
La financiación de los esfuerzos de protección del ambiente también sigue siendo insuficiente, a juicio del secretario general. Guterres expresó su preocupación por el hecho de que solo dos países del Grupo de los 7 (G7) de los países más ricos, Canadá y Alemania, se hayan comprometido a reponer sus Fondos Verdes para el Clima.
En ese punto, pidió cambios drásticos en el sistema de financiación mundial que apoya la acción por el clima.
El cambio climático ya está aquí. Es aterrador. Y es solo el principio. La era del calentamiento global ha terminado, y ha llegado la era de la ebullición global”, dijo Guterres.
Mientras tanto, la Organización Meteorológica Mundial subrayó al cierre de julio que las olas de calor e incendios forestales, junto a lluvias inusitadas e inundaciones, están marcando la vida en el hemisferio norte este verano boreal, causando grandes daños a la salud de las personas y al medio ambiente.
Petteri Taalas, secretario general de la OMM, dijo que “los fenómenos meteorológicos extremos, cada vez más frecuentes en un clima cada vez más cálido, están teniendo importantes repercusiones en la salud humana, los ecosistemas, la economía, la agricultura, la energía y el abastecimiento de agua”.
China estableció un nuevo récord nacional de temperatura diaria, y se han batido marcas en la superficie del mar, con graves olas de calor en el Mediterráneo y frente a las costas del sudoriental estado de Florida, en Estados Unidos.
La estación meteorológica de Sanbao en la ciudad de Turpan, en la noroccidental provincia china de Xinjiang, tuvo una temperatura de 52.2 grados centígrados el 16 de julio, estableciendo un nuevo récord nacional.
Los incendios forestales han causado devastación y decenas de víctimas, y han obligado a evacuar a miles de personas en algunas zonas del Mediterráneo, como Argelia, Grecia, Italia y España.
De acuerdo con el conjunto de datos del europeo Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus, las emisiones de los incendios forestales en el Mediterráneo oriental han sido las más elevadas para este período en Grecia en los últimos 21 años. Los incendios forzaron la evacuación de cientos de residentes y turistas en las islas griegas de Rodas, Evia y Corfú desde el 17 de julio. Las emisiones de estos incendios forestales han alcanzado niveles récord, con un total estimado de un megatón de emisiones de carbono entre el 1 de julio y el 25 de julio.
En Canadá se ha registrado la peor temporada de incendios forestales de la historia, lo que ha perjudicado la calidad del aire para millones de personas en América del Norte, con humo y cenizas que traspasaron la frontera y afectaros a Estados Unidos.
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Un reporte canadiense dio cuenta de 650 incendios forestales fuera de control el 24 de julio. Las llamas han arrasado 11 millones de hectáreas –contra el viejo promedio anual de 800 mil hectáreas para la temporada estival- y forzaron la evacuación de más de 120 mil personas.
También Francia, Grecia, Italia, España, Argelia y Túnez informaron nuevos récords de temperatura máxima diurna y nocturna en sus estaciones de monitoreo. Por ejemplo, Figueres (Cataluña, España), registró un nuevo récord de temperatura de 45.4 grados centígrados, máximo histórico. Una estación en la isla italiana de Cerdeña registró 48.2 grados centígrados el 24 de julio. En Argelia y Túnez, las temperaturas máximas más altas registraron 48.7 y 49 grados centígrados, respectivamente
En Phoenix, capital del suroccidental estado de Arizona, en Estados Unidos, durante 31 días se registraron temperaturas por encima de 110 grados Fahrenheit (43.3 centígrados), y las olas de calor han castigados muchas otras áreas de ese país. Según el archivo de condiciones meteorológicas y climáticas extremas de la OMM, la temperatura más alta jamás registrada fue en Furnace Creek, Death Valley (Valle de la Muerte), California, Estados Unidos, con 56,7 grados centígrados, el 10 de julio de 1913.
Sin el cambio climático inducido por el hombre –emisiones gigantescas de gases de efecto invernadero que calientan la atmósfera-, los nuevos eventos climáticos habrían sido extremadamente raros, según estudios en poder de la OMM. En China, habría sido un evento de uno en 250 años, mientras que el calor máximo como el de julio de 2023 habría sido prácticamente imposible de ocurrir en la región de Estados Unidos y México y el sur de Europa si los humanos no hubieran calentado el planeta quemando combustibles fósiles, señalan los estudios.
La OMM indicó que en la superficie del Mediterráneo se aguardan olas de calor marinas de más de 30 grados centígrados, las que junto a costas de Florida (EE.UU.) han traspasado los 38 grados, superiores a las de un baño caliente.
Los impactos de las olas de calor marinas incluyen la migración y extinción de especies, y la llegada de especies invasoras con consecuencias para la pesca y la acuicultura.
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El reporte de la OMM también da cuenta de las fuertes lluvias e inundaciones que causaron graves daños y pérdidas de vidas en varias partes del mundo.
Cuando lluvias repentinas e inundaciones azotaron a Corea del Sur, murieron 40 personas en un solo día, el 14 de julio. Las inundaciones en el noroeste de China mataron a 15 personas. En el norte de India se derrumbaron casas, carreteras y puentes y perecieron decenas de personas. Las lluvias también han castigado a Japón, con récords de inundaciones diarias, y al noreste de Estados Unidos.
A medida que el planeta se calienta, se espera que veamos lluvias cada vez más intensas, frecuentes y severas, lo que también provocará inundaciones más severas”, dijo Stefan Uhlenbrook, director de hidrología, agua y criosfera de la OMM..
Del otro lado del planeta, en el sur global, los científicos están desconcertados por la pérdida de una cantidad de hielo marino en la Antártida equivalente al tamaño de Argentina, un fenómeno sin precedentes, según reportan medios internacionales.
El hielo marino antártico, que cada año se reduce a sus niveles más bajos a fines de febrero y luego se reconstruye durante el invierno, no volvió a los niveles esperados este año. De hecho, la Antártida está ahora en el nivel más bajo para esta época del año desde que se tiene registro, hace 45 años.
El hallazgo fue reportado por científicos del mundo, quienes advirtieron que el hielo marino antártico normalmente baja su nivel a fines de febrero y se reconstruye durante el invierno. Sin embargo, en este caso, esto no sucedió así, y de hecho la Antártida se encuentra en su nivel más bajo para esta época del año.
La Antártida es un continente que tiene el 90 por ciento del hielo mundial. El manto de hielo (ice sheet) antártico es una masa de hielo terrestre formada de la acumulación y la compactación de la nieve durante miles de años. Su prolongación sobre el mar constituye una plataforma de hielo flotante (ice shelf).
Alrededor de la Antártida, la extensión del hielo marino, que se forma a partir del agua del océano, aumenta en invierno y disminuye en verano. Pero ya en marzo de este año, un estudio reveló que al hielo de la Antártida le está costando formarse y que la extensión del hielo marino antártico había batido un récord mínimo el 13 de febrero.
Florence Colleoni, glacióloga del Instituto de Oceanografía y Geofísica Experimental (Ogs) de Trieste y quien ha completado dos misiones de investigación a la Antártida, señaló que a diferencia del Ártico, donde hay una clara tendencia de pérdida de hielo, esto es un fenómenos nuevo en la Antártida, según reportó la agencia Infobae.
El océano se ha calentado de manera acelerada, pero estamos subestimando esta velocidad. Todavía no sabemos cuál es la influencia del calentamiento global, pero ciertamente amplifica el impacto de algunos fenómenos”, dijo Colleoni
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Este trabajo fue publicado con información de IPS NOTICIAS. Aquí puedes consultar la versión original.
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