6 octubre, 2023
La victoria por el amparo que desechó la Suprema Corte para impedir que los nuevos libros de texto se repartieran en el estado de Chihuahua no fue solo un recurso legal, sino resultado de la movilización magisterial
Texto: Alejandro Ruiz
Foto: Moisés Pablo / Cuartoscuro
CIUDAD DE MÉXICO. – Hace unos días, la Suprema Corte de Justicia de la Nación desechó un amparo promovido por Maru Campos, gobernadora de Chihuahua, para evitar que los nuevos libros de texto se repartieran en ese estado.
Esta pelea, que en general se resolvió en los tribunales, en realidad tuvo un antecedente fundamental: la movilización del magisterio democrático de Chihuahua, y los padres de familia.
Para ahondar en esa historia, en Pie de Página dialogamos con tres profesores, dos de Chihuahua y uno de Coahuila, que construyeron esta resistencia al norte del país.
Sin titubeos, la profesora Regina Rodríguez resume en una frase el sentir de los profesores.
«Esta decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es un triunfo de nuestra movilización de este trabajo tan arduo, que ha sido durante todas estas semanas».
Maru Campos promovió una controversia constitucional contra los nuevos libros de texto de la SEP. El asunto llegó a la Suprema Corte, quienes emitieron una medida cautelar que impidió su distribución en Chihuahua.
A partir de ese momento, el magisterio reaccionó.
Andrés Varela, explica:
«Aquí en Chihuahua la gobernadora nos anuncia que ha interpuesto una controversia constitucional en donde, sin consultar a nadie, pero mencionando que fue en el nombre de todos y todas, se opone a la distribución de los libros de texto. A nosotros nos parece muy problemático, y empezamos con una serie de estrategias: primero a coordinarnos un grupo de compañeros supervisores, supervisoras, jefes, jefas de sector coordinados que construyen un primer pronunciamiento que elaboran, precisamente, para exigir la distribución inmediata de los libros de texto».
A partir de ese pronunciamiento, los profesores comenzaron a reunirse a discutir los contenidos de la Nueva Escuela Mexicana. Andrés aclara que no es que antes no hubiera esta discusión, sino que comenzó a abrirse a otros sectores de la sociedad los temas educativos del estado.
«Después de este punto empiezan también a articularse algunas organizaciones en la defensa de los libros de texto, ya entendiendo los libros de texto como aquello que detona de alguna manera el asunto. Entendemos que la lucha no sólo es la defensa de los libros de texto, sino detrás de ello la defensa de la educación pública».
Lo que estaba en juego no era cualquier cosa, pues por el contenido de los nuevos libros de texto, de fondo era una disputa por la educación pública, laica y gratuita.
A partir de eso, el magisterio junto a las organizaciones que los acompañaron conformaron la Red en Defensa de los libros de texto y la Nueva Escuela Mexicana.
La defensa de los libros de texto, además de los contenidos que plantean, era una defensa por el Estado laico que se tradujo en un conflicto abierto contra los grupos conservadores del país, y concretamente Chihuahua.
«A partir de los discursos de la gobernadora, otros grupos políticos, religiosos y de orden económico, empiezan a construir una narrativa en torno a los libros que decían que contienen el comunismo, que contienen adoctrinamiento. Entonces las autoridades locales inician una serie de declaraciones en donde se oponen a la educación sexual, como la secretaria de Educación y Deporte».
Este contexto, fortaleció estrategias de movilización masivas que movilizó a casi todas las regiones del estado de Chihuahua. Las protestas se concentraron en dos puntos cruciales: la capital y Ciudad Juárez, la frontera más importante del estado.
Las convocatorias lograron reunir a más de 6 mil personas, que también acarrearon intentos de represión y actos de intimidación de la secretaría de educación estatal. Particularmente, y esto lo resaltan los profesores, del sindicato del subsistema federalizado de la Sección Octava, particularmente el dirigente de este gremio, Eduardo Zendeja Samparán.
A partir de eso, y a contra corriente, la Red en defensa de los libros organizó foros públicos convocando a Maru Campos (dialogo que no ha sucedido hasta ahora); recolectó firmas con la sociedad; «eso no hace más que aglutinarnos a nosotros en una estrategia colectiva» que resistió a los cuadernillos de Campos.
Los cuadernillos de Maru Campos, recapitula Andrés, eran ajenos a la realidad educativa de Chihuahua, ni tampoco a los planes vigentes a nivel federal, que establecen la Nueva Escuela Mexicana como modelo educativo. Corresponde, señalan, a intenciones electoreras de la gobernadora de Chihuahua.
«Estos cuadernillos, que nosotros no les llamamos basura, porque no somos iguales, tienen igual mucha tela de donde cortar. Nuestra crítica es respecto a que reproduce un paradigma memorístico, repetitivo, mecánico. No guarda una relación con los programas analíticos que los compañeros y compañeras habían estado construyendo durante todo el ciclo escolar. No guarda una relación con los principios filosóficos de la Nueva Escuela Mexicana. No tiene una relación con un diagnóstico sensible de las comunidades socioeducativas, sino más bien, son una serie de ejercicios: sopas de letras, crucigramas, que incluso reproducen estereotipos de género. Esos cuadernillos no pueden sustituir a seis libros de una gran familia como los de la Nueva Escuela Mexicana».
El conflicto, precisa Regina Rodríguez, es de dos visiones
«Hay dos visiones de concebir a la sociedad, dos visiones de concebir a la educación, la enseñanza y al aprendizaje. Una de ellas es una visión conservadora, en donde se piensa que la sociedad sí tiene sus problemas, pero que la manera en que se han venido manejando, pues las supuestas soluciones a esos problemas deberían de seguir siendo las mismas las que se han hecho hasta ahora, y no cambiar nada. La visión de la nueva escuela mexicana precisamente es todo lo opuesto: es una visión liberadora, una una visión emancipadora, transformadora, que ve en la sociedad problemas profundos, estructurales, en donde los derechos humanos no se pueden ejercer de manera generalizada, sino solamente mediante un cambio profundo en la educación».
El conflicto, aunque resuelto en la Corte, aún deja pendientes para el magisterio chihuahuense. Uno de ellos, es la estela de desinformación entre los padres de familia. Otro, que ya se distribuyan los libros de texto y que la gobernadora Maru Campos transparente la forma en que se asignaron los recursos para la impresión de los cuadernillos.
Maru concluye con la misma frase que arrancó:
«Esta decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es un triunfo de nuestra movilización de este trabajo tan arduo, que ha sido durante todas estas semanas».
Y agrega:
«Los libros de texto son un derecho que no debe de arrebatárselos nadie».
Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.
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